Lo hicieron por la noche y sorprendieron hasta a las propias centrales sindicales que les apoyan. Cuatro trabajadores de Termavi, la empresa concesionaria del movimiento de contenedores en el Puerto de Vigo, se encaramaron a una de las tres grandes grúas del muelle de Guixar y se declararon en huelga de hambre. La empresa quiso […]
Lo hicieron por la noche y sorprendieron hasta a las propias centrales sindicales que les apoyan. Cuatro trabajadores de Termavi, la empresa concesionaria del movimiento de contenedores en el Puerto de Vigo, se encaramaron a una de las tres grandes grúas del muelle de Guixar y se declararon en huelga de hambre. La empresa quiso desactivar esa misma tarde la acción de protesta.
Los operarios forman parte del grupo de nueve que fueron despedidos por la firma que preside Eduardo Davila alegando «cese de actividad», lo que rebaja la indemnización de 45 días por año trabajado a 20. Según ellos, su intención es la de externalizar servicios y empeorar las condiciones laborales. Creen que se trata de una venganza de la directiva porque la mayoría de los despedidos defendieron el convenio colectivo en la última negociación. Alicia Fernández y Fernando Portela, del comité de huelga, aseguraron que no sabían que sus compañeros iban a iniciar la huelga de hambre y justificaron el gesto por la «presión», a la que están siendo sometidos. «No nos han dejado manifestarnos en el muelle, debemos ser los únicos que no podemos hacerlo en nuestro lugar de trabajo. La opción que nos han dejado es venir al edificio del Puerto» aseguran.
Según explicó el presidente del comité de empresa de Termavi, la empresa mantiene su decisión de no permitir que se les suministre agua. Los huelguistas recibieron durante estos días el apoyo de algunos compañeros, que les manifestaron su solidaridad desde las vallas del muelle, al tener prohibida la empresa el acceso al muelle excepto al comité de huelga, según el presidente del comité.
Llevaban cinco días movilizados. El propio presidente del comité, Alejandro Rodríguez, admitía haber pasado un día y medio sin dormir. Piensan continuar con la protesta «hasta que Termavi los readmita». Para evitar que la actividad del Puerto se paralice, la subdelegación del Gobierno en Pontevedra impuso unos servicios mínimos que alcanzan al 65% de la plantilla, formada por 67 personas.
Hasta el día 31 y desde el día 16 estaba previsto que llegasen al Puerto de Vigo 20 barcos con 7.500 contenedores a bordo. Las actividades más afectadas por los paros, según el presidente del comité, son la del transporte de pescado congelado, piezas de automóviles para Citroën, mercancía de Inditex e importaciones procedentes de Asia. La antigüedad en Termavi de los huelguistas despedidos va de los cuatro años a más de diez.