Nosotras y nosotros, ciudadanas y ciudadanos demócratas, miembros de las asociaciones y colectivos que suscribimos el presente manifiesto, expresamos nuestro respeto al Gobierno de coalición progresista, resultante del libre ejercicio de los mecanismos establecidos en la Constitución vigente, conforme a derecho, como resultado de la voluntad popular expresada en elecciones libres y democráticas.
Asimismo expresamos también nuestro respeto a las demás instituciones y poderes democráticos, del mismo modo emanados del ejercicio de la soberanía popular en elecciones libres: Congreso de los Diputados, Senado, Parlamentos y Asambleas así como Gobiernos Autonómicos y Ayuntamientos.
Frente a los poderes democráticos, resultantes de la voluntad popular, pretenden alzarse ilegítimamente otros poderes ajenos al libre ejercicio de la soberanía del pueblo, del que han de emanar todos los poderes del Estado (Artículo 1.2. de la Constitución vigente).
Prueba de lo anterior son las actuaciones recientes y no tan recientes de un nutrido grupo de altos mandos militares retirados -hasta hace bien poco los mandos de los militares en activo- que, en nombre de poderes ajenos a la voluntad popular, se manifiestan mediante cartas firmadas con nombre y apellidos, en algunos casos incluyendo su graduación militar, dirigiéndose colectivamente al Rey, y algunos, también colectivamente, al Presidente del Parlamento Europeo, con presiones inadmisibles.
Asimismo, han tenido gran repercusión en los medios las gravísimas amenazas de muerte, injurias y propuestas golpistas vertidas en chats por algunos de los citados altos mandos, vinculados a la extrema derecha y al franquismo, algunos de ellos firmantes de las citadas cartas. Ello con total impunidad ante la pasividad del Gobierno, a la vez que sorprende que el rey no se haya pronunciado respecto a las cartas que ha recibido. Un Gobierno de coalición progresista que cuenta con el apoyo de la mayoría de los elegidos por el pueblo.
Sea con su silencio, sea con su rechazo, nada exime al rey, ni a sus gobiernos, de su responsabilidad por la grave situación existente en la Fuerzas Armadas. Estos graves escándalos internacionales, cuarenta años después de la farsa del golpe militar del 23-F, son producto de una política de personal cómplice, que expulsa a demócratas.
Expulsaron en la Transición a los compañeros procesados en consejo de guerra por su pertenencia a la disuelta Unión Militar Democrática (UMD), y actualmente a nuestros compañeros, el ex Cabo Marco Antonio Santos y el ex Teniente Luis Gonzalo Segura, por denunciar la corrupción existente en el ejército. Finalmente expedientados y expulsados con el consentimiento de la actual ministra de defensa, tan elogiada por la extrema derecha.
Corrupción económica y política que ha estallado en la propia cúpula de las Fuerzas Armadas, puesta en evidencia por la vergonzosa huida del anterior Rey de España, Juan Carlos I -del que ha recibido el trono su hijo Felipe VI- a los Emiratos Árabes tras los hallazgos de la Fiscalía Suiza.
El rey Felipe VI tampoco representa salvaguarda alguna frente a un golpe militar; por el contrario, es escandaloso que siga sin condenar la dictadura, ni haya hecho la menor mención sobre las victimas del terror franquista, aún sin reparar. Por lo tanto, representa un riesgo evidente para la paz, que junto a las dificultades por las que atraviesa la clase trabajadora y los pueblos y naciones históricas del Estado español, hacen necesario su derrocamiento por vías pacíficas y democráticas.
Por todo ello nos solidarizamos con los movimientos sociales que propugnan la proclamación de la República, o Republicas, dentro del marco político de la Unión Europea, exigiendo la liberación de los presos políticos.
Dichas cartas han tenido una gran repercusión nacional e internacional y han sido profusamente publicadas por algunos medios -unos criticándolas y otros justificándolas- lo que los hace a estos últimos cómplices de los presuntos delitos que de dicha actuación sediciosa pusiesen derivarse.
Hacemos un llamamiento al gobierno, a los partidos democráticos, organizaciones sindicales y movimientos sociales para que inicien las actuaciones necesarias contra los injustificables hechos anteriormente citados, presuntos delitos cometidos por los firmantes de las cartas, a fin de poner freno a la creciente actividad monárquico fascista, propulsada por una ultraderecha agresiva, que está contaminando las instituciones y la vida pública con grave riesgo para la paz.
6 de Diciembre de 2020
Adhesiones, enviadlas al e-mail: [email protected]
Primeros colectivos y asociaciones adheridas al manifiesto:
Colectivo de militares republicanos ANEMOI
Unidad Cívica por la República (UCR)
Asociación Civil, Milicia y República (ACMYR)
Colectivo Republicano de Redondela
Ateneo Republicano de Binéfar y Comarca
Republicanos de Torrelodones
Asamblea Republicana de Vigo