Recomiendo:
2

Crónica sobre las encuestas electoreras

Fuentes: Rebelión

Antes de abordar la redacción de este pasaje o crónica, permitirme añadir, que no por explicación, como por coincidir con la situación actual de Colombia, periodistas, como la colombiana Camila Osorio, radicada en México y columnista de El país.es, explican el estilo de incursionar en recursos, algo recreativos, para abordar temas álgidos, como el de los asesinatos a mansalva de ex combatientes guerrilleros; la no implementación de los Acuerdos con las fuerzas de las entonces activas FARC-EP, que se acogieron al fin del conflicto armado; por la pasividad de una opinión pública internacional, que pareciere también alienada, por una dictadura mediática imperante en Colombia.

Acciones como el uso de monos o cómic, reflejan la tragedia de una narrativa en Colombia, supliendo espacios-más allá de la novela negra- para ser contada una realidad, a un público más amplio, acudiendo a la novela o el relato gráfico, cual vehículo de mayor entendimiento y manejo de la cruda realidad.

Desde mi rincón provincial aporto en el presente histórico de los tiempos, una vivencia así narrada:

Reproducido en youtube encontré: “Completo análisis sobre encuestas…”, en que la señora Alicia Eugenia Silva, destaca la diferencia entre Intención del Voto y Favorabilidad del Voto, centrada en que la favorabilidad de las encuestas respecto a lo presidencial, antes de las elecciones del mes de marzo, se opone a la intención del voto, que es cuando la gente ya ha tomado la decisión de votar por un candidato presidencial, una vez conocido el resultado de las corporaciones públicas de elección popular y esto por cuanto el elector va a conocer el pulso político, de desventajas o ventajas, que acompañaran al candidato presidencial, ungido por la decisión popular. Así planteado, obedece a una aspiración ideal, bajo el predominio de un sistema electoral corrupto, clientelista, de desventaja, de casino, que dirime la suerte de un Narco Estado en ejercicio, en Colombia.

Indiscutible abstraer, si el vuelco de los ingentes dineros del narco paramilitarismo se destinan en estas elecciones de mitaca o se guarda “un resto” para la aceitada de las maquinarias electoreras, al final del vía cruces y sufrimiento en que se ha convertido, el actual debate electoral, para los intereses imperiales y oligárquicos y en que el recurso del fraude esta al orden del día, cual agenda segura, en aplicación de una medida particularmente blanda, de golpe de Estado, contra la decisión popular, en búsqueda a un gobierno alternativo y a la salida política a los conflictos agudos que asolan a la nación colombiana.

Sobre el desarrollo del “Completo análisis…”no me detengo, puesto que obedece a un razonamiento de lo discursivo accidental, no objetivo, por parte de la entrevistada, en particulares administraciones que no resultaron de su favorabilidad.

Remontando a 40 o 50 años atrás, no existía el juego de las encuestas pre electorales. En cada circunscripción existían nigromantes y defensores a futuro sobre los resultados electorales. Se acudía al vaticinio, cual practica de adivinación.

Desde mi primera juventud, asumí la posición política de opositor al excluyente sistema del Frente Nacional, participando, en el trabajo político de una “abstención consiente y beligerante”. Luego la izquierda viró a la participación electoral con replanteamientos ante la lucha armada guerrillera, en el uso y ejercicio con movimientos y partidos alternativos; surgiendo así la Unión Patriótica (UP), El Frente Popular (FP), !A Luchar!.

Como activista opositor, viajaba días antes de las elecciones a la ciudad de Ocaña, a “visualizar objetivamente”, las tendencias electorales. La mejor fuente de información era el Dr. Rafael Salas Heinz, quien con su característico vestir, sacaba un periódico doblado de su saco y con el tilín del lapicero, en torno a un tinto, ostentando fabulosa memoria y sin número de recursos y precisiones, indicaba la suerte de los aspirantes al Consejo municipal y Asamblea departamental, saltando entre números y chispeantes anécdotas. Preveía quien lograba el concejo municipal; quien sonaba para la Asamblea departamental, puesto que conocía a cada aspirante por su gestión; los cargos públicos desempeñados, escogidas partidas del presupuesto, iniciativas desarrolladas. Detentaba todo, haciendo gala de un acumulado de informaciones, aplicada a su propia “base de datos”, cuando aún no se contaba con los recurso o usos digitales.

Con esa “visión” regresaba a Cúcuta, donde el calculador temático era el doctor Gabino Hernández. Tanto él, como el doctor Salas Heinz, moldeadores del liberalismo en usanza. El doctor Gabino Hernández conocía todo el panorama político de Cúcuta y el Norte de Santander. La oposición no contaba en esos engranajes de maquinaria electoral. No era tenida en cuenta para considerar cualquier albur, puesto que simplemente no existía. Por ello, quienes asistían a tal festín no contaban con otra ubicación que la de electoreros por parte nuestra. Éramos unos dedicados en la difusión de los programas máximos y mínimos del movimiento popular, bajo rudimentarias condiciones.

Al día siguiente a las elecciones, madrugaba a estar en las oficinas del doctor Gabino Hernández, quien tan pronto veía asomar al dirigente no ungido con el favor de las urnas, en voz alta le anticipaba:

“…y Qué Pasó?” y el interpelado respondía: “- Pues no doctor, al dirigente de al lado le dieron más cemento y se llevó “mis” votos”.

En tanto en mi cerebro mascullaba: “Exacto. El día de la quema se ve el humo”: 16 de marzo de 2.022

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.