En Geopolítica del conflicto de Guinea Ecuatorial, Edjanga Jones Ndjoli disecciona desde el poder colonial al rol de las élites políticas y económicas africanas en la antigua colonia.
El pasado 19 de diciembre tuve la oportunidad de participar como moderador en la presentación del libro Geopolítica del conflicto de Guinea Ecuatorial de Edjanga Jones Ndjoli y me gustaría explicar por qué considero que es un libro que deberían leer muchas personas en España.
Se tiende a decir que España es un país sin memoria, de ahí que haya sido una batalla política sacar una ley sobre la Memoria Histórica (para pasar a ser Ley de Memoria Democrática) que por otro lado sigue siendo criticada por prácticamente todos los sectores conservadores del país. Y es que la memoria es una batalla política, o mejor dicho, la selección de aquello que se debe recordar —así como el cómo se debe recordar.
Guinea Ecuatorial fue colonia de España, llegando a adquirir el estatus de provincia, hasta 1968. Aunque nuestra memoria no llegue tan lejos resulta que existe un pequeño país en el Golfo de Guinea que se habla español. Este es el primer elemento que hay que tener en cuenta para entender el libro de Edjanga. A partir de aquí todo lo que nos cuenta tendrá más sentido para nosotras.
En una suerte de genealogía del país africano y excolonia de España se vuelve necesario evitar los reduccionismos para describir cuáles han sido los procesos históricos, los actores locales e internacionales, cómo se han ido configurando y redefiniendo las fuerzas y sobre todo las relaciones de poder marcadas por un elemento clave y que se pretende central en todo análisis de Guinea Ecuatorial, como es la racialidad, y en ese sentido el propio racismo definido desde la blanquitud.
Se evidencia que la mirada al pasado debe llegar hasta los tiempos de la trata, las primeras posiciones en enclaves de portugueses, británicos y españoles a lo largo del tiempo. Y cómo estas marcaron las relaciones entre los propios pueblos africanos de la región condicionándolas e incluyéndolas en la rueda del capitalismo global racializado.
Algunos de los autores esenciales para analizar el pasado y el devenir de los distintos países del continente africano son Achille Mbembe, Valentin-Yves Mudimbe o el propio Frantz Fanon (este si más reconocido desde Europa), y es precisamente a partir de estos autores, entre otros, que Edjanga reflexiona y analiza la importancia y consecuencia profunda de los procesos coloniales, sus herramientas y tecnologías de dominación que vinieron a suponer una suerte de juego de “la sustitución”.
Sustitución de las concepciones, epistemologías, cosmologías, de elementos claves como son el poder, la libertad, el territorio, la propiedad, la cultura e incluso del propio “ser”. Todo ello bajo la retórica y el proyecto discursivo de la hispanidad, es decir de la civilización como un todo apropiado y apoderado. Se imponía la obligación de ser salvado.
A lo largo del libro de los muchos elementos que disecciona del poder colonial y posteriormente los poderes de las élites políticas y económicas africanas en Guinea Ecuatorial quiero destacar cuatro: El primero sería los procesos de instrumentalización de las diferentes identidades étnicas (por parte de todos los actores) primariamente por los poderes coloniales generando enfrentamientos, recelos, jerarquías entre unos y otros al otorgar lugares de poder y privilegio a determinadas figuras políticas locales. Pero también, por parte de los diferentes grupos étnicos para poder acceder a recursos que eran limitados para unos pocos. Procesos que siguieron reproduciéndose en el periodo poscolonial como estrategia política que viene a enfrentar a los de abajo entre ellos en lo que Edjanga denomina como la “destrucción de la confianza” como una tecnología de dominación y que basa su esencia en la propia configuración de la violencia marcada por un enemigo siempre amenazante.
El siguiente elemento sería, el análisis que lleva a cabo de las respuestas a la colonización del “ser” con un acercamiento que recuerda al del sociólogo afroestadounidense W. E. B. Du Bois desde sus tesis de la “doble conciencia” pero que resulta en última instancia inmaterializable lo que tiene consecuencias sicológicas y materiales en los sujetos colonizados que al final del día por mucho que pretendan (conscientes o no) llevar a cabo un proceso de aculturización, o incluso de la mal llamada integración, no pueden arrancarse la piel negra que los condiciona.
El tercer punto que quiero destacar, marcado también por el propio colonialismo y las élites africanas, sería las herencias de imitación de los modelos europeos de configuración del Estado. Cómo se demuestra el fracaso del Estado-nación con realidades pluriétnicas y se asienta en un estado clientelar y patrimonial poscolonial pero que tiene raíces profundamente coloniales y cuya desestructuración responde así mismo a los intereses de los poderes extranjeros. De España, pero también de Estados Unidos, China y otros.
Y el cuarto y último punto, transversal a toda la obra, es la capacidad para articular desde inicio a fin la importancia de la raza como elemento esencial, no solo del pasado sino del propio presente, para poder comprender el devenir de Guinea Ecuatorial.
En definitiva, Geopolítica del conflicto de Guinea Ecuatorial es importante por la riqueza de su contenido, por lo bien escrito que está, pero también por quién lo enuncia, o en este caso lo escribe, en un ejercicio más frente lo que el propio Mudimbe denomina la “librería colonial”. La necesidad, de que cada vez más gente joven de Guinea Ecuatorial genere contenido sobre su país. Y sobre todo cuando el resultado es un libro tan necesario por su enfoque como el que nos ha regalado Edjanga Jones Ndjoli.
Fuente: https://www.elsaltodiario.com/mapas/geopolitica-del-conflicto-de-guinea-ecuatorial