En los años 76 y 77, se puso muy de moda una expresión, el búnker, este término hacia referencia a aquel sector del franquismo que rechazaba cualquier tipo de reforma del régimen. Esa corriente que estaba bastante representada en el ejército y las otras instituciones armadas del Estado: brigada político-social, Guardia Civil y Policía Armada, […]
En los años 76 y 77, se puso muy de moda una expresión, el búnker, este término hacia referencia a aquel sector del franquismo que rechazaba cualquier tipo de reforma del régimen. Esa corriente que estaba bastante representada en el ejército y las otras instituciones armadas del Estado: brigada político-social, Guardia Civil y Policía Armada, era sin embargo muy minoritaria en otros estamentos del sistema, desde la Iglesia dirigida en aquel entonces por Monseñor Tarancón, que veía como inevitables determinados cambios, pasando por el poder económico, mediático, hasta el propio entramado político del régimen, todos ellos consideraban que eran necesarias unas ciertas reformas que hicieran presentable y viable el Estado Español en Europa, en el Mundo y ante las propias opiniones publicas de los diversos pueblos del Estado.
Podemos decir entonces, que lo que representaba el búnker era un fenómeno residual, sin capacidad real de imponer sus puntos de vista en aquel momento histórico, por que incluso los sectores llamemosle «moderados» del franquismo eran conscientes de lo inevitable de determinados cambios, había un personaje que empezaba a significarse entre los inmovilistas, un tal Jose Maria Aznar, a la sazón estrenado como inspector de hacienda en Logroño.
Actualmente a primera vista podría parecer que lo que hoy estamos viendo es una resurrección, una reactivación del búnker, pero las cosas son un poco más complejas.
Hoy el conjunto de fuerzas políticas, económicas, militares, judiciales, mediáticas y eclesiásticas que se agrupan bajo el paraguas de lo que podríamos llamar, creemos que con acierto, el «franquismo constitucional» por que proceden en su gran mayoría del franquismo social y económico y asumen la constitución del 78 como los principios fundamentales del movimiento, son una fracción muy importante del bloque dominante español, con apoyos interiores muy significativos y con muy buenas conexiones exteriores con el imperialismo, con un proyecto socio-político claro y que ya tuvimos la oportunidad de experimentar durante el aznarato. Pero y esto es lo que más les cohesiona, son unos intereses económicos muy determinados.
El bloque dominante español hoy esta dividido en dos grades fracciones, la que encabeza el PSOE de Zapatero en alianza con las burguesías catalana y vasca y en general con el sector mas productivo de la burguesía española, bastante conexionada con el proyecto europeo. Y la encabezada por el PP, que da sustento e impulso al sector mas especulativo de la economía, incluyendo la economía criminal, la economía del pelotazo urbanístico y el ladrillo, la redes de narcotráfico, prostitución y tráfico de personas, que conjuntamente representan cerca de un 40% del conjunto del P.I.B. a su vez con clarísimas conexiones con la económica imperial, a la que toman como modelo.
Ambas fracciones del bloque dominante español tienen algo muy importante en común, es la profundización en la explotación de las clases trabajadoras de los diversos pueblos del Estado Español, y es por ello que el gobierno de Zapatero esta preparando importantes reformas del sistemas de relaciones laborales, del sistema de pensiones…, profundamente negativas para l@s trabajadoras.
En estos momentos hay una lucha profunda, intensa, que en absoluto hay que despreciar, pero tampoco supravalorar, entre esas dos fracciones del bloque dominante español.
El sector encabezado por Zapatero, comprueba como la economía española es cada vez menos competitiva, el déficit exterior aumenta de una forma galopante, como cada vez es menos productiva, como cada vez se hincha mas la burbuja inmobiliaria que hace que la deuda por créditos hipotecarios sea ya similar al conjunto del PIB, mas de setecientos mil millones de euros. Y que se de la total anormalidad de que en el Estado Español, se construyen más pisos cada año que en Alemania, Italia y Francia juntas a pesar de que hay más de tres millones de viviendas vacías,y de como ese negocio inmobiliario esta absolutamente vinculado al «negocio» del narcotráfico y la prostitución. Ese sector se da cuenta de que el estallido de la burbuja inmobiliaria sería caótico, pero que continuar con la actual línea de modelo de desarrollo económico, solo puede tener un fin trágico que incluya entre otras cuestiones precisamente el estallido de esa burbuja.
Ese sector valora también que durante el aznarato se dió una tremenda desafección social y política hacia el Régimen, muy especialmente en Cataluña y Euskadi, pero también en Madrid y otras zonas de Castilla, y en general en todos los pueblos del Estado Español.
Ese sector ha puesto en marcha una serie de reformas tendentes a relegitimar socialmente el sistema desde un punto de vista político, y a hacerlo económicamente viable en el marco de la unión europea, este proceso pasa desde luego entre otras cosas por consolidar sus alianzas con las burguesías catalana y vasca, y por tanto con sus expresiones políticas.
El sector que encabeza el PP, tiene una visión mas corta y mas gregaria del asunto, valoran el enriquecimiento a corto plazo, el negocio fácil aunque sea ilegal, aunque lleve consigo un tremendo deterioro social y político. Ellos lo que ven es que esta parcialmente en riesgo «su negocio» y lo defienden con uñas y dientes, utilizando si hace falta, y les hace, a cardenales y tenientes generales.
No saben nada de defensa de la patria, para ellos la patria es simplemente un cortijo al que sacar rendimiento, pero eso si saben instrumentalizar muy bien esos conceptos con el apoyo del poder mediático.
Saben que si Zapatero, consigue llevar adelante su proyecto tiene cuerda para rato por eso juegan a la desestabilización, en ello les va la vida, la buena vida y la ganancia fácil, se saben amparados por el Imperio y no pararan hasta conseguir sus objetivos, otra cosa es que les paremos los demás.
Pero no hay que olvidarse, que aún con diferencias de un cierto alcance que no hay que despreciar, lo que acabamos de describir son las dos fracciones del bloque dominante, hace falta es urgente dar pasos significativos en la construcción del movimiento popular, en nuestro caso del movimiento popular castellano.
Hay muchas cosas que articular, muchas potencialidades que desarrollar, Castilla esta llena de movimientos sociales auténticos, que no se ven referenciados ni el PSOE, ni en IU, ni desde luego en el PP, y que objetivamente son parte del movimientos popular castellano. Nuestra tarea es que también lo sean subjetivamente, el momento histórico es favorable, con honestidad y respeto, con voluntad de aprendizaje y de unidad andaremos ese camino.
Hace falta también construir una referencia con otros movimiento populares del estado que a medio plazo permitan dar una alternativa democrática y social al actual régimen. La experiencia nos irá enseñando que no hay otro camino.