Científicos y especialistas aceptaron el reto de compartir sus preocupaciones ambientales con creadores del mundo audiovisual en la tercera Muestra Temática del Cine Pobre Humberto Solás, que concluyó este sábado en la capital de Cuba. «Es muy importante saber que en este cine, pobre en recursos y muy rico en ideas y voluntad, tenemos un […]
Científicos y especialistas aceptaron el reto de compartir sus preocupaciones ambientales con creadores del mundo audiovisual en la tercera Muestra Temática del Cine Pobre Humberto Solás, que concluyó este sábado en la capital de Cuba.
«Es muy importante saber que en este cine, pobre en recursos y muy rico en ideas y voluntad, tenemos un aliado en la defensa y búsqueda de soluciones a los problemas ambientales», dijo a IPS Teresita Tellería, vicepresidenta de Pronaturaleza, sociedad cubana para la protección del ambiente.
Las muestras temáticas comenzaron en 2008 como complemento del Festival Internacional de Cine Pobre Humberto Solás, una propuesta cultural que desde 2003 apuesta por el uso de la tecnología digital para la realización de un cine de bajo presupuesto, pero de alta calidad artística.
De acuerdo a especialistas, las conferencias y debates que conforman la agenda de estos encuentros se han consolidado como «espacios interactivos de reflexión y búsqueda de soluciones a las problemáticas del cine contemporáneo». En esta ocasión, la cita teórica estuvo dedicada a ambiente y género.
Este encuentro permitió que se reunieran profesionales de distintas disciplinas, poniendo de relieve la importancia de trabajar juntos y «crear sinergias entre unos y otros», pues los problemas que afectan al ambiente son cada día más complejos, dijo Tellería.
La muestra, efectuada por primera vez en el Centro Histórico de La Habana Vieja, fue inaugurada el miércoles 13 con el estreno del documental «Niños del presente», realizado completamente por un grupo infantil de Gibara, localidad de la provincia de Holguín, a unos 775 kilómetros de la capital.
El audiovisual fue preparado con apoyo de Unicef para enviar un mensaje de aliento y solidaridad a la niñez de Haití, país azotado en enero por un terremoto de siete grados en la escala de Richter.
«A ellos queremos decirles que no están solos (…), que nosotros también tuvimos momentos muy malos por el cambio climático», dijo a IPS Ernesto Reyes, uno de los protagonistas.
En el material, los niños narran sus vivencias del huracán Ike que sufrió Gibara en 2008. «Nosotros somos los directores, editores, camarógrafos», comentó Ana María Leyva.
Para Sergio Benevenuto, director del certamen de Cine Pobre que anualmente se realiza en Gibara, trabajar con personas menores de edad da la posibilidad de cambiar las reglas de juego en el ámbito educativo-cultural y, al mismo tiempo, fomenta el interés por el cine digital, de bajo presupuesto.
«Ellos nos dan lecciones… Esta obra no fue para nada inducida. Decidieron un tema ambiental asociado a sus sentimientos, a su propia tragedia y también a la sensibilidad hacia otros niños que están viviendo una catástrofe tal vez peor», declaró a IPS.
Entre las películas exhibidas en la muestra, llamó especialmente la atención «Flash Forward», realizada en 2005 por el cubano Arturo Infante en Budapest.
Ese cortometraje plantea una visión futurista de La Habana en 2026, superpoblada, atravesada por un metro, sometida a muy bajas temperaturas y fuertes nevadas y con barrios populares convertidos en pujantes centros comerciales.
«DeMoler», de Alejandro Ramírez, retrata el sentir del trabajador azucarero ante el desmantelamiento de un central por la reducción de esa industria. Junto con «Revolución azul», de Diego Fabián Archondo, acerca de la introducción del pez claria (Clarias gariepinus) en Cuba, pusieron sobre la mesa temas que preocupan a la sociedad cubana.
En tanto, los daños ocasionados al mar, ríos y fuentes de agua potable y la necesidad no sólo de aumentar el papel de los medios de comunicación en la educación ambiental, sino también de abrir un espacio a la participación ciudadana, provocaron polémicas en las sesiones matutinas del viernes 15, sobre «Medio ambiente y agua».
«Sólo la denuncia de aquello que seguimos haciendo mal puede ser útil», dijo el fotógrafo Jorge Larramendi, quien exhortó a las autoridades ambientales a otorgar los permisos requeridos a aquellos realizadores que pretenden hacer obras que reflejan los problemas ecológicos y los errores cometidos.
«El arte no puede cambiar un país, pero sí puede cambiar actitudes», dijo la actriz Luisa María Jiménez, partidaria de llevar a espacios más amplios el debate sobre el impacto ambiental de la acción humana y la censura de su reflejo en el arte y en los medios de comunicación. Como en ediciones anteriores, la muestra incluyó debates sobre género y roles femeninos, la diversidad sexual, la independencia y alternatividad del audiovisual contemporáneo y un espacio especial dedicado a la temprana visión de género en el cine de Humberto Solás (1941-2008).
La muestra «es un gran reto para los que le han dado continuidad a las ideas y a todo lo que Humberto legó para la cultura cubana», dijo a IPS el viceministro de Cultura, Julio Ballester, quien dijo haber asistido de manera «casual» a uno de los debates sobre violencia de género y feminismo en Cuba.
Tras reconocer que la isla está viviendo «un momento financiero complicado», consideró necesario «buscar alternativas para seguir haciendo cosas importantes».
«Tenemos que lograr que el esfuerzo que se haga en momentos tan difíciles sea con la misma calidad con que Humberto Solás hizo cine. Es decir, que se utilicen los recursos para hacer cosas que perduren y, además, que nos enseñen», afirmó el viceministro.
* Con aportes de Dalia Acosta
Fuente: http://cubaalamano.net/sitio/client/report.php?id=1202