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La “cumbre social” (PSOE, IU, CCOO, UGT y aliados) trata de recuperar la legitimidad perdida y actúa así pues es parte de las decisiones de la troika

Construyamos alternativa política desde la complejidad actual del movimiento que lucha

Fuentes: Rebelión

Lo evidente, ante la movilización contra los recortes del gobierno es la falta de alternativa política y de proyección unitaria de la estrategia de esta lucha. Sintetizar los debates en el ámbito político e ideológico en los que se mueve la movilización obrera y popular, es una de las funciones de las organizaciones políticas comunistas […]

Lo evidente, ante la movilización contra los recortes del gobierno es la falta de alternativa política y de proyección unitaria de la estrategia de esta lucha. Sintetizar los debates en el ámbito político e ideológico en los que se mueve la movilización obrera y popular, es una de las funciones de las organizaciones políticas comunistas y revolucionarias, función necesaria para su unidad, desde la seguridad después de tantos años de defensiva y retrocesos, de que este debate o lo hacemos desde la pluralidad de posiciones que tenemos en el movimiento obrero y social o no tendrá lugar o no dará resultados. La debilidad es tremenda para todos en las condiciones de organización y militancia, el camino más corto, el de la autoproclamación ha fracasado, tanto por nuestras limitaciones actuales, como por el débil papel que hemos jugado en el fortalecimiento de la organización sindical y social, antes y durante estas movilizaciones, tanto en las sindicales como las ciudadanas o de los movimientos sociales.

Es el momento obligado de la estrategia y propuesta política unitaria, el ejemplo de la CUP catalana nos indica que desde esa complejidad, es de donde surge una alternativa política a la movilización de la clase obrera y movimientos sociales contra los recortes y la crisis del sistema capitalista, hasta aquí nos ha llevado la reflexión a la Plataforma Comunista en Asturies dentro del debate en Red Roja, después de múltiples fracasos en la pretensión de avanzar desde la unidad en la lucha política y electoral, ahora debemos sembrar la semilla de la estrategia unitaria, de su programa reivindicativo y de lucha contra el sistema capitalista, situando la república y el socialismo como alternativa. Pero primero avancemos en una estrategia unitaria para la movilización actual.

La dureza de la represión política, de la pérdida de libertades y de retroceso económico y social nos obliga. Llevamos una huelga general contra el PSOE de Zapatero y dos contra el PP de Rajoy, desde que se iniciaron las políticas agresivas de fuertes recortes a las clases trabajadoras, huelgas que nacen desde la presión ejercida por la movilización en los centros de trabajo y sectores contra los despidos baratos, privatizaciones, cierres de empresas con ERE tras ERE con la mínima indemnización, también por la presión de millares de delegados sindicales de los sindicatos del sistema, alertando continuamente de la degradación sindical y laboral que se está viviendo, tanto en los centros de trabajo y fábricas, como el peligro de la pérdida de credibilidad ante los trabajadores, el patrón y el gobierno, debido a los recortes y reformas brutales que los dos genuinos representantes de la oligarquía financiera e industrial, el PSOE y PP aplican.

También por la movilización social contra la degradación del sistema capitalista, no solo en lo económico y social sino también por la degeneración de la política, la democracia y la monarquía española, que lo representa actualmente el movimiento social 15 M, especialmente con su momento más álgido de «ocupa el congreso», con su continuidad en la movilización y la posibilidad de confluencia en la lucha con el movimiento obrero y sindical.

La estrategia de la confusión de los partidos y sindicatos del sistema ya no pueden ir más allá. Las movilizaciones y huelgas convocadas desde el sector dominante en el movimiento obrero y social, actualmente representada por la «cumbre social» del PSOE, IU, CC.OO, UGT y aliados, no va más allá de recuperar la legitimación social que están perdiendo, como un plan de desgaste del PP para situarse ellos mismos como alternativa, con una estrategia diseñada desde el poder económico, político y mediático dominante, para que sigan gobernando los mismos de siempre, para la continuidad de la ejecución de los recortes a la clase obrera y el pueblo, lo hemos visto en esta huelga del 14 N ni una sola palabra, consigna contra el poder que nos explota.

