Luciana Izquierdo Torres tiene cuatro años y vive en el municipio de Bahía Honda, en la costa norte de Artemisa, provincia colindante con la capital cubana a donde viajó hace menos de un mes acompañando a su madre embarazada.
Pero estar lejos de casa no le impidió recibir su primera dosis de la vacuna cubana Soberana 02, como parte de la campaña pediátrica anticovid, iniciada este mes de septiembre en la nación caribeña.
«En el policlínico Girón, del municipio Cerro, me dijeron que no importaba su lugar de residencia», explicó a SEMlac Rodolfo Izquierdo, padre de Luciana, mientras la pequeña con alegría afirmaba: «La inyección no duele nada, te pasan un algodón y te pinchan con una aguja, pero no duele nada».
Niñas y niños han vuelto a las escuelas y otros espacios de sus comunidades, este mes de septiembre, solo para beneficiare con esta campaña de inmunización.
A Isis Pérez Barrios, de 5 años de edad, le tocó el pasado sábado. Su mamá la llevó hasta el círculo infantil «Amanecer de América», en el municipio de San Cristóbal, provincia de Artemisa, donde viven. «Fue muy valiente y se siente bien, no hubo ninguna reacción adversa», explicó.
Desde la escuela primaria Juan Triana Pérez le avisaron a Ivette Fernández Sosa el día y la hora en que le correspondía la vacunación a su pequeño de 8 años. El jueves 16 de septiembre, ella y su niño Fabián Martínez acudieron a la institución, en el horario previsto.
«Una vez allí, encontramos visibles en las pizarras la información sobre las fechas de las dos dosis restantes. Realmente el proceso se demoró en relación con la hora pactada, pues son varios los protocolos a seguir; pero ese tiempo fue útil para que los niños se relajaran y conversaran entre ellos, lo que no habían hecho en muchos meses», comentó Fernández.
«Al niño le habían explicado la importancia de inyectarse. Le dijimos lo que era relevante para nosotros: que con la primera de esas tres dosis su cuerpo enfrentaría mejor a la Covid-19 en caso de enfermarse, que quienes habían fabricado Soberana 02 eran los mismos científicos que habían hecho las otras vacunas que recibió antes contra otras enfermedades», explicó la madre de Fabián.
«También le explicamos que, con estas inyecciones, todos en la familia quedaríamos más protegidos y él no estaría en desventaja», dijo.
Agregó que el trato fue muy bueno y paciente para con los niños, que el tiempo de espera reglamentario posterior se cumplió y los doctores ofrecieron respuestas oportunas a las dudas y preguntas de los padres sobre la vacuna.
Para Niuris Espinosa Rodríguez, de 38 años y residente en Centro Habana, en la capital, es una tranquilidad que su niña Linet Morales Espinosa y su hijo Lazbert Morales Espinosa, de 9 y 11 años, respectivamente, recibieran esta primera dosis de Soberana 02.
«Es una vacuna nuestra y que protege a mis hijos, confiamos en los científicos y médicos de Cuba», señaló la joven, quien trabaja como manicure en su casa.
Vacunar y minimizar riesgos
Septiembre, el tradicional mes de inicio del curso escolar en Cuba, trajo este 2021 un regreso a las aulas diferente. Más de 2.000 escuelas de todo el país abrieron sus puertas para unirse a la campaña nacional de vacunación contra el SARS-CoV-2 (virus causante de la Covid-19) en niños y adolescentes de 2 a 18 años, lo que coloca a la nación caribeña en el primer país del mundo en asumir ese reto.
El doctor José Moya Medina, representante de la Organización Panamericana y Mundial de la Salud (OPS/OMS) en Cuba, catalogó recientemente como muy importante esta acción, que permite proteger a la población infantil, especialmente en un escenario donde la variante delta del virus incrementa las posibilidades de transmisión y la vulnerabilidad de este segmento poblacional.
Otra singularidad del proceso en la isla es que se realiza con vacunas propias: el esquema combinado de dos dosis de Soberana 02 y una de Soberana Plus, diseñadas por el Instituto Finlay de Vacunas (IFV); y Abdala (tres dosis), creada por el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
La doctora María Elena Soto Entenza, jefa del Departamento de Atención Primaria de Salud del Ministerio de Salud Pública, aseguró el pasado 14 de septiembre, en el programa radiotelevisivo Mesa Redonda, que el proceso de inmunización alcanza a todas las provincias y «transcurre muy bien, con amplia participación de niños y jóvenes, y sobre todo de la familia».
