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Contrasindicalismo de Facebook

Fuentes: Atlántica XXII

«Acabar con el nepotismo, el clientelismo y los estómagos agradecidos», ya que «no es de recibo que una federación sindical despida a varios trabajadores y después alardee de un presupuesto de un millón de euros para sus actos de centenario». Estas fueron algunas de las palabras que levantaron ampollas, pero hubo más: «Es intolerable que […]

«Acabar con el nepotismo, el clientelismo y los estómagos agradecidos», ya que «no es de recibo que una federación sindical despida a varios trabajadores y después alardee de un presupuesto de un millón de euros para sus actos de centenario». Estas fueron algunas de las palabras que levantaron ampollas, pero hubo más: «Es intolerable que a la vez que se recortan las plantillas en las federaciones l@s ejetiv@s de las mismas se suban los salarios». Y también: «Es inadmisible mantener liberad@s sin empresa y sin oficio conocido, ya que a su total desconocimiento de las condiciones laborales en el día a día del trabajador se une la necesidad de mantener sus privilegios a costa de lo que sea».

El autor de estas palabras es Pablo Álvarez Fernández, que hasta el pasado mes de mayo ejercía como delegado de prevención de riesgos laborales de Duro Felguera en el taller de Barros (Felguera Construcciones Mecánicas) por la Federación del Metal, Construcción y Afines (MCA) de UGT-Asturias. Álvarez decidió el pasado 9 de diciembre de 2012 publicar en su muro personal de Facebook lo que pensaba de las prácticas y los despilfarros económicos de algunos representantes de la comisión ejecutiva de MCA-UGT Asturias que convocaban movilizaciones «contra los recortes y los desmanes del Gobierno». «Es lamentable ver cómo algún@s han aplicado recortes dentro de nuestro sindicato para aprovechar la coyuntura y librarse de las voces discordantes y críticas», advertía.

Álvarez animaba a otros afiliados a que abran los ojos, pierdan el miedo y denuncien este tipo de comportamientos para evitar que, en el futuro, los trabajadores queden «en el desamparo más absoluto y con la imagen sindical totalmente devaluada». «Cuando los sindicatos hagamos autocrítica, limpieza y recuperemos nuestra esencia, ese día l@s trabajador@s empezaremos a recuperar lo que nos ha quitado la codicia de un@s y el destintéres de otr@s», afirmaba.

La respuesta no se hizo esperar. El 2 de enero de este año, le comunican que la ejecutiva de MCA en Asturias había decidido trasladar su caso a la comisión de garantías nacional de UGT. La misma, asegura, ni siquiera entrevistó a los testigos que él había presentado, tras lo cual fue sancionado con la inhabilitación de cargos durante seis años por deslealtad al sindicato. «No me expulsaron para que siguiera pagando la cuota de afiliado», indicó Pablo Álvarez, para quien éstos «se amparan en que la militancia debe ser obediencia ciega».

Álvarez considera que tanto él como los compañeros que quisieron mostrar su apoyo a través de las redes sociales han sufrido algún tipo de represalia por parte de la directiva de la federación. Este es el caso del ex vicesecretario general de UGT-Asturias, Severino Fernández Pérez, que el pasado 25 de marzo envió una carta a las federaciones y uniones comarcales de Asturias donde manifestaba que había dimitido de su cargo para evitar presiones de MCA. Según comentó el ex diputado del Parlamento asturiano y antiguo secretario general de Minería de UGT Antón Saavedra en el muro de Pablo Álvarez, uno de los principales motivos de la dimisión de Severino Fernández se debió a la ayuda que prestó al delegado de Duro Felguera en Barros para que éste preparara su defensa ante la comisión de garantías. «Toda la cuestión se deriva de un mandato del actual secretario general de MCA-UGT Asturias, Eduardo Donaire, que le dijo al secretario general de UGT-Asturias, Justo Rodríguez Braga: ‘Si quieres seguir de secretario general tienes que cargarte a tu vicesecretario'», relataba Saavedra.

Amenazas y coacciones, como las que también sufrió el abogado y presidente del comité de empresa del sindicato, Carlos Suárez Peinado, parecen ser una práctica habitual dentro de la organización. Una persona cercana a la misma que ha preferido mantenerse en el anonimato explicó a esta revista que hubo incluso miembros que participaban en la vida activa de MCA que fueron invitados a dimitir de su cargo por pulsar la tecla del Me gusta en el Facebook al comentario por el que Pablo Álvarez tuvo que comparecer ante la comisión de garantías. La ejecutiva de MCA habría aprovechado la excusa de los actos del centenario de la federación para convocar en una reunión a algunas de las personas que mostraron su apoyo públicamente en las redes sociales y pedirles explicaciones. También hubo casos de otros a los que, de la noche a la mañana y sin previo aviso, se les retiró el sueldo.

