Cuba, no obstante el asfixiante bloqueo de Estados Unidos, está lista para enviar a precios solidarios, decenas de millones de dosis de sus vacunas contra la covid-19, a países de bajos ingresos.
Así se anunció el 25 de enero por altos directivos del Ministerio de Salud Pública y de la industria biotecnológica cubanos en una conferencia internacional organizada en La Habana por una delegación de la Internacional Progresista(IP) (https://bit.ly/34dwm5i), que viajó a la isla con el propósito de conocer pormenores sobre la creación y producción de sus tres vacunas y sus dos candidatos vacunales, así como promover su conocimiento y socialización en el Sur Global ante el avance arrollador de la covid y la obscena e injusta desigualdad que en la inmunización, sufren los países pobres. Cuba, con sus inmunógenos Abdala, Soberana 02 y Soberana Plus, es el primer país de América Latina y el Caribe en lograr sus propias vacunas y con ellas, además, conseguido convertirse en el primer país del mundo con más dosis aplicadas por 100 habitantes, por delante de Chile, Emiratos Árabes Unidos y China. A la alta eficacia de los antígenos cubanos, su decisivo papel en la contención de la pandemia en la isla y a los productos y protocolos cubanos contra la covid dedicaremos la segunda parte de esta entrega.
A la conferencia asistieron periodistas, fabricantes de vacunas, expertos en salud pública y representantes políticos de otros países quienes recibieron una explicación y formularon preguntas a los representantes cubanos. Además de los precios solidarios para países de bajos ingresos, Cuba reiteró que también realizará transferencia de tecnología para producción local en aquellas naciones donde existan condiciones, como ha hecho ya en los casos de Vietnam e Irán. De igual forma, considerando que hay países donde no existe suficiente personal calificado ni infraestructura para realizar una vacunación masiva, La Habana ofrece enviar allí, o ampliar, sus brigadas médicas del Contingente Harry Reeve ya existentes en esos lugares, para ofrecer formación y asesoría al personal que llevará a cabo las campañas de vacunación en los Estados y territorios asociados a esta iniciativa. Esto es muy importante, pues tanto la organización humanitaria CARE como la Organización Mundial de la Salud(OMS) han alertado sobre las vacunas que no pueden llegar a los brazos de sus destinatarios en ciertos países pobres por no existir la organización y la capacidad necesaria para el despliegue y aplicación de los inmunógenos. En lo referente a la transferencia de tecnología, ya Cuba está en conversaciones con más de 15 países para producir vacunas en sus instalaciones. Las vacunas cubanas están basadas en plataformas de subunidades de proteínas ya probadas a lo largo de los años, lo que hace muy fácil su almacenamiento pues no requieren de temperaturas de congelación.
En esta actividad, Cuba tiene una exitosa experiencia. Por ejemplo, en 2014 y 2015, médicos cubanos, a solicitud de la ONU y la OMS, trabajaron contra el ébola en Guinea, Sierra Leone y Liberia, donde redujeron la mortalidad de los pacientes de 50 a 20 por ciento e introdujeron un eficaz programa de educación preventiva para impedir la propagación de la enfermedad. En enero de 2015, Cuba había entrenado alrededor de 13 mil personas para enfrentar el ébola en 28 países africanos, además de 68 mil en América Latina y 68 en el Caribe. Desde el comienzo de la pandemia unos 40 países y territorios en 5 continentes han recibido brigadas médicas cubanas para combatir el mal.
En su turno en la conferencia, David Adler, coordinador general de la IP y jefe de su delegación a Cuba expresó: «Los anuncios realizados hoy por científicos cubanos deberían marcar un punto de inflexión histórico en la historia de la pandemia de la Covid-19. Este paquete que salva vidas marca la pauta del internacionalismo de las vacunas y el camino hacia un Nuevo Orden Internacional de la Salud, en el que la salud pública y la ciencia se sitúan por encima del beneficio privado y el nacionalismo mezquino.»
Hace unos días la IP, que agrupa a miles de activistas de izquierda en el mundo, denunció que el banco holandés ING, plegándose a la aplicación extraterritorial del bloqueo a Cuba por Washington, había bloqueado los fondos destinados al viaje de su delegación a la isla. Este es un buen ejemplo del contraste entre la tradicional política solidaria de Cuba con los pueblos y el criminal cerco estadounidense contra la isla, que Washington, en un acto de cinismo sin límites, aduce que su objetivo es defender los derechos humanos y castigar a los líderes cubanos. Es evidente que no conforme con su intento de matar por hambre y enfermedades a la población de la isla, también busca impedir que sus vacunas puedan proteger la salud de millones de personas y salvar infinidad de vidas en el planeta.
Twitter: @aguerraguerra
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