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Derechos Humanos en el Siglo XXI

Fuentes: Rebelión

Recientemente estuve en Ginebra, en las Naciones Unidas, donde se encontraba reunida la Comisión por los Derechos Humanos. Junto con Oscar González y François Houtart, grandes luchadores desde siempre -desde México uno, desde Bélgica el otro-, por este bién preciado que son los derechos de hombres y pueblos, presentamos el Documento: Detengamos una nueva maniobra […]

Recientemente estuve en Ginebra, en las Naciones Unidas, donde se encontraba reunida la Comisión por los Derechos Humanos. Junto con Oscar González y François Houtart, grandes luchadores desde siempre

-desde México uno, desde Bélgica el otro-, por este bién preciado que son los derechos de hombres y pueblos, presentamos el Documento: Detengamos una nueva maniobra contra Cuba, avalado con las firmas de más de cuatro mil intelectuales del mundo y seis Premios Nobel pidiendo, a la alta Comisionada de la Naciones Unidas, revisar el derecho de veto que se ejerce sobre Cuba. Ahora ya sabemos que, de nuevo, se le negó formar parte de aquella Comisión de Derechos Humanos, ya que veintiuna de las delegaciones votaron en contra, diecisiete a favor y quince se abstuvieron.

Como bién dijo González, es un tratamiento manipulado y selectivo. Houtart afirmó que a Cuba podemos criticarla, pero no condenarla.

Pienso que en el Siglo XXI, el de las nuevas tecnologías, es preciso revisar con rigor el tema de los derechos humanos (DH). Hay que procurar un nuevo enfoque, no olvidemos que el mundo conoce al minuto lo que sucede en nuestro Planeta, quién miente, quién dice la verdad. Es preciso usar un mismo rasero cuando se trata de Derechos Humanos.

No es correcto que un país, que se autoproclama católico, decrete guerras preventivas invocando a Dios. Que luego, este mismo país, vulnere la carta de DH en sus centros penitenciarios, no olvidemos Guantánamo, situada en Cuba sobre la cual, EEUU tiene decretado un embargo total.

¿Por qué no hacer una misma evaluación para ellos que para sus vecinos?

¿Por qué los países reunidos en las Naciones Unidas valoran mejor las indicaciones de EEUU y, en sus votaciones aislan de nuevo a Cuba, abandonándola a su suerte, aislándola del mundo?

¿No es un derecho inalienable que cada cual emita su opinión? ¿Qué temen o, mejor, a qué aspiran los asistentes a la Comisión que decreta quién puede formar parte de ella y quién no?¿ Por qué se reunen y simulan negociar cuando saben de antemano que quienes decidiran serán sus gobiernos?

Nosotros, los portadores del Documento, en una rueda de prensa, nos reafirmamos con las palabras de Kofi Anann cuando dice que es preciso que la ONU recupere la confianza de las personas y pueblos, que deben ser las Delegaciones las que emitan sus votos, según sea la valoración de lo que vean y oigan mientras se encuentran reunidos. NO deben ser los Estados quienes dicten, desde la distancia, lo que les conviene, según negociaciones y pactos entre quienes gobiernan, amos y señores del mundo y de las vidas de quienes en él moramos.

Pedimos, y una gran mayoría estaba de acuerdo con nosotros, presentar una Moción contra la vulneración de los DH en Guantánamo y en Irak.

También contribuiria a restituir prestigio y credibilidad a las Naciones Unidas, que el tratamiento de los distintos temas fuese equitativo, no selectivo como hasta ahora. No es correcto que los poderosos sean siempre intocables y que nunca, en sesenta años de historia de la Comisión, se haya castigado la vulneración de DH por parte de un país rico.

En el Siglo XXI, DH tienen mucha más amplitud -antes hacían sobre todo hincapié respecto al trato inhumano contra las personas-. También son Derechos Humanos: el derecho a la salud, a la vivienda, a la cultura, a la educación y, respecto a estos derechos, Cuba es pionera, no así EEUU.