Conflicto de intereses

Álvarez dice sentirse «amenazado a todos los niveles», por lo que, tras buscar asesoramiento jurídico, decidió presentar una denuncia contra MCA en los tribunales «por represión y acoso sindical». El juicio se celebró el pasado 22 de julio en el Juzgado de lo Social de Mieres, y, aunque al cierre de esta edición aún no se había dado a conocer la sentencia, dice no tener muchas esperanzas en que la misma le sea favorable, dado que cree que el abogado que lo representó no era independiente. Esto se debe a que, como afiliado, tenía derecho a que le defendieran los servicios jurídicos de UGT, pero le comunicaron que debían proporcionarle otro externo alegando conflicto de intereses. Álvarez asegura que la gerente de los servicios jurídicos de UGT-Asturias, Marina Pineda, tardó más de un mes en asignarle un abogado, por lo que vencieron los plazos hábiles para impugnar su revocación.

Entre las coacciones que dice haber sufrido, hubo gente que lo amenazó por medio del Facebook diciéndole que tuviera «mucho cuidado con lo que hacía», y que durante la misma semana del juicio alguien supuestamente rayó su coche mientras éste se encontraba estacionado en el aparcamiento de su trabajo. Algo similar le había ocurrido ya el año anterior, cuando descubrió que le habían pinchado una rueda.

Pablo Álvarez lleva 15 años trabajando en Felguera Construcciones Mecánicas, filial del Grupo Duro Felguera cuyo cierre fue anunciado hace unos meses por la empresa. Entre 2003 y 2010, ejerció como delegado del comité de empresa por MCA. Sus primeros enfrentamientos con el sindicato comienzan cuando muestra su disconformidad con las decisiones que toman los responsables de la sección sindical de UGT en el taller de Barros, sin el consenso del resto de trabajadores y afiliados. Durante las elecciones del comité de empresa de 2010, sale elegido en segunda posición, pero pasa, sin embargo, a ocupar la cuarta plaza de la lista como delegado de prevención por medio de una argucia. Poco después de criticar a los miembros de su sección sindical por connivencia con la empresa por impedirle realizar inspecciones de seguridad previstas por la ley, empieza a publicar comentarios en Facebook contra ellos y contra la dirección de MCA, aunque sin citar ningún nombre.

A la situación que ha tenido que sufrir tanto Pablo Álvarez como otros afiliados o miembros que han desempeñado algún cargo en MCA y aún creen en la defensa de los derechos de los trabajadores se une la opacidad total en las cuentas. Los críticos con la gestión actual de la federación asturiana lamentan que el sindicalismo en UGT se haga tomando cañas en un bar al lado de la sede, cenando en restaurantes caros, durmiendo en hoteles de cinco estrellas y teniendo un buen padrino.

PABLO ÁLVAREZ, EX COORDINADOR DE JUVENTUD DE UGT, SUSPENDIDO DE MILITANCIA

«Me intentaron sobornar para que me callara»

F. Romero.

Pablo Álvarez entró en UGT en 2003 por tradición familiar. Trabajador de Duro Felguera y delegado del comité de empresa, fue coordinador de Juventud del sindicato en Asturias. Viajó por toda España y despachó directamente con Eduardo Donaire. Ahora es un disidente.

¿Hay incoherencia entre la teoría y la práctica en UGT?

Sí. Al cabo del tiempo me di cuenta de que se hablaba lo que la gente quería oír y nada más. Hay líderes, buenos oradores como Lito con el que es fácil empatizar por su discurso firme y coherente. Esto ocurre en la época de bonanza económica pero cuando llegan las vacas flacas llegan los problemas. Aquello era exagerado. Regalos carísimos, comilonas, cenas… mucho dinero. Era un despropósito.

¿Qué cambia con la crisis?

En el ámbito de los conflictos laborales veo que todo lo que se nos había aleccionado en pos de la lucha contra la reforma laboral es papel mojado. Observo que hacen lo mismo dentro de la organización que los empresarios y luego ibas con alguna problemática al puesto de trabajo y ellos no querían saber de ella. Solo quieren afiliación pura y dura, porque a más afiliación más ayudas del Gobierno. Y llega un momento y digo: sí, yo afilio a gente pero, ¿qué les ofrezco? Y siempre tiran de lo mismo: la asesoría jurídica.

