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Defensa se niega a informar sobre David Morales, el ex militar procesado en la Audiencia Nacional por el caso Assange

Fuentes: Rebelión

El ministerio de Defensa, a través de su Dirección de Comunicación Institucional, se ha negado a proporcionar a la prensa los informes militares que obran en su poder referidos al imputado por la Audiencia Nacional David Morales Guillén, propietario de Undercover Global, empresa española contratada por la Embajada de Ecuador en Londres para garantizar la seguridad del periodista Julian Assange durante la larga estancia de éste en las dependencias diplomáticas bajo la condición de refugiado.

Según ha podido confirmar la Audiencia Nacional, David Morales no dudó un momento en vender toda la información de que disponía sobre Julián Assange a agencias oficiales norteamericanas y traicionar de esta forma la confianza puesta en su persona por el gobierno ecuatoriano de Correa.

Apenas tuvo confirmación de esta práctica desleal, el juez José de la Mata -titular del Juzgado Central de Instrucción nº 5 de la Audiencia Nacional- decretó su inmediata detención, aunque bajo supuestas presiones de instancias judiciales superiores (que pudieron actuar condicionadas por EE.UU), se vio obligado a decretar su puesta en libertad con medidas cautelares de comparecencia ante el juzgado dos veces por semana y prohibición de abandonar el país.

Las Fuerzas Armadas españolas, en las que David Morales sirvió durante 17 años -de 1991 a 2008- y en las que fue supuestamente adiestrado en tácticas de protección y seguridad, así como en procedimientos de sabotaje, espionaje, conspiración, traición y deslealtad profesional, procedimientos a los que recurrió sin ningún escrúpulo durante su trabajo en la embajada de Ecuador en Londres, se niegan a hacer público el currículum militar de este ex oficial procesado por la Audiencia Nacional.

Requeridas por el periodista Tomás F. Ruiz para ceder toda la información que obre en su poder sobre la trayectoria profesional de David Morales a su paso por el Ejército español, las Fuerzas Armadas (escudadas bajo el supuesto de silencio administrativo) se han negado a facilitar los datos requeridos por el informador.

La dirección de Comunicación Institucional de Defensa ha omitido premeditadamente proporcionar la información que se le ha requerido sobre los nombres de todos los centros militares por los que pasó David Morales (tanto en su periodo de formación como en activo), graduaciones que obtuvo durante su carrera militar, cuerpos especiales en los que sirvió, lugares donde el susodicho ex militar prestó sus servicios (relación detallada de lugares y funciones que tuvo, tanto dentro como fuera de España), así como todo lo referente a su situación militar de “excedencia”, entre la que se encuentran los logros que obtuvo (condecoraciones, si las hubiera), grados a los que accedió (tanto en su graduación militar como en su formación académica), sanciones y expedientes que se le impusieron y cuál es su situación actual, es decir, si ha prestado, presta o puede aún prestar sus servicios como militar, a pesar de estar en situación de «detenido» (según consta en el atestado de la Audiencia Nacional).

“El servicio de comunicaciones de Defensa se ha remitido a proporcionarme una información ridícula -asegura el periodista Tomás F. Ruiz-, limitándose a informarme exclusivamente del periodo de 17 años que David Morales pasó en el Ejército español. Esta irrisoria información me ha sido enviada a través de un correo electrónico en el que, para guardarse las espaldas, el oficial que me la envía ha evitado firmarla y se ha escudado en un cobarde anonimato, omitiendo incluso el cargo que desempeña e incurriendo así en infracciones a la ley del procedimiento administrativo. He tenido que cursar en varias ocasiones mi solicitud al Ejército y ellos han optado finalmente por el silencio administrativo, después de torearme y remitirme compulsivamente a varios departamentos diferentes, intentando conseguir así que me cansara y abandonase mis intenciones de averiguar qué hizo David Morales en el Ejército español para convertirse en el presunto delincuente que es hoy en día”.

Según el periodista Tomás F. Ruiz, la táctica de negar a un profesional de la comunicación información sobre uno de sus ex oficiales (información considerada como de dominio público, ya que no ha sido declarada bajo secreto de sumario) “sólo puede ser interpretada como un intento in extremis de proteger el reprobable comportamiento de David Morales.

Del mismo modo, Defensa puede incurrir en un delito de prevaricación, ya que ocultando premeditadamente esa información a la opinión pública, puede estar amparando todas las actividades delictivas cometidas por este individuo durante su reprobable actuación como propietario de la empresa de seguridad Undercover Global, la cual acabó incurriendo en deslealtad profesional y vendiendo información confidencial sobre el fundador de WikiLeaks a una organización norteamericana, supuestamente la CIA, que practica abiertamente el terrorismo internacional y que intentó, basándose en estos mismos informes proporcionados por David Morales, secuestrar o incluso asesinar a Julian Assange”.

Confusión en su directorio web

Cuando un ciudadano intenta contactar con la Armada Española y acude a las páginas web donde deberían figurar correos electrónicos de contacto, las únicas direcciones electrónicas que encuentra son cuadros informativos con referencias de correos electrónicos impracticables.

Así, se da el caso de varias páginas oficiales en las que se citan correos electrónicos a los que es imposible dirigirse por estar incompletos. Entre ellas, dentro de la página web oficial de la Oficina de Relaciones Públicas y Comunicación Social, se dan casos como el de la oficina Central de Madrid de Ajema (cuyo email se limita a la referencia “@ correo electrónico: oficina central de Madrid”), la de la oficina Flota (Cádiz), con el no menos inaccesible email “@ correo electrónico: Oficina Flota” (que nos redirige, entre otras búsquedas que no tienen nada que ver, a un correo de la armada de Ecuador), o el mismo “@ correo electrónico: instituto hidrográfico” desde el que se debería poder acceder a las cartas marinas y notificaciones de peligros para la navegación, pero desde el que el apartado de “contacto” de esta página web del Instituto hidrográfico nos deriva a la oficina central de Madrid.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.