Grupos de vivienda y sindicatos confluyen en apoyo a la despedida por acudir a su propio desahucio. Una concentración el martes 29 a las puertas de las instalaciones que el grupo Konecta tiene en el municipio madrileño de Alcobendas es el primer acto convocado para apoyar a Amaya Muñoz desde su despido. Amaya, una vecina […]
Grupos de vivienda y sindicatos confluyen en apoyo a la despedida por acudir a su propio desahucio. Una concentración el martes 29 a las puertas de las instalaciones que el grupo Konecta tiene en el municipio madrileño de Alcobendas es el primer acto convocado para apoyar a Amaya Muñoz desde su despido.
Amaya, una vecina de 31 años del barrio madrileño del Pilar, perdía su casa el pasado 11 de septiembre después de que las redes ciudadanas por la vivienda consiguiesen evitar el primer intento policial de desahucio. La faltas de asistencia de ese día y de los días posteriores al desahucio han sido el motivo que alegó la empresa, el grupo de marketing Konecta, para despedirla el pasado viernes. Según un comunicado de la asamblea de Tetuán, la empresa reconoce que las faltas están justificadas (Amaya tenía concedida la baja médica) pero justifica su decisión en que la última reforma laboral las contempla como una causa de objetiva de despido.
El martes a las 19h los grupos de vivienda llevarán su método de protesta a las puertas de la empresa para exigir la readmisión de Amaya. A instancias de los grupos stop desahucios, la convocatoria se está moviendo, además de entre los sindicatos de telemarketing de CGT, entre otras centrales como CNT o Solidaridad Obrera.
El dramático caso de Amaya, que en mes y medio se ha quedado sin casa ni trabajo, ha servido para dar a conocer una realidad que según fuentes de la sección de CGT en el grupo Konecta, es más común de lo que cabría imaginar.
Según CGT, esa empresa está recurriendo de manera reiterada a las nuevas causas, introducidas por la última reforma laboral, para considerar objetivo un despido por «absentismo» o «amortización del puesto de trabajo». De esta manera está realizando multitud de despidos que de otra forma se considerarían improcedentes y les resultarían demasiado «caros». El miedo al despido por el artículo 52D es el que llevó a una trabajadora enferma a seguir acudiendo a su puesto de trabajo en esa misma empresa hasta que ya fue demasiado tarde y murió de neumonía, tal y como denunció DIAGONAL en junio de 2012.
DIAGONAL ha tratado de hablar con Jaime Castell, jefe de relaciones laborales de Konecta, para conocer la versión de la empresa, pero fuentes de Konecta han declinado hacer declaraciones y se han limitado a anunciar un futuro comunicado.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/movimientos/20501-stop-desahucios-puerta-empresa