Y usted se cabrea y se convierte en la oveja negra…

Sí. Protesto y digo que muy guapo lo que se hace con la gente joven pero que había que ser coherente y que la palabrería era palabrería y decido dimitir. Les dije que no me parecía lógico de un sindicato lo que hacían, por ejemplo en mi empresa.

¿Qué hacían?

Duro-Felguera plantea un ERE de extinción a pesar de tener 100 millones de euros de beneficio y les acusé de pactar, aquietándose a los recortes de la empresa a cambio de dinero. No negocian por conservar el trabajo sino directamente por las indemnizaciones. Yo quiero el trabajo, no dinero.

¿Y qué pasa cuando se rebela?

Empiezan a sobornarme. Me dicen «no te preocupes que tu no vas a tener ese problema, y si hay reducciones en Duro Felguera hablamos con ellos y nunca te van a tocar y además te damos la secretaría comarcal del Nalón». Yo les dije que no, que no traiciono a mis compañeros y me gusta dormir tranquilo y no me voy a vender por eso. Y dimití. Y es que en mi sección sindical hubo pactos gordos y dejan a la gente en la calle a cambio de horas sindicales o categorías. Eso es vender a los trabajadores. El problema es que Donaire tiene a la hija trabajando en Duro Felguera.

¿Mucho liberado?

Es un problema general que también pasa en CCOO. No era coherente tener liberados en la empresa. Esa gente hace lo posible para no bajarse del carro porque no tiene a donde ir y entonces se vende. No tiene ideología ni principios.

¿Hay nepotismo en UGT?

Mucho. Lo critiqué también. Si coges los DNI de la gente joven llegas al padre, al tío, al sobrino. Es exagerado. No hay nadie por valía, salvo unos pocos casos que como sean respondones enseguida les apartan. Les critiqué por eso desde las redes sociales y me castigaron.

¿Qué opina del ERE en UGT?

Es lamentable. Yo di mi apoyo a los trabajadores afectados y eso les dolió mucho porque ellos no admiten la crítica ni la libertad de opinión y si te sales del ramal estás jodido. Es un tema duro porque hay gente trabajando en UGT a los que se les paga en dinero negro, 400 o 500 euros. Muchos de los del ERE están colocados a dedo en UGT y les cuesta mucho dar el paso e impugnar. Se amparan en lo que llaman militancia, pero es esclavismo. Les dicen que aguanten sin cobrar y les prometen que les contratarán en el futuro. Si no lo haces no te vuelven a contratar. No se atreven a denunciar.

¿Ha habido dentro de UGT recortes en gastos para evitar llegar al ERE?

Yo estuve en una reunión en donde plantean despedir a un compañero que llevaba 20 años y acto seguido, el siguiente punto del orden del día, los actos del centenario del MCA, en los que tenemos un millón de euros presupuestado, ¡¡un millón!! Y el que lo dijo no se puso rojo. Es muy sangrante. Y luego deciden subirse los salarios, y se los subieron. Solo dos de la ejecutiva fueron contrarios a ello.

¿Cómo se financia la Federación del Metal?

Por cursos de formación. Tienen una empresa paralela que se llama Meconaf 2003 SL dirigida a formar sindicalistas y cuyos máximos accionistas son Manuel Fernández Lito, Eduardo Donaire y uno de los hijos de Lito, además de otros miembros de la ejecutiva. Es una empresa que ellos mismos crearon pero esa empresa jamás impartió formación en los diez años que yo estuve. Es una empresa tapadera para meter dinero. Se puede comprobar en Internet.

¿Hay corrupción en UGT?

Sí, lo tengo clarísimo. Ahora sale mucho lo de Andalucía pero esa es la manera de actuar en todas las Comunidades. El dinero de formación se desvía y esta gente se lucra con él. No hay una auditoría pública del sindicato y los únicos que se niegan a la Ley de Transparencia son la CEOE y UGT y CCOO. No quieren justificar lo que hacen con el dinero. Tienen una estructura que es una tela de araña y si los jefes no quieren no participas y en los congresos siempre llevan gente afín. Es una organización antidemocrática e inmovilista. Antes de ir a un congreso nos citaron y nos dijeron que había que votar una cosa y el que fuera a votar lo contrario no iba. Los sindicatos tienen que existir pero no así, honrados, luchando por los derechos de los trabajadores y no por enriquecerse.

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