El pasado 25 de febrero se celebraron en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) las jornadas de debate «Guerra, ocupación y resistencia en el Próximo Oriente», organizadas por la plataforma «Aturem la Guerra» en conmemoración del tercer aniversario del inicio de la guerra de Irak. Los ponentes fueron, en orden de participación: Joan […]
El pasado 25 de febrero se celebraron en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB) las jornadas de debate «Guerra, ocupación y resistencia en el Próximo Oriente», organizadas por la plataforma «Aturem la Guerra» en conmemoración del tercer aniversario del inicio de la guerra de Irak. Los ponentes fueron, en orden de participación: Joan Roura, corresponsal de TV3 en Oriente Próximo; Carlos Varea, coordinador de la Campaña estatal contra la Ocupación y por la Soberanía de Irak; Roser Palol, representante de la plataforma «Aturem la Guerra»; Alys Elica Zaerin, activista de «Stop the War Coalition» (Gran Bretaña) y, por último, Juan Torres, padre de un soldado norteamericano muerto en Afganistán y miembro de la organización «Goldstar Families for Peace» (EEUU).
El periodista Joan Roura fue el primero en intervenir y su ponencia giró en torno al conflicto entre Israel y Palestina, aunque hizo también referencias breves a otros países de la zona, como Afganistán, Líbano o Irán. Roura dirigió una contundente crítica al papel de los medios de comunicación occidentales en su tergiversación de las bases del conflicto, poniendo siempre el acento en las dificultades para la paz por parte del bando palestino y pasando por encima de las responsabilidades del gobierno y del ejército israelí en el fracaso de las negociaciones. Puso como ejemplo el papel de «obstáculo para la paz» que adjudicó la prensa y los gobiernos occidentales al difunto Yaser Arafat, mientras paralelamente Ariel Sharon era presentado ante la opinión pública como un dirigente que quería hacer las paces con los palestinos, cuando lo cierto es que el primero hacía una concesión tras otra al Estado israelí y el segundo se dedicaba a construir el muro de separación entre las dos comunidades, muro que condena a los palestinos a un sistema similar al régimen de apartheid anteriormente existente en Sudáfrica.
En cuanto a la victoria de Hamas en las pasadas elecciones, Roura denunció el doble rasero que existe en los análisis por parte de Occidente de la violencia de unos y otros. Si es verdad que Hamas tiene una rama militar que organiza ataques terroristas contra civiles israelíes, no es menos cierto que Israel practica terrorismo de Estado contra los resistentes palestinos, hecho que no se critica con la misma contundencia. Hamas ha crecido en popularidad conforme iban fracasando, uno tras otro, los intentos de acuerdo. Mientras que la Autoridad Nacional Palestina se conformaba sólo con el 22% del territorio los asentamientos de colonos judíos en los territorios palestinos se han duplicado. 372 «checkpoints» (puntos de control del ejército israelí), en los que las humillaciones de los soldados son constantes, reducen las poblaciones palestinas a auténticos bantustanes. No es de extrañar, por lo tanto, que la población palestina haya acabado votando a Hamas.
Carlos Varea, coordinador de la Campaña Estatal contra la Ocupación de Irak, criticó la opinión de que existe ahora mismo, en Irak, una situación de guerra civil. Por el contrario, a su juicio se están dando pasos de entendimiento entre las dos confesiones religiosas, chiíes y sunníes, para hacer frente de forma conjunta a la ocupación militar del país. Lo que existe es un enfrentamiento entre resistentes y colaboracionistas, independientemente de sus creencias religiosas. EEUU está padeciendo una derrota y una situación de empantanamiento militar, hasta el punto de tener que recurrir a los bombardeos aéreos y navales para combatir a la resistencia y reducir en lo posible el número de soldados norteamericanos muertos.
Varea hizo hincapié en que hay que distinguir a la resistencia legítima, a la cual se le debería reconocer internacionalmente el derecho a defender su país de la ocupación extranjera, del terrorismo practicado oscuramente por Al Qaeda y su supuesto líder, Al Zarqaui. Apuntó dos datos que permiten aportar un poco de luz a este tema: de los aproximadamente 34.000 ataques producidos hasta ahora sólo un 1% corresponde a ataques suicidas o coches bomba, de los que, no obstante, se informa casi exclusivamente en los medios occidentales; y de 14.000 prisioneros de guerra, solamente 300 son extranjeros, lo cual desmiente la creencia de que Al Qaeda dirige la insurgencia contra la coalición ocupante.
Varea, por último, defendió la capacidad democrática del pueblo iraquí, su nivel de conciencia política y puso como ejemplo de la tolerancia y la convivencia religiosas el hecho de que Irak sea uno de los pocos países musulmanes donde todavía existe una comunidad judía autóctona.
