A juzgar por lo sabido de las últimas sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento), la economía de este “hervorio caribeño de las ninfas de telúricas cinturas” cuyo nombre es Cuba, se balancea en un cachumbambé… de políticas económicas.
Por supuesto, el imbatible e implacable humor cubano de inmediato se expresó en las redes sociales, tanto en memes como en caústicas expresiones, las cuales hacen recordar al poeta Heberto Padilla , quien versó ya más de medio siglo atrás en su Fuera del Juego:
“Lo primero: optimista.
“Lo segundo: atildado, comedido, obediente.(Haber pasado todas las pruebas deportivas) .Y finalmente
“andar
“como lo hace cada miembro:
“un paso al frente, y
“dos o tres atrás:
pero siempre aplaudiendo”.
Indicio de las oscilantes políticas económicas criollas es este “seguir la pista en el tiempo”, que se hace viral en las redes sociales; más allá de alguna inexactitud cronológica, la cáustica ironía expresa un sentir popular:
-Se penaliza el dólar.
-Se despenaliza.
-Se crea el CUC (unidad de cuentas que sustituyó a la circulación del dólar)
-Se dolariza la economía.
-No se acepta el dólar en la circulación minorista.
-Se dolariza la economía.
– No se acepta el dólar.
-Se desdolariza la economía.
-Se crea el MLC (unidad de cuentas que sustituyó a la anterior unidad de cuentas que fue el CUC).
-Unificación monetaria (supuestamente persiguió tanto ésa como la cambiaria y que devino un fracaso estrepitoso, además de desencadenar un proceso inflacionario si no ya, por lo menos cercano a la estanflación, porque casi van de la mano la moneda inflada y el estancamiento o la recesión económica).
– No aceptan el dólar para protegernos del bloqueo de Estados Unidos.
-Se quejan de tener muchos dólares (parece increíble, pero se dijo por altos funcionarios, en medios de difusión masiva, que no se aceptaba el “billete verde” porque las bóvedas bancarias “rebosaban” de éstos).
– Se desdolariza la economía.
-Necesitan dólares.
-Ponen aranceles en dólares para las formas de gestión no estatal (FGNE).
-Se dolariza parcialmente la economía.
Más o menos así aparece la secuencia del arriba y abajo del cachumbambé criollo en materia de políticas económicas; lo cual se traduce en pérdida de la credibilidad política, algo más que peligroso para el proyecto socialista cubano.
Guste, o no, las redes sociales criollas, algo así como el Ágora de la opinión pública de Cuba, ¿por instinto citan al Antidüring de Federico Engels?:
“Si la conciencia moral de las masas se rebela contra un determinado hecho económico, éso quiere decir que ese hecho económico es injusto, o que han aparecido otros hechos económicos que lo hacen injusto o imposible de sostener. Así, lo que no tiene un contenido económico formal, puede tener un contenido económico real”.
Si “se hacen cuentas”, la reducción media anual del Producto Interno Bruto (PIB), calculado a precios constantes de 1997, tuvo en el 2023 un decrecimiento del 1,9%. O sea, para peor.
Hechos, tercos: Juan Pablo II calificó de “injustas y éticamente inaceptables” a las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos hacia Cuba (bloqueo), que en verdad mucho dañan; pero también es cierto que la tierra de José Martí ha perdido oportunidades y tiempo, mínimo desde el 2000, en una suma de errores ya sabido garrafales.
Por ejemplo, para indignarse fue la virtual destrucción de la agroindustria azucarera a través de la mal llamada Tarea Alvaro Reynoso, por ese nombre una ofensa al legado del sabio agrícola criollo.
Dicha tarea fue como un Rey Midas al revés: “convirtió” a una potencia autosuficiente y exportadora de azúcar en un importador que ni aún así satisface el consumo interno.
Imperdonable es también el retraso en el desarrollo de las fuentes de energías renovables, que hoy se traduce en la presencia de El Apagón en sabe Dios cuántos hogares cubanos.
