Cuba responsabilizó este lunes al presidente Barack Obama del «infame» rechazo de la Corte Suprema de Estados Unidos a examinar el caso de cinco cubanos condenados en 2001 bajo cargos de espionaje, según una declaración oficial. «Los jueces hicieron lo que les pidió la administración de Obama (…) Una vez más se manifiesta la arbitrariedad […]
Cuba responsabilizó este lunes al presidente Barack Obama del «infame» rechazo de la Corte Suprema de Estados Unidos a examinar el caso de cinco cubanos condenados en 2001 bajo cargos de espionaje, según una declaración oficial.
«Los jueces hicieron lo que les pidió la administración de Obama (…) Una vez más se manifiesta la arbitrariedad de un sistema corrupto e hipócrita y su cruel ensañamiento con nuestros cinco hermanos», señaló el texto emitido por el presidente del Parlamento, Ricardo Alarcón.
La Corte estadounidense rechazó el caso «ignorando el reclamo de la humanidad y su obligación de hacer justicia», indicó la misiva al referirse a cartas enviadas por académicos, militantes de izquierda y otras personalidades, entre ellas 10 premios Nobel, para interceder por los cubanos presos.
«La lucha debe multiplicarse hasta obligar al Gobierno norteamericano a poner fin a esta monstruosa injusticia y devolverles la libertad», subrayó.
La sentencia del máximo tribunal estadounidense selló la decisión tomada por una Corte de Apelaciones, que rechazó abrir un nuevo proceso a los cinco cubanos luego de que tres jueces en Atlanta habían ordenado en 2005 reabrirlo.
Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, René González y Fernando González fueron detenidos en 1998 y condenados por un tribunal de Miami a penas que van desde 15 años de cárcel a cadena perpetua.
Cuba, que afirma que el juicio fue injusto por haberse realizado en Miami, bastión del anticastrismo, admite que los cinco son sus agentes, pero argumenta que vigilaban para neutralizar acciones «terroristas».
El mandatario de Cuba, Raúl Castro, se ha declarado dispuesto a un canje de opositores presos por los agentes considerarados «luchadores antiterroristas» en la isla, pero Estados Unidos lo rechazó.