Llevaba varios días pensando en escribir el articulo para este mes y, le estaba dando vueltas a este titulo para escenificar en pocas palabras la hoja de ruta inmediata, como dicen los modernos, y cuando me dispongo a culminar mi intención leo en un diario de tirada nacional: «PSOE y PP ya preparan la batalla […]
Llevaba varios días pensando en escribir el articulo para este mes y, le estaba dando vueltas a este titulo para escenificar en pocas palabras la hoja de ruta inmediata, como dicen los modernos, y cuando me dispongo a culminar mi intención leo en un diario de tirada nacional: «PSOE y PP ya preparan la batalla del 2011».
Los grandes partidos adalides del bipartidismo se preparan para otra batalla mediática y pseudo-política de cara a las elecciones municipales, como la que hemos vivido en las elecciones europeas. Afilan estrategias, nombres para las listas y se prepara el reparto del pastel territorial: te quito una plaza, me quitas otra tú. La composición de los gobiernos municipales es hoy de derechas y centro izquierda, por ser benévolos en esta última definición (personalmente me gusta la denominación zapateril de social-liberales) de forma aplastante.
Nosotr@s, la izquierda (alternativa) hemos analizado los resultados de las elecciones europeas (que publicamos en este número), los resultados no han sido buenos, irregulares diría, pero se ha parado la curva de la tendencia de bajada, que no es poco. Desde estas paginas hemos defendido el nuevo discurso de IU, el discurso de carácter anticapitalista escenificado por la dirección y encabezado por el coordinador general y en la campaña por el (diputado) candidato a la vez que hemos mantenido, no sólo de correcto y adecuado el trabajo del PCE en esta tarea, si no de imperioso y así creemos que se debe continuar en el próximo congreso.
Pero seguimos perdiendo votos, esta vez en los grandes territorios fundamentalmente, a excepción de Andalucia y subimos en zonas (casi) denominadas blancas, este resultado merece un análisis cualitativo, de lectura interna, del funcionamiento de la organización si se cumplen los objetivos aprobados en los órganos de dirección. También de lectura externa, para ver por qué no hemos recogido el voto de los afectados y afectadas por la crisis y han seguido votando a los grandes partidos, el PSOE en el gobierno y sin una dirección clara en las propuestas para salir de la crisis y el PP sin propuesta y en el peor de los casos, las del medievo hacia la esclavitud e inmerso en denuncias de corrupción que ya recuerdan a otras de tiempos pasados cuando no mayores. También la abstención, Cayo Lara dixit: «ha ganado la abstención», nuestra abstención es de electores exigentes, concientes y consecuentes y a cada elección se nos va un cacho. Pero la abstención no lo es solo por que Europa nos pille lejos, es también un rechazo a la política y a las formas de hacer política, el PCE e IU deben encabezar una gran iniciativa para la regeneración de la política y un cambio de valores sociales antagónicos y alternativos a los de la derecha y del neoliberalismo imperante y en crisis.
Las alternativas a esta situación se van concretando, en los documentos aparecen de forma clara y nítida algunas cuestiones que merecen ser resaltadas: el mantenimiento del discurso, la concreción de las propuestas contra la crisis a favor de los intereses de la clase trabajadora, la necesidad de potenciar y mejorar la organización y sus métodos, el contacto con las bases y la sociedad y la refundación y no menos importante la unidad. Parece que estas seis cuestiones son los pilares en los que la izquierda (alternativa) basa la recuperación de un espacio social y electoral perdido y la búsqueda de otros nuevos, la fortaleza de la izquierda (alternativa) vendrá en la medida en la que se amplíe la base afiliativa y el apoyo social, sólo así se crecerá electoralmente, está empíricamente comprobado.
El discurso avanza despacio, pero avanza entre la militancia y la sociedad, para que ese avance se acelere la perseverancia es el mejor aditivo. Es cierto que nuestra militancia debe conocer las propuestas de primera mano, de mano de la dirección, a la vez que las campañas contra la crisis del PCE y de IU, juntamente con el proceso congresual del partido son momentos en los que se da una importante confluencia de oportunidad y necesidad para avanzar y contactar con las bases y la sociedad, es nuestra responsabilidad hacerlo de de forma eficaz y útil.
La concreción del discurso en propuestas concretas es hoy una urgente necesidad, frente al «cambio de modelo» vacuo de Zapatero y el PSOE y las propuestas recurrentemente reaccionarias de la derecha, la izquierda (alternativa) debe construir una línea política en torno al desarrollo sostenible, una nueva «economía sostenible o sustentable» que lo abarca todo, un debate amplio que nos desborda pero que es necesario, como ha manifestado Paco Frutos. Con un programa alternativo, otra forma de producir, de consumir de repartir, en palabras de Felipe Alcaraz: «queremos cambiar el crecimiento transformándolo a desarrollo, cualquier indicador tiene limites intranscendibles, éticos, humanos, sociales, ecológicas etc… Para que el discurso y las propuestas lleguen abajo, a los y las que sufren al crisis, a l@s parias, proletari@s, asalariad@s, parad@s la alternativa es el esfuerzo de la organización, utilizar nuestros recursos, los materiales y los humanos. No seremos capaces si sólo y principalmente se intenta trasmitir el mensaje y las propuestas por los medios del sistema, por los medios del adversario. Internet, nuestras publicaciones (para la militancia del PCE, IU y los simpatizantes, este periódico), las asambleas, las octavillas, todos los medios son necesarios. Salir a la calle y encontrarnos con los confictos, con los que lo sufren, en las movilizaciones, estar escuchando, en la búsqueda de soluciones y poner la organización al servicio de la mayoría social.
Y por último la refundación de IU, si bien hay un paso previo: el XVIII Congreso del PCE que se realizará meses antes de la asamblea de refundación y en el que uno de los temas primordiales será definir la refundación de IU o como me gusta definirlo: la organización revolucionaria para el Socialismo del Siglo XXI.
En este sentido, es claro que nuestra obligación es iniciar el debate y no cerrarlo, pero algo hay que hacer para comenzar, por tanto se debe proyectar de forma solemne un llamamiento a los hombres y mujeres que están dispuestos a comprometerse para construir una izquierda alternativa. Se trata de propiciar un programa que defina las ideas fuerza de una propuesta alternativa, las políticas de alianzas y el tipo o la forma movimiento que queremos dotarnos. Estas serian unas ideas para ir dando contenido a la idea de Refundación.
Mientras unos quieren repetir las campañas del bipartidismo, nosotros la izquierda (alternativa) tenemos un inaplazable y gigantesco trabajo que realizar para generar las condiciones de que la revolución empiece a significarse en el 2011.
Ginés Fernández Gonzalez. Director de Mundo Obrero
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