Diagonal es una publicación quincenal que intenta nacer en España. En septiembre de 2004 salió el número -1 y en noviembre se ha editado el número 0. Ambos números de prueba presentan un rigor y calidad que indican que Diagonal puede convertirse en ese medio escrito que buscamos como referente un número creciente de personas […]
Diagonal es una publicación quincenal que intenta nacer en España. En septiembre de 2004 salió el número -1 y en noviembre se ha editado el número 0. Ambos números de prueba presentan un rigor y calidad que indican que Diagonal puede convertirse en ese medio escrito que buscamos como referente un número creciente de personas que no encontramos en la prensa escrita convencional información que no sea dictada por los grandes grupos empresariales que las dominan.
El equipo de personas que compone el periódico dice en este número 0 que ya cuentan con más de 500 suscripciones. Además no dejan de recibir muestras de apoyo y simpatía y han realizado más de 50 presentaciones del periódico en diferentes lugares del estado español.
Recordamos que cuando surgió el proyecto se manifestó la necesidad de contar con 5000 suscripciones para poder gozar de una cierta estabilidad que permita que Diagonal se consolide como proyecto y que le asegure la independencia necesaria para convertirse en un medio de comunicación riguroso y crítico.
El proyecto de Diagonal no es el sueño de su consejo de redacción, no es la utopía de los que se han embarcado en la complicada tarea de mantener un medio escrito que no sea un producto más del mercado mediático-cultural globalizado y que no esté financiado y gestionado por un conglomerado de bancos, multinacionales y fortunas personales.
Diagonal pretende devolver a la sociedad los medios comunicación que se le han sustraído y que han sido sustituidos por un conjunto de púlpitos, que a través de diferentes canales, difunden de un modo unidireccional y jerárquico un mensaje único.
Diagonal intenta poner en marcha un modelo de verdadera comunicación, en el que el mensaje sea construido por los colectivos y movimientos sociales y políticos. Intenta cubrir un vacío urgente que otros se empeñan en decir que no existe.
Pero nosotros sabemos que ese hueco existe. Venimos denunciándolo desde hace mucho- Tenemos pocos medios escritos que no nos muestren el simulacro de una sociedad que sabemos que no es real, que está construida artificialmente por los mismos dueños que intentan reducir las sociedades y las comunidades a meras audiencias que pueden ser tratadas estadísticamente.
Por ello, Diagonal no es sólo el proyecto de quienes hacen materialmente el periódico. Es el proyecto de todos nosotros y nosotras. Ese proyecto en el que ayudamos a construir el mensaje que queremos dar, pero también ayudamos a sostenerlo y a hacerlo posible a través de nuestra colaboración.
Tenemos una posibilidad concreta de avanzar en ese otro mundo posible en nuestro entorno más cercano.
Si admiramos y apoyamos las radios comunitarias y los periódicos que surgen por iniciativa popular en muchas partes del mundo a miles de kilómetros de distancia. ¿Cómo vamos a eludir la misma responsabilidad al lado de nuestra casa?
Si apoyamos a quienes no pueden decir lo que piensan y sufren la estigmatización de los imperios mediáticos-energéticos-culturales-bancarios-químicos-… ¿cómo no vamos a apoyar a quien intenta sacar su voz a la calle?
Si nos quedamos afónicos denunciando el imperialismo, la mercantilización de los aspectos más esenciales de la vida y la injusticia de las tremendas desigualdades ¿cómo vamos a perder la posibilidad de amplificar nuestra denuncia y nuestra lucha?
Si trabajamos en la construcción de la alternativa a un modelo injusto y que además no se puede mantener ¿cómo no vamos a colaborar en la alternativa concreta que supone un medio escrito diferente?
Si quieres que exista este otro modelo de comunicación, construido colectivamente, financiado colectivamente, sostenido colectivamente ¿cómo es que todavía no te has suscrito?
Existen muchas alternativas: regalar suscripciones, unirse para suscribirse colectivamente, convencer a los conocidos para que se suscriban. En fin, todo lo que sea para asegurar que el proyecto Diagonal, el proyecto de todos y todas, pueda llegar a nacer con unas mínimas garantías de éxito.
No podemos perder más oportunidades. Es importante que tengamos claro que, independientemente de cómo vaya a ser Diagonal en un futuro y de que personalmente no conozcamos a las personas que lo hacen, es obligación de todos y cada uno de nosotros y nosotras que nos llamamos de izquierda transformadora, como hombres y mujeres que componemos los movimientos sociales, crear a través de nuestras suscripciones la oportunidad de que el periódico pueda nacer y mantenerse. No hacerlo puede suponer que dentro de un año sigamos con la cantinela cansina de que no existen apenas medios escritos que valgan la pena. Si esto sucede, nos lo habremos buscado nosotros mismos.
La construcción de la alternativa se percibe como algo enorme y complicado, pero no es tan complicado dar pequeños pasos y este es un paso pequeño y sencillo, simplemente suscribirse. Hay que romper la pereza de rellenar un formulario y enviarlo a una dirección de correo. Así que todos y todas… con Diagonal. ¡A suscribirse ya!
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Representantes de la cultura y la comunicación expresan su apoyo al proyecto
Diagonal, una publicación quincenal que merece ser apoyada