El pasado 30 de septiembre, varios grupos de caminantes salieron desde distintos puntos de España para marchar sobre Madrid y reivindicar «pensiones dignas». Los participantes piden que se revierta la modificación que hizo el PP en 2013 y que desligó la subida de las pensiones al IPC, empobreciendo a los receptores. Según los datos de […]
El pasado 30 de septiembre, varios grupos de caminantes salieron desde distintos puntos de España para marchar sobre Madrid y reivindicar «pensiones dignas». Los participantes piden que se revierta la modificación que hizo el PP en 2013 y que desligó la subida de las pensiones al IPC, empobreciendo a los receptores. Según los datos de los sindicatos, en España la cuantía pensión media asciende a 918 euros, aunque la más frecuente es de tan sólo 650 euros.
La manifestación que este lunes tiñó de rojo el recorrido de Atocha a Sol tenía algunas particularidades: la edad media subía de los 50 y algunos de los asistentes llevaban bastón. Cientos de jubilados se manifestaron en Madrid para pedir «pensiones dignas» después de que el pasado 30 de septiembre salieran desde varios puntos de España para marchar sobre la capital. Recuperar el poder adquisitivo perdido en los últimos años, volver a llenar la hucha de las pensiones o reactivar el Pacto de Toledo son algunas de las reivindicaciones de estas concentraciones convocadas por los sindicatos Comisiones Obreras y UGT.
«En el camino algunas personas nos preguntaban si la marcha estaba relacionada con Cataluña. Tuvimos que aclararles que estábamos haciendo tantos kilómetros para que descongelen las pensiones, se dedique más presupuesto y se llene la hucha que se está agotando», explica Manuel, uno de los andarines de 69 años que hace unos días salió de Málaga. Además de visibilizar el problema, estos hombres y mujeres han ido relatando a los interesados el complejo problema con las jubilaciones. Una de las principales críticas de los asistentes a la manifestación iba destinada a la reforma que el Gobierno realizó en 2013 y que desligó las pensiones del IRPF. «El 0,25 es una mierda», cantaban los presentes junto a otros lemas como «Pensiones dignas y con derechos» o «Más pensión, menos corrupción».
El resultado de la citada reforma es que durante los últimos años, las pensiones han aumentado un 0,25%, mientras los precios han subido un 1,8%, según los últimos datos. Es decir, se ha perdido poder adquisitivo. Si a eso se les suma el repago sanitario o la subida del recibo de la luz, se hace más difícil llegar a fin de mes con una pensión media de 918 euros, aunque los sindicatos advierten de que la más frecuente es de 650 euros. «En la práctica las han congelado. Subirlas 5 o 6 euros es una vergüenza. Los sueldos son una miseria. Ya está bien de que haya tanta podredumbre y tanto robo y que luego digan que no hay dinero para las pensiones», se queja Mari Carmen, que durante toda su vida ha trabajado de oficinista y, ahora, a sus 71 años ve cómo el Gobierno ningunea los frutos de su esfuerzo.
Además, los pensionistas recuerdan que algunos de ellos han sido el sostén de sus familiares durante la crisis. Los abuelos no solo cuidan de sus nietos cuando sus padres no pueden pagar una guardería, también han aportado a la economía familiar con su pensión. Según los datos de los sindicatos, cuatro de cada 10 pensiones han hecho este esfuerzo por sus hijos o sus nietos, algunos en paro o con salarios insuficientes.
Por eso, «defender las pensiones es cosa de todos», tal y como rezaba una de las muchas camisetas que se vieron en el Paseo del Prado. La implicación de los jóvenes, que suelen ignorar esta problemática, ha sido otro de los objetivos de las marchas. Con el alto índice de paro juvenil, los bajos salarios y la hucha casi vacía, muchos creen que la próxima generación tendrá, de nuevo, que luchar por este derecho. «Viven al día y no están concienciados de que el futuro lo tienen muy oscuro», comenta. Raúl, de 29 años, es la excepción en esta marcha: «Estoy aquí porque esto es un problema del presente, pero también del futuro».
Durante estos 10 días que los andarines han recorrido España hasta alcanzar Madrid, han recabado a su paso 500 firmas de apoyo al manifiesto y resoluciones municipales de respaldo a las marchas y sus reivindicaciones, según indican los sindicatos. De hecho, varios políticos han estado presentes en el acto, desde el secretario general de Podemos de Madrid, Ramón Espinar, hasta la presidenta del PSOE, Cristina Narbona, o el portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, entre otros. También ha acudido Natalia Blázquez, de Izquierda Unida en Madrid.
Prejubilaciones con penalización
Además de los sindicatos, ha habido otras organizaciones que han querido sumar sus reivindicaciones a la marcha, como el grupo Jubilación sin penalizar. «Estamos aquí para pedir que cuando un trabajador tenga 40 años cotizados no se penalice la jubilación. Yo estuve 46 años pagando, me jubilé a los 61 y me han penalizado con un 24% de mi pensión. Queremos que, al menos, cuando lleguemos a los 65 nos den la prestación íntegra», explica Santiago, que trabajó la mayor parte de su vida como ingeniero técnico de comunicaciones.
En el caso de la mayoría de los pensionistas de esta asociación, las prejubilaciones no fueron voluntarias: pusieron el broche a un proceso de EREs, donde tenían que elegir entre el desempleo o esta situación: «Me iba al paro con 61 años», recuerda Santiago.
Subir las pensiones de viudedad
Cuando la marcha ha llegado a Sol, se ha habilitado un espacio especial con un escenario, desde donde se han hecho los discursos finales. El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, y el de CCOO, Unai Sordo, han sido los encargados de cerrar el evento.
En las palabras de cierre, además de las mencionadas reivindicaciones, también han hecho referencia a la brecha de género que hay en las prestaciones y han hecho suyas algunas reivindicaciones de las viudas, que también han acudido a la convocatoria. De hecho, UGT ha pedido al Gobierno que aumente este tipo de pensiones. Según estos cálculos, la pensión media de viudedad en 2015 fue de 630 euros al mes en catorce pagas, mientras la de orfandad es de 370,5 euros mensuales.
Los sindicatos también han hablado de su fórmula para insuflar vida al tocado sistema de pensiones: un sistema retributivo más justo, aumentar el gasto destinado del PIB, que ahora está en un 10,4%, al estilo de algunos vecinos europeos como Francia o Italia en los que ronda el 15% , o eliminar las subvenciones con cargo a la Seguridad Social.