Roser Palol, de la plataforma «Aturem la Guerra», hizo un resumen de las actividades que la organización ha impulsado desde el 2003 hasta ahora en relación a la guerra y ocupación de Irak y, en general, de la situación en Oriente Medio. Cada año -dijo- se han ido convocando manifestaciones coincidiendo con el aniversario del inicio del conflicto. Explicó que desde la plataforma se han puesto en marcha campañas de boicot de los productos israelíes y campañas de objeción fiscal contra el gasto militar del estado español, animando al público que había en la sala a practicarla, aprovechando el vacío legal existente sobre este tema. La conferenciante defendió la necesidad de manifestarse contra la ocupación dado que «el pueblo iraquí está ahora mucho peor que antes de la guerra». Anunció que el día 17 de marzo la plataforma convocaría a la población de Catalunya a que se concentrara ante su ayuntamiento correspondiente en protesta por la ocupación de Irak y por las agresiones a los derechos humanos que los EEUU. han protagonizado y siguen haciéndolo en Afganistán, Guantánamo y en la propia Europa con los famosos aviones de la CIA. Por último, anunció que el día siguiente, el 18, será la jornada de repulsa mundial a la agresión norteamericana, saliendo la manifestación en Barcelona de Via Laietana y acabando en Pla de Palau, como es tradicional.
Alys Elica Zaerin, activista de la organización pacifista británica «Stop the War Coalition», dijo que era una vergüenza para ella venir de un país gobernado todavía por el segundo criminal de guerra del mundo, en referencia a Tony Blair, el cual mantiene en Irak 8.000 efectivos del ejército británico. Parece que, después de las mentiras de Bush y Blair sobre las armas de destrucción masiva, estemos asistiendo a una repetición de los mismos argumentos respecto a Irán y la campaña de las viñetas sobre Mahoma. Alys denunció la hipocresía de Occidente respecto al estado iraní. Mientras Irán ha firmado el Tratado Internacional de No Proliferación Nuclear, EEUU e Israel tienen armas atómicas y, en cambio, no han hecho lo mismo. Asimismo, EEUU. es el único país que defiende abiertamente el uso de bombas nucleares, mientras Irán no es un estado que tenga ambiciones territoriales conocidas. Irán tiene en su interior un movimiento democrático de resistencia al régimen islámico, pero no recibe la atención de Occidente, que prefiere el lenguaje de la fuerza al de la negociación. Si las potencias occidentales deciden atacar Irán, la población de ese país retirará su apoyo a dicho movimiento y hará causa común con el régimen, según ella.
Juan Torres fue el último en hablar. Procedente de Argentina -ahora vive en Chicago, EEUU- refirió la historia de su hijo -Juan M. Torres- que, ante las escasas expectativas de encontrar trabajo como contable, decidió alistarse con 17 años en el ejército norteamericano, creyendo que no permanecería en él por un período superior a dos años. Finalmente, se enteró de que iban a ser ocho, cuando fue destinado a Afganistán. Allí denunció ante sus mandos el tráfico de drogas entre las tropas, lo que -según su padre- sería la causa de su muerte, supuestamente suicidado en julio de 2004.
A Juan le dijeron que su hijo había muerto como consecuencia de las heridas que se había producido él mismo en la cabeza, pero cuando vio su cadáver, una vez repatriado, descubrió que su cráneo estaba intacto. Pidió una segunda autopsia y ésta confirmó que la versión oficial no era cierta.
Juan Torres es miembro de Goldstar Families for Peace, organización fundada por Cindy Sheehan, madre de otro soldado fallecido en una guerra provocada por EEUU. Junto a ella y otros padres, se están organizando desde hace tiempo para poner fin a la intervención militar de su país en Oriente Medio. Juan denunció ante el público asistente que el 69% de los militares norteamericanos muertos en Irak y Afganistán pertenecen a las minorías negra e hispana. También que los reclutadores del US Army y de los Marines van siempre a las escuelas de barrios pobres y que, a cambio de papeles, muchos emigrantes ilegales acceden a entrar en el ejército. Son los ricos los que se libran de la guerra. La Corte Suprema ha aprobado que los reclutadores actúen libremente en las escuelas del país. No obstante, Juan es optimista. Bush pierde cada vez más apoyo popular, incluso entre gente que inicialmente era partidaria de la guerra. Se están destapando las mentiras del gobierno y, para Juan, es crucial el papel de la prensa y de la movilización popular en hacer que la opinión pública norteamericana cambie y deje, de una vez, por todas, de ser belicista.