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De asaltar los cielos a la reconquista

Fuentes: Rebelión

Vox se frota las manos con el inicio del juicio del Procés por el escaparate de lujo que tendrá, como acusación popular, justo antes de unas elecciones de mayo donde la extrema derecha puede irrumpir con fuerza, también en Cataluña. En una democracia cada vez más de audiencias y platós televisivos Vox utilizará el juicio […]

Vox se frota las manos con el inicio del juicio del Procés por el escaparate de lujo que tendrá, como acusación popular, justo antes de unas elecciones de mayo donde la extrema derecha puede irrumpir con fuerza, también en Cataluña.

En una democracia cada vez más de audiencias y platós televisivos Vox utilizará el juicio como un potente altavoz mediático para difundir en «prime time» su discurso ultranacionalista, xenófobo y antifeminista. Después de blanquearlo en el laboratorio andaluz y de avivar el fuego de la crisis catalana, PP y Cs temen la proyección de la formación ultra justo antes de las elecciones municipales, autonómicas y europeas. En este sentido, el actual protagonismo de Vox y su irrupción, ha hecho que tanto el PP como Cs radicalicen el discurso, y que -incluso- el PSOE de Sánchez haya cambiado de estrategia, escorándose hacia postulados propios de la derecha, como en el caso del bloqueo de la embarcación de rescate Open Arms, y cuidándose mucho de no hacer ningún gesto significativo con el independentismo.

En un contexto de represión judicial y policial, de tensión política en torno al conflicto catalán -con el juicio a los líderes independentistas como punto álgido-, y de ascenso de un populismo xenófobo que atiza el discurso del miedo al inmigrante Vox se encuentra como pez en el agua. Al mismo tiempo, con un PP en caída libre en Cataluña, Vox puede ser un producto competitivo en los comicios municipales, sobre todo, en las grandes ciudades del área metropolitana de Barcelona y en la costa de Tarragona. En este sentido, el partido ultra está articulándose territorialmente, sumando afiliados, negociando con los restos de Plataforma por Cataluña, adhiriendo adeptos desde el nacionalismo español y recogiendo los demagógicos discursos que giran alrededor de los eslóganes de «limpiemos Badalona» y de «primero los de casa». La no resolución política de la demanda mayoritaria de los catalanes y catalanas de ejercer el derecho a la autodeterminación, la gestión neoliberal de la crisis, el aumento de las desigualdades y de la precariedad, y una izquierda electoralista y fratricida le están allanando el camino. En la próxima pre-campaña y campaña electoral, el discurso de Vox contra el independentismo y su beligerancia contra la inmigración serán los ejes centrales en un terreno de juego abonado para su éxito.

Finalmente, en un clima global de ascenso de la ultraderecha populista y de retroceso en derechos y libertades, los de Abascal han llegado para quedarse, consiguiendo situarse en medio del escenario político y marcando la agenda pública. Un nuevo actor que ha dinamitado el tablero político español y que puede ser clave para reproducir en otros ámbitos electorales el pacto de la vergüenza que, como en la triple alianza reaccionaría articulada en Andalucía, es tan solo un aviso de lo que puede estar por llegar.

Jesús Gellida, politólogo e investigador social

@jesusgellida

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.