Con la estrategia de defensa del estado de bienestar niegan la crisis estructural del sistema capitalista actual, no porque no entiendan que la crisis es sistémica y que los beneficios empresariales se dedican a la acumulación de capital para un mayor poder político y militar, que lo pretenden seguir aumentando mediante una mayor competitividad y beneficios con la bajada de costes de producción y salarios. Con esta estrategia la «cumbre social» pretende encubrir los planes de la banca y empresarios, que con las subidas de impuestos, la nula inversión social y las reducciones de sueldos públicos y pensiones, pretenden esquilmar el erario público mediante políticas recaudatorias para pagar las deudas de la banca, cajas y empresas, en estos momentos ya se superan los 200.000 millones de euros en subvenciones, acumulable lo que no se devuelve al déficit público.

La cuestión de las cúpulas dirigentes de esta plataforma, es que ellos viven y actúan así porque son parte del sistema, son sus «políticos» que defienden y ejecutan las decisiones de la troika europea. Solo así es entendible su pasividad ante los recortes y la colaboración en su ejecución en Andalucía o Asturies. También lo vemos en el acuerdo secreto del gobierno del PP con los sindicatos de la «cumbre social», que garantiza los suficientes «dispensados» o liberados/as sindicales en las estructuras estatales, así como en todas las comunidades autónomas, superando lo anulado con toda publicidad, por el Real Decreto-Ley 20/2012 de 13 de julio del gobierno del PP de Rajoy, terminado de negociar y firmado pocos días después de la jornada de huelga general del 14 N, movilizan para estos pactos, no para parar los recortes y exigir la nacionalización de la banca.

La confluencia sindical alternativa ha dado un importante paso, la división política partidaria es ahora el lastre. Por la otra parte, desde el sindicalismo alternativo de clase, se han dado pasos en la coordinación de las movilización y participación de forma organizada, es positivo que se visualice movilizaciones alternativas como las de Madrid o Asturies o como en las mayoritarias, todavía realizadas de forma unitaria pero formando bloques alternativos. Manifestaciones alternativas con gran participación y apoyo popular, evidentemente lejos todavía de la gran participación de las movilizaciones de los sindicatos del sistema, pero superiores a nuestra capacidad organizativa y política, pero su continuidad es insuficiente, necesitamos más unidad más coordinación.

La inexistencia de una alternativa política unitaria, que proyecte la identificación y la ilusión de esta movilización obrera y popular, está lastrando y retrasando la capacidad de movilización y organización de las clases trabajadoras y el pueblo, difícil será que la Coordinadora Estatal de Sindicatos Alternativos de Clase pueda avanzar en coordinación política y organizativa, si políticamente a los que corresponde situarse y postularse como representantes de esta movilización, no avanza en la unidad de acción en el trabajo político, sindical y en los movimientos sociales. Difícil será sino incidimos desde lo concreto políticamente, en que lo nuevo, emergente y positivo del 15 m y su continuidad, se involucren en el trabajo continuado y comprometido en el barrio, pueblo o centro de trabajo, construyendo poder popular, no metafísico, sino concreto desde la asociación del barrio, el pueblo, el sindicato de centro de trabajo o sector, instituto o universidad.

Corresponde actualmente al movimiento sindical, social y político alternativo, situar la continuidad de la movilización desde el apoyo sin fisuras a las movilizaciones sociales, sectoriales y de centro de trabajo, a la lucha por la hegemonía social que solo podemos ganarla desde lo concreto de cada centro de trabajo o barrio, el único lugar que directamente podamos demostrarle a la clase obrera y al pueblo el significado de la lucha de clases, que sí hay otra manera de hacer política, desde la pelea para defender el derecho al trabajo con derechos y haciendo trinchera de los servicios públicos como sanidad, enseñanza, estado de derecho con la justicia o dependencia, combatiendo el oportunismo y la corrupción, desde la solidaridad y el altruismo, construyendo poder popular.

Es necesario trabajar sin descanso, por la confluencia de las movilizaciones de la clases trabajadoras y populares, por nuevas huelgas generales con criterios claros contra el pago de la deuda, con el no al voto ni apoyo a gobiernos y partidos que apliquen o apoyen los recortes de la troika europea, con el no a la Europa del capital y del euro . Nos corresponde dar continuidad a la movilización contra la corrupción de la monarquía y de la política, estar y dar alternativa política al movimiento que lucha contra la degradación de la democracia, situar la república y el socialismo como la única alternativa que nos queda a los trabajadores y a las clases populares , nos corresponde lograr la confluencia de la lucha del movimiento obrero y sindical con la de los movimientos sociales . Nos corresponde situar la alternativa política desde el movimiento obrero y los movimientos sociales, desde la complejidad actual, sin atajos.

Alonso Gallardo militante de la Plataforma Comunista/Red Roja y de la Corriente Sindical de Izquierda

www.asturbulla.org

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.