Con tres números ya en la calle y sin director ni jefes de redacción, este periódico quiere demostrar que existe un espacio entre los medios para otro tipo de información. Decio Flores, impulsor de Diagonal, explica la clave. «La lógica de un periódico convencional para el tratamiento del conflicto de Irak es distribuir la información […]
Con tres números ya en la calle y sin director ni jefes de redacción, este periódico quiere demostrar que existe un espacio entre los medios para otro tipo de información. Decio Flores, impulsor de Diagonal, explica la clave.
«La lógica de un periódico convencional para el tratamiento del conflicto de Irak es distribuir la información entre las diferentes secciones (Internacional, Nacional, Economía…). Para nosotros, la lógica es que sólo hay una información y se debe tratar como un todo». Ésta es una de las primeras características que señala Decio Flores, impulsor y redactor del periódico Diagonal, para diferenciarlo del resto de la prensa.
Pero son muchos más los elementos que diferencian a este periódico del convencional. En Diagonal no hay director, ni jefe de sección, ni redactor jefe, sólo redactores que toman decisiones de forma asamblearia. Tampoco pretenden ser un periódico alternativo más, su objetivo es ser un periódico de «masas», con rigurosidad informativa, calidad y autogestionado.
Desde marzo, Diagonal está en la calle cuando parecía que el espacio para los medios en España ya estaba totalmente ocupado, cuando todo indicaba que un proyecto de este tipo no era posible sin contar con un gran capital que lo respaldase. De hecho, quizá sea de los proyectos alternativos más costosos en este país.
En estos momentos ya cuentan con más de 2.000 suscriptores, pero serán necesarios 5.000 antes de fin de año para que el proyecto sea sostenible, y están seguros de que lo conseguirán. Alrededor de 30 personas están involucradas directamente en el proyecto, aunque el elemento esencial son los 33 grupos de apoyo con los que cuentan en todo el territorio estatal, promoviendo campañas de suscripciones, publicidad, presentación del periódico, etc.
Con tres números distribuidos en Kioskos y por suscripción, el periódico no se sale de la línea del diseño habitual en la prensa. Decio Flores lo justifica para no romper en exceso los hábitos y la cultura de los lectores de periódicos. «En este sentido, no hemos sido excesivamente vanguardistas, pero el tratamiento de la información es diferente».
Y esa diferencia comenzó por romper la endogamia que se vive en los movimientos sociales. «Hasta ahora, se tendía a escribir para los lectores de las propias organizaciones, por lo que se generaba una autocomplacencia permanente -señala Flores-. Cuestionamos esa metodología como una herramienta poco útil para ayudar a la transformación social».
Eso no quiere decir que renuncien a ser una herramienta para los movimientos sociales, porque el propio periódico nace de ellos. De hecho, sus corresponsales son organizaciones, cooperativas, brigadistas que van colaborando con noticias e imágenes. Así, toda la fotografía que ilustra sus reportajes es realizada ex profeso para el periódico. Incluso han comenzado a recibir colaboraciones de periodistas que trabajan en los medios convencionales.