Estas eran algunas peticiones que hacían los empresarios murcianos que montaron una red de explotación sexual a menores con un entramado que podría llegar a bastantes más de los 13 acusados actuales.
En el sumario hay muchas pruebas de su pederastia, que ellos han reconocido ante el tribunal, pero a pesar de ser un delito muy grave finalmente estos empresarios quedan en libertad y no irán a la cárcel por ahora, aunque la fiscalía parece que ya ha recurrido por la movilización social.
Demasiados elementos en este proceso cuyo objetivo ha sido más que defender a las víctimas el defender a los acusados: tardanza de 10 años, el acuerdo entre la defensa y la fiscalía, la no declaración de las víctimas menores y la actuación de la jueza, mujer, además, que califica de ejemplar la sentencia y dice que “hay que darles una segunda oportunidad” a los pederastas, claro. Jueza progresista y demócrata ya que pertenece a una Asociación democrática.
A primera vista vemos que además de sentencia patriarcal es también sentencia de clase ya que protege a los ricos que tendrán que pagar ridículas cantidades de dinero a sus víctimas. Y racista también, ¿por qué no decirlo? Las cuatro personas que tendrán cárcel son extranjeras y captadores de las niñas mientras que los proxenetas babosos quedan libres. No digo que estas cuatro personas no tengan cárcel, pero los pederastas abusadores han cometido un mayor delito.
¿Qué puede haber detrás de toda esta manada empresarial murciana en un juicio tal? Pues cualquier cosa que se acerque mucho a la prevaricación para proteger a los acusados. Aquí ha habido también un despacho de abogados en plena Plaza de las Flores que también formaba parte de la trama, algún guardia civil y más personas de bien de la sociedad murciana.
Finalmente, un acuerdo entre la fiscalía y la defensa de la manada y total desprotección a las víctimas a quienes se les informó cuando ya había sentencia. Parece que la jueza les pidió perdón y les dio un beso: algo que nada tiene que ver con la Justicia.
Tampoco tiene que ver con la Justicia decir que el movimiento feminista ha revictimizado a las víctimas rechazando la sentencia e influyendo en las victimas. Una jueza criticando al feminismo y felicitando el comportamiento de los pobrecitos acusados que se han arrepentido…
La alarma hoy es qué clase de Justicia tenemos en este país y qué pedagogía transmiten estas sentencias de explotación sexual a menores que no cuestionan para nada la cultura de la violación y que quien tiene dinero puede violar porque les sale muy barato.
La justicia es patriarcal y protege a los que pueden pagar por violar a menores contrariamente a lo que debería ser, una institución para castigar conductas que violan la dignidad de las personas y muy especialmente tratándose de menores.
Estamos hartas de ver que la Justicia para las mujeres está muy lejos de llegar a mínimos democráticos y un ejemplo muy evidente es el caso de esta manada de empresarios murcianos que a pesar de cometer delitos abyectos se van de rositas pagando una cantidad irrisoria, de 500 a 2.000 euros.
¿Qué quieren que les diga?
Pues que les sale muy barato a estas gentes de bien y que hay que darles una segunda oportunidad. ¡¡Qué vergüenza!!
La Coordinadora Feminista de Valencia se concentrará este viernes 25 a las 10.30h en los Juzgados en contra de esta sentencia.
Raquel Ortiz es coordinadora de Valencia Laica.