Ejemplo del balanceo arriba y abajo en la economía cubana es lo que está ocurriendo con las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), muy en su mayoría privadas; su aprobación tuvo mínimo veinte años de retraso; se autorizaron casi cuando “no quedó más remedio”, habida cuenta del arreciamiento del bloqueo; en apenas dos años crecieron hasta más de 11 mil, aunque una meta sería superar las 58 mil existentes en 1968, según el economista Dr. Fidel Vascòs.
Mas ¿qué está pasando? Pues que las medidas recientemente aprobadas por el gobierno y el parlamento desfavorecen a las mipymes que, aunque no guste a ciertas burocracias de “clase en sí y para sí”, están evadiendo con indudable éxito al bloqueo estadounidense.
Según economistas y emprendedores, las medidas – que grosso modo pretenden aumentar la “tajada estatal” -, provocarán reducción de emprendimientos, oferta y aumento de una inflación que ya patea los estómagos de los eufemísticamente llamados vulnerables,en verdad pobres; pobres de pasar hambre y vistos en búsqueda de desperdicios en los tanques colectores de basura, mientras “la conciencia moral de las masas” ¿se rebela?
Parece increíble: un país incapaz de autosuficiencia, endeudado “hasta el cuello”, que a partir de ahora obligará a sus importadores privados a pagar los aranceles en ¡moneda extranjera!
Verdad es: se liberó de esos tributos a seis rubros de importación de alimentos básicos, al tiempo que se toparon sus precios ¿Y los demás?
Sin embargo, lo anterior no oculta una contradicción: no existe un mercado cambiario formal; los emprendedores han de cambiar sus pesos en divisas en el mercado ilegal, porque lo es: lo de “informal” –dice el discurso oficial– es un eufemismo de aceptación a regañadientes. Así es como obtienen los recursos monetarios que les posibilitan importar y además, ¡el Estado cobrará los aranceles en moneda adquirida ilegalmente!
Si por un lado el Estado cubano incurre en contradicción, por el otro Estados Unidos –bloqueo arreciado– no permite realizar a los emprendedores cubanos transacciones con bancos de ese país, lo cual obstaculiza el comercio que por otro lado el gobierno estadounidense sí autoriza; pero entonces, ¿no parece que lo dictado se erige en un autobloqueo? ¿Qué dijo al respecto el premier Marrero Cruz?:
“El 2023 va a ser un año diferente, pero para que lo sea hay que hacer cosas distintas. No bastan la consagración al trabajo y el esfuerzo si no viene acompañado por resultados. Tenemos autobloqueo y hay que hacerle una guerra abierta a las ineficiencias y a la chapucería”.
Con el debido respeto, ¿en qué diferente el 2023 y lo que va del 2024?
El arquitecto devenido premier va por medio año hablando de “errores y distorsiones”, pero sin que la opinión pública criolla disponga una lista elemental, ni parece que el parlamento o la prensa “del patio” la exijan
Cierto es también que sobre los emprendedores privados hay mucha tela por cortar respecto al cumplimiento de sus obligaciones; según Marrero, citado por Granma , están pendientes de abrir 159 306 cuentas bancarias fiscales. Se han impuesto 1 831 multas, 115 regulaciones migratorias, 127 solicitudes de retiro temporal de la autorización para ejercer la actividad y 24 solicitudes de retiro definitivo. “Por arribita”, 942 cuentas pendientes y diez multas por cada uno de los 169 municipios de Cuba.
No obstante, exigir y hasta imponer disciplina no puede significar “botar al niño junto con el agua sucia de la bañera” con medidas que se pronostican por economistas y emprendedores como conducentes a más inflación y más escasez, lo cual ya se observa, cuando no una soterrada rebelión.
