A pesar de sus jugarretas para nuevamente conseguir agredir a Cuba, y de acciones oscuras de otras organizaciones políticas, el derechista Partido Popular (PP) no logró imponer en el Parlamento español un proyecto de Proposición de No Ley dirigido a condenar a la isla caribeña por supuestas violaciones de derechos humanos. Los «aznaristas» del PP […]
A pesar de sus jugarretas para nuevamente conseguir agredir a Cuba, y de acciones oscuras de otras organizaciones políticas, el derechista Partido Popular (PP) no logró imponer en el Parlamento español un proyecto de Proposición de No Ley dirigido a condenar a la isla caribeña por supuestas violaciones de derechos humanos.
Los «aznaristas» del PP vieron este martes como se esfumó su obsesionada idea de atacar a la mayor de las Antillas, cuando el Congreso de Diputados de España rechazó por mayoría el citado proyecto, que pretendía defender a los contrarrevolucionarios que en la nación caribeña cumplen condenas por servir como mercenarios a los conocidos intereses de Washington de derrocar a la Revolución Cubana.
No fueron pocas las maniobras llevadas a cabo por los «aznaristas», ni tampoco debilidades y subterfugios de otras formaciones políticas que intentaron consensuar con el sector más reaccionario de España otra agresión contra la nación caribeña.
Sin embargo, la respuesta oportuna y contundente de la bancada de la Coalición Izquierda Unida-Iniciativa Per Catalunya Verds (ICV) y de otros partidos minoritarios con representación en el Parlamento, integrados en el llamado Grupo Mixto, evitó que el PP se saliera con las suyas, en su empeño de que España mantenga una postura hostil hacia Cuba, y de sumisión a la política anticubana del gobierno de Estados Unidos.
Pero no solo el PP vio truncado su maniobra principal, sino además tuvo que escuchar de boca de diputados españoles, de ICV, Grupo Mixto y de Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), acusaciones en su contra por apoyar la guerra de Washington en Irak, y por omitir pronunciarse sobre las torturas que comete a diario el régimen estadounidense en las cárceles de Abu Ghraib, y de la ilegal base norteamericana de Guantánamo, en territorio cubano.
De similar forma, los representantes del PP recibieron fuertes críticas por hacer silencio cuando en España se habla de las prisiones secretas que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) tiene funcionando en territorio europeo.
También los «aznaristas» fueron denunciados por su doble moralidad, al atacar a Cuba por supuestas violaciones de los derechos humanos, y esconderse cuando se hacen referencias a los atentados perpetrados contra la Isla por el terrorista Luis Posada Carriles, pagado siempre y cobijado hoy por Washington.
Observadores políticos coincidieron que este martes en el Parlamento español se rompió el silencio que sobre ciertos temas tabúes se impone en ese órgano legislativo, mientras el Secretario de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas, quien intervino a nombre de los «aznaristas», tuvo que abandonar su escaño con el rabo entre las piernas, como le ocurrió no hace mucho cuando pretendió armar una provocación en Cuba.