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Constitución excluyente, 27 años bastan

Derecho de autodeterminación y movimientos sociales

Fuentes: La Haine

El diálogo pacífico y democrático para resolver el problema de Euskadi exige prudencia. No se puede imponer NINGUNA solución con el apoyo del 51% de los votantes. NINGUNA incluye la solución actual, impuesta por menos del 40% de los votantes vascos con el apoyo del Estado Español. Pero esta prudencia tiene un límite. Quien basa, […]

El diálogo pacífico y democrático para resolver el problema de Euskadi exige prudencia. No se puede imponer NINGUNA solución con el apoyo del 51% de los votantes. NINGUNA incluye la solución actual, impuesta por menos del 40% de los votantes vascos con el apoyo del Estado Español. Pero esta prudencia tiene un límite. Quien basa, como el PP, toda su política en mantener una situación de hecho en base a una represión y manipulación masivas, no es un candidato al diálogo.

Para que el diálogo tenga una masa crítica suficiente es necesario que la izquierda se transforme en algo diferente a la derecha. El PSOE, que es la izquierda realmente existente, carece por sí mismo de posibilidades para salir del bipartidismo neofranquista y globalizador que gestiona la monarquía parlamentaria actual. El diálogo necesita a la izquierda para que la derecha que vive de la amenaza al baño de sangre quede minorizada y millones de personas que votan eficacia, crecimiento económico, consumismo, oportunidades, antiterrorismo, democracia contemplativa, monarquía y constitucionalismo – los valores darwinistas, violentos y antidemocráticos de la derecha – dispongan de una alternativa a dichos valores y puedan romper , aunque sea parcialmente, con ellos. Pero es imposible que el PSOE haga esto si no se ve obligado a hacerlo. Sin movimientos sociales que defiendan el derecho de autodeterminación desde su propio movimiento de autodeterminación, será la derecha del PP la que impedirá los experimentos democrático – electoralistas del equipo de ZP sin más apoyo que una sonrisa con ojos azul cielo. Lo grave es que la operación fallida de antemano ha arrastrado al MAG al triste papel de extra de esta farsa.

El Movimiento contra la globalización, la Europa del Capital y la Guerra y el ascenso electoral de ERC en Cataluña han obligado al PSOE o a sus organizaciones periféricas, a hacer políticas contrarias a las políticas de derecha que, de forma habitual, realizan. A su vez, el movimiento popular vasco, carece hoy de alternativas para superar la manipulación y el uso que la derecha realiza, tanto de su esfuerzo democrático y popular como de su versión violenta. Impulsar el diálogo por la paz en Euskadi en base al derecho de autodeterminación, constituye un elemento central para los movimientos sociales y muy en particular para el MAG.

El avance de estos movimientos, su reconocimiento mutuo y cooperación, dentro de un marco unificado anticapitalista como fue el MAG durante casi dos años, puede crear las condiciones para abrir una dinámica social que obligue al PSOE a distanciarse de la derecha o a romperse.

Sin embargo, la estrategia de acumulación de fuerzas desde los movimiento sociales, se ve gravemente obstaculizada por individuos y grupos jornaleros del PSOE, que basan su identidad en servir de goznes entre la socialdemocracia y los movimientos sociales. Al calcular sólo su propio interés, desconsideran la necesidad de construir un bloque social no controlado por la izquierda capitalista. Esto les lleva a tomar atajos que la socialdemocracia facilita para cooptar a líderes insignificantes y a colectivos sociales esquiroles. A partir de aquí, su fuerza ya no depende de la fuerza del movimiento sino, por el contrario, de la debilidad del mismo. No buscan su crecimiento en el crecimiento del poder popular sino en la recompensa política, mediática y académica de los enemigos del poder popular. Desde dentro del movimiento, dedican sus mas furiosas invectivas contra los colectivos que mantienen su apuesta por la unidad de un bloque social anticapitalista para, desde ahí, conseguir puntuales unidades de acción con la izquierda capitalista, contra la derecha neoliberal, neofranquista y proyanqui. Este mecanismo también ha funcionado en el caso del diálogo entre el movimiento popular vasco y el conjunto del MAG. Ninguna de las organizaciones satélites de la socialdemocracia han apoyado las actividades del Area de Libertades en las movilizaciones y la protesta contra la Ley de Partidos y la ilegalización de Batasuna ni las manifestaciones del 6/XII de 2003, 2004 y 2005 en Madrid contra la monarquía franquista, por la 3ª República y por el derecho de autodeterminación.

La ruptura democrática aún está pendiente
No a la Constitución monárquica.
Por la III República.
Por el derecho de autodeterminación
MEMORIA, DIGNIDAD Y LUCHA

Este texto forma parte de un libro en preparación: «Constitución(es), autodeterminación(es) y movimiento antiglobalización

* Agustín Morán es miembro del CAES