Cubadebate realizó una investigación de campo sobre esos particulares, la cual revela que sí existen repentinas escaseces, precios topados que no se respetan, ocultamiento de mercancías y “otras hierbas”, al decir de Cuba.
Tal dígase rebelión está en la genética de La Nación Cubana; en 1603, los hijos de Bayamo se sublevaron a mano armada para defender su “derecho al contrabando” habida cuenta del monopolio comercial expoliador y por real decreto de la Colonia o sus favorecidos. La Historia, siempre, es la más implacable de las maestras.
Kafka se presenta en el “hervorio caribeño de las ninfas”: Cuba, país de secular tradición agrícola, hoy es incapaz de autoabastecerse de pollo y hasta se ha visto obligada a importar ¡huevos!
Bloqueo estadounidense aparte, ¿qué decir de una política inversionista que ha privilegiado las inversiones asociadas a un turismo de “habitaciones vacías” y pésimos resultados, a costa de las inversiones en ciencia e innovación; agricultura, ganadería, silvicultura y pesca; salud?
¿Qué decir cuando la inflación galopante que Cuba sufre –con brutal caída de salarios y pensiones reales–, tiene por “líder” a la provocada por el grave déficit en la producción de alimentos?
Parece irreal: la economista y doctorante Tamarys L. Bahamonde apuntó en una investigación sobre precariedad laboral en Cuba que “calculamos el salario real de los cubanos para 2022 de 2 032 CUP (Peso Cubano), muy por debajo del nominal de 4 219 CUP. Si tomamos 1989 como año base, el salario real de los cubanos en 2022 fue solo de 185 CUP”, en un escenario el que una treintena de huevos no baja de 1000 pesos…y cuesta arriba.
Prueba no, pero sí curiosidad al canto: una reciente encuesta no representativa de la prestigiosa revista Temas reveló indicios interesantes. A la pregunta de “¿qué factores contribuyen a mantener la inflación? Elija los tres principales”, el 90% señaló al déficit de bienes y servicios (producción); el 40 a la tasa de cambio informal y el 38% al bloqueo.
Curioso, que el tan denostado bloqueo –y con razón– haya quedado en tercer lugar: ¿no parece una invitación a no “hablar tanto de bloqueo” y más, mucho más, de ordenar la cosa pública a tenor de leyes que hagan del plan y el mercado aliados y no enemigos? ¿Cuál razón – sustentable sobre la Ciencia Económica – hace de la empresa estatal el principal agente económico cubano y de las privadas un simple “complemento”, insiste el discurso oficial? ¿Por qué no elegir la igualdad de deberes y derechos de gestión?
¿Por qué tanta alarma y medidas respecto a los precios de “los privados”, cuando es vox populi que los estatales son bastante más elevados, diz que a causa de impuestos que se supone se revierten en beneficio social? ¿Es exactamente así? ¿Por qué, cómo, tanto dinero para invertir en turismo y tan poco en agricultura o salud?
Aunque no hay datos públicos, el destacado economista Dr. Julio Carranza apuntó en un artículo que las inversiones en Cuba son principalmente con dinero nacional:
“La concentración de inversiones en el sector turístico e inmobiliario de aproximadamente el 33 % del total que, aunque no hay cifras oficiales respecto a sus fuentes, en diversas ocasiones autoridades de gobierno han expresado que tienen un alto componente nacional, debería ser revisada en función de mayores recursos para las prioridades antes identificadas”.
¿Qué decir de un déficit fiscal monetizado que para este 2024 se pronostica como el segundo mayor del orbe, sólo superado por Ucrania?¿ Se trataron esos espinosos asuntos en las sesiones parlamentarias?
¿Se sintieron representados en las sesiones parlamentarias los alrededor de 800 mil jubilados de pensión menor a los 2 mil pesos mensuales, en un país que requeriría al momento presente un ingreso mínimo percápita decoroso de 30 mil?
Federico Engels, entretanto, advierte: “Si la conciencia moral de las masas se rebela…”
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