Con la liberación este fin de semana de los opositores Héctor Maseda y Ángel Moya, el gobierno cubano cumple con los acuerdos tripartitos alcanzados con el entonces canciller español Miguel Ángel Moratinos y Jaime Ortega, Arzobispo de La Habana. Las gestiones no fueron fáciles y se dilataron en el tiempo ante la negativa de los […]
Con la liberación este fin de semana de los opositores Héctor Maseda y Ángel Moya, el gobierno cubano cumple con los acuerdos tripartitos alcanzados con el entonces canciller español Miguel Ángel Moratinos y Jaime Ortega, Arzobispo de La Habana.
Las gestiones no fueron fáciles y se dilataron en el tiempo ante la negativa de los propios beneficiados de salir en libertad y preferir permanecer encarcelados.
Acompañado por su esposa Laura Pollán dirigente de las Damas de Blanco, Héctor Maseda en declaraciones a La República, afirmó no haber sido maltratado durante su cautiverio.
Maseda consideró que no hay paralelismo entre lo que está sucediendo en Egipto con una posible rebelión civil en Cuba, dado que para ello serían necesarios «mártires» que sirviesen para instigar los disturbios, afirmó.
Ambos opositores agradecieron las gestiones realizadas para su liberación, tanto por las autoridades españolas como por el Arzobispado de La Habana, basadas en el diálogo sin condiciones con el gobierno cubano.
Los opositores liberados formaban parte del Grupo de los 75, apresados en 2003, acusados por el gobierno cubano de organizar actividades con la preparación y financiación de la Sección de Intereses Norte Americanos en La Habana.
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