Asimismo, significó que la campaña, iniciada el 3 de septiembre con los estudiantes de los grados terminales, ha sido organizada con mucho rigor y conjuntamente entre los ministerios de Educación y de Salud Pública; y que están garantizados los aseguramientos y las condiciones para su desarrollo conforme a las buenas prácticas clínicas, según los protocolos de salud pública.
Desde el 5 de septiembre la vacunación se hizo extensiva a todas las edades y territorios de forma escalonada, por lo que actualmente tanto los niños de dos a 11 años, como los adolescentes de 12 a 18 iniciaron el proceso de inoculación.
Cuba acumulaba al cierre del 16 de septiembre más de 17 millones 498.000 dosis de vacunas administradas, incluidas las de menores de edad.
Llegar a este momento requirió de estudios exhaustivos para determinar la seguridad, reactogenicidad e inmunogenicidad en edades pediátricas de las vacunas cubanas, que ya habían probado su seguridad y eficacia en la población adulta.
Soberana-Pediatría fue el nombre que adoptaron los ensayos clínicos Fase I/II con los fármacos creados por el IFV e incluyeron a 350 niños y adolescentes entre tres y 18 años de edad, que cumplieran con los criterios de selección, contaran con el consentimiento de participación de los padres y el asentimiento propio, en el caso de los adolescentes.
El 10 de junio, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (Cecmed) aprobó dichos estudios y cuatro días después comenzó la inclusión y vacunación de los primeros adolescentes en varios centros médicos de La Habana.
Durante la investigación no se reportaron eventos adversos graves ni severos y, en general, los indicadores demostraron que las vacunas de la línea Soberana son seguras para su administración en estas etapas de la vida.
Después de dos dosis de Soberana 02, el 99,3 por ciento de los niños de tres a 11 años y el 92,9 por ciento de los de 12 a18 tuvieron una respuesta de anticuerpos que supera en cuatro veces el nivel de prevacunación. En tanto, todas las variables inmunológicas experimentaron un incremento significativo, luego de la tercera dosis con Soberana Plus.
Estos resultados hicieron posible que el 3 de septiembre el Cecmed aprobara la autorización de uso en emergencia de Soberana 02 en la población pediátrica, a partir de los dos años de edad.
Sin embargo, ese no fue el único estudio. El primero de julio el CIGB recibió luz verde de la autoridad reguladora nacional para llevar adelante el ensayo clínico fase I/II con la vacuna Abdala en la población pediátrica, denominado Ismaelillo, en alusión al libro de versos que el Héroe Nacional de Cuba, José Martí, dedicara a su hijo.
La investigación se desarrolló en la central provincia de Camagüey, a 540 kilómetros de la capital, e incluyó a 592 niños y adolescentes entre tres y 18 años, también bajo determinados criterios y con el consentimiento de los padres. Adicionalmente, requirió la firma del asentimiento para los mayores de 12 años de edad.
Si bien oficialmente no han sido reportados los resultados de estas indagaciones en la población infantil, los especialistas e investigadores a cargo de su conducción señalan que esta vacuna tampoco ha tenido eventos adversos graves ni severos durante su aplicación en este grupo etario.
En Cuba, desde el inicio de la epidemia, en marzo de 2020, hasta el 17 de septiembre de 2021, un total de 140.960 menores de 18 años se contagiaron con el SARS-CoV-2, pero 95 por ciento de ellos ha logrado vencer la enfermedad.
Sin embargo, las autoridades sanitarias de la isla alertan a diario sobre la necesidad de no confiarse y proteger a los menores, entre los cuales más de mil casos positivos son informados cada jornada.
La vacunación contribuirá a minimizar el riesgo de llegar a estadios graves de la enfermedad, pero la prevención y las medidas higiénico sanitarias continúan como la principal vía para evitar la Covid-19. Un llamado reiterado de las autoridades sanitarias es cuidar a infantes que no llegan a los dos años de edad, un grupo que todavía no ha comenzado a vacunarse.