El avance de la pandemia de la Covid19 en Estados Unidos parece indetenible y el país está entrando en una terrible etapa, la que no terminará cuando concluya la epidemia, porque después nada será igual, ni para ellos ni para el mundo. La gran crisis anunciada desde hace años ha sido acelerada por la pandemia, solo que ahora será también una profunda crisis humanitaria. La administración de Trump pese a que a finales de diciembre del pasado año conoció de la existencia del virus en China, no adoptó ninguna medida para enfrentar tal epidemia. Durante tres meses el presidente Trump se dedicó a burlarse y denigrar de la China y a considerar al nuevo coronavirus como el «virus chino», lo que alentó la xenofobia y el racismo entre los estadounidenses. La administración con miras electorales erráticamente intentó priorizar la economía olvidando a las vidas humanas. Su mala gestión con seguridad provocará una gran crisis humanitaria además de una profunda crisis económica mundial.
En el país más rico y poderoso del mundo la situación se ha caotizado. Gracias a la política errática del gobierno de EE.UU. en solo 55 días la cifra de infectados saltó de 11000 a 306000 con más de 8 mil fallecidos. El país se convierte en el epicentro de la pandemia a nivel mundial. El presidente ha indicado que en las próximas semanas se espera la muerte de 100 a 250 mil estadounidenses. Supongo que por primera vez su Administración ha tenido en cuenta los sectores de riesgo como son los 500 mil ciudadanos que viven en las calles, los 37 millones que no poseen un seguro médico, los 11 millones de indocumentados que no se atreven a ir a un hospital por miedo a ser detenidos y deportados.
La historia responsabilizará a Trump por sus gravísimos errores, pero él solo no es culpable. En la mayoría de los grandes centros de poder capitalistas occidentales han colapsado los sistemas de salud y se hallan sumidos en la desorganización, el egoísmo y la ausencia de solidaridad, con sus economías haciendo agua por todos los lados y el creciente terror de los grandes centros financieros especulativos. La política neoliberal imperante en todo el mundo desde la década del 90 del pasado siglo, provocó que se debilitaran las instituciones de la salud pública a favor de los hospitales y clínicas privadas, lo que ha sido una de las principales causas de este desastre. En EE.UU., se sumó la patente de corso que se les dio a las empresas de seguros y a las farmacéuticas para esquilmar al pueblo. El sistema de salud pública de EE.UU. es el más caro y deficiente de todos los países desarrollados. Ha sido absolutamente incapaz de resistir el embate de la pandemia. New York es un ejemplo de esto. Allí además del alto número de enfermos y de fallecidos faltan en los hospitales mascarillas, batas, material de protección para el personal de salud, medicinas y equipos de ventilación artificial.
Los gobiernos de EE.UU. han impuesto durante 60 años un férreo e inhumano bloqueo económico, financiero y comercial a Cuba. Pese a esto, en la Cuba bloqueada, la situación de salud ante la pandemia del Covid19 es otra.
Si no ocurren calamidades imprevistas, Cuba saldrá airosa del enfrentamiento a la Covid19. El país cuenta con un eficaz sistema de salud pública que labora con carácter preventivo, gratuito y universal, estructurado en base a los Médicos de Familia, uno por cada 120 familias, que se hallan vinculados directamente a 426 policlínicos y estos a 284 hospitales con 90 mil camas y 100 salas de cuidados intensivos. Contamos con 95 mil médicos y 70 mil enfermeros, es el país con mayor número de galenos por habitantes.
Con fecha de 5 de abril, Cuba tiene 320 infectados por la Covid19. De 318 se conoce quien o quienes los contagiaron. Y tanto estos como las otras personas con la que tuvieron contacto personal se encuentran ingresados en instituciones de salud como sospechosos. Dos casos aún se encuentran en investigación. Todos los contagiados se hallan en hospitales que cuentan con el personal de salud capacitado y todos los medicamentos y equipos necesarios para atenderlos. Este personal, a su vez, cuenta con todos los medios de protección. De los 320 contagiados se encuentran graves 4 y en estado crítico 8. Han fallecido 8, principalmente por padecer además otras patologías como la hipertensión, diabetes o enfermedades cardiovasculares. Se han dado de alta de los hospitales 15 personas, los que deberán permanecer aislados en sus casas por otros 14 días. Para poder darles el “alta epidemiológica” o definitiva se les harán nuevas pruebas de biología molecular (PCR).
Luego de traer a la Isla unos 2 mil cubanos que se hallaban en el exterior, el país ha cerrado sus aeropuertos y puertos salvo para las actividades de comercio con el extranjero. Ayer solo llegaron a Cuba 13 tripulantes de un avión. En instituciones de salud se encuentran ingresadas 1087 personas sospechosas de contagio, por haber sostenido contactos con quienes la padecen o porque regresaron a Cuba del extranjero. Tenemos unos 18 mil extranjeros hospedados en hoteles y 1700 en hostales privados. Todos aislados y con vigilancia médica permanente. En atención primaria en sus viviendas hay 18 mil ciudadanos. En estos momentos dos Consejos Populares (uno de La Habana y otro de Pinar del Río) se encuentran en cuarentena ligera.
En Cuba los médicos de la familia, el personal de salud del municipio y estudiantes de medicina realizan pesquizajes diariamente casa por casa para detectar los síntomas de posibles enfermos (fiebre, gripe) con especial atención a niños y a adultos mayores. La última pesquisa contabilizó a 9 millones de personas. De esta manera ayer fueron detectados los 19 nuevos casos. El país cuenta con 100 mil kits rápidos que son utilizados con las personas de riesgo para descubrir la enfermedad a tiempo. Si da positivo se les realiza el de biología molecular (PCR), que es mucho más preciso para definir si realmente está enfermo realmente (tenemos 40 mil kits). Ayer se le realizaron las pruebas de diagnósticos PCR a 1200 personas, para un total de 5200. Aunque no se espera se complejice la situación se han preparado otros locales en todo el territorio de la Isla con todas las condiciones por si se sobrepasan las capacidades del sistema hospitalario a causa de que surjan escenarios imprevistos.
Todos
los cubanos pueden hacerse las pruebas para diagnosticar la
enfermedad de manera gratuita. Se les presta una especial atención
médica a círculos infantiles, los hogares de ancianos y maternos,
hospitales siquiátricos y a las prisiones. De manera preferencial
son atendidos los ancianos, priorizando los que viven solos.
Mantienen su actividad los hospitales e institutos nacionales con
pacientes de enfermedades graves.
Se han limitados las
labores en aquellos centros que no son indispensables y continúan
laborando los dedicados a la producción y los servicios vitales. Se
dispuso el trabajo en casa o teletrabajos con los mismos salarios.
Cada día se reúne el Consejo de Ministro por el Presidente Díaz
Canel para adoptar y chequear las medidas dirigidas a afrontar y
disminuir los efectos de la epidemia en la población y en el país.
Se ha jerarquizado la producción de alimentos y medicinas, el
trasporte esencial y en mantener las inversiones principales. Todas
las instituciones públicas entre otras: Banco Nacional, Ministerios
de Trabajo y el de Finanzas y Precios, de manera coordinada han
adoptado medidas para tratar de garantizar las actividades laborales,
los salarios, las pensiones por jubilación, la asistencia social y
los créditos necesarios, con la concepción socialista de que no
quede nadie desamparado.
Se han suspendido impuestos
temporalmente a aquellos empresarios pequeños y medianos cuyas
actividades se hallen afectadas. Entre ellos se encuentran unos 12
mil propietarios de hostales y viviendas que alquilan a turistas
extranjeros. No me refiero al pago de los alquileres de las viviendas
familiares porque la inmensa mayoría de los cubanos son
propietarios de sus casas, por lo que no pagan alquiler y no existe
el desalojo forzoso. Algunos restaurantes y cafeterías han tomado la
iniciativa de ofrecer comida gratuita a todo aquel que no disponga de
alimentos y a los ancianos que viven solos y deben quedarse en
casa.
De igual modo los centros docentes suspendieron las
clases. La televisión ofrece teleclases diariamente, preparadas para
cada nivel escolar por especialistas de los Ministerios de Educación
y de Educación Superior. Las autoridades aconsejan a la población a
mantenerse en sus casas, y salir solo por necesidades como la de
comprar alimentos u otros. Se insiste en mantener las medidas
sanitarias previstas, no hacer contactos cercanos, evitar
aglomeraciones, el lavado constante de las manos, el uso del
nasobuco. En las calles, las personas sin pánico se mueven usando
sus mascarillas. Personal de la policía y las fuerzas armadas
capacitados (sin portar armas) ayudan a mantener el orden,
especialmente en los centros comerciales, en los que se hacen largas
colas ya que solo se permite la entrada gradual de los clientes para
evitar su concentración en el interior de los locales. Todas las
noches a las 9, los cubanos aplauden desde sus casas en como muestra
de agradecimiento y homenaje al personal de salud y a todos los que
trabajan para que el país siga adelante.
Como expresión de la solidaridad humana los valientes y capacitados médicos y enfermeros cubanos en número de 27 mil prestan actualmente su servicio en 65 países, la mayoría de estos son gratuitos. Ahora todos ellos están en las primeras filas del combate contra la pandemia. Cuba, además ha enviado brigadas de personal de salud a 14 países, para enfrentar la epidemia. Más de 45 naciones han solicitado la cooperación cubana y los medicamentos cubanos contra el Covid19, entre ellos el Interferón Alfa 2B Recombinante.
Me uno al clamor de muchos que en el mundo le exigen al gobierno de los EE.UU. que en tiempos de pandemia levante los bloqueos inmorales e inhumanos a Cuba, Venezuela, Irán y Siria. NO al Bloqueo.