Recomiendo:
0

El 14 de abril hay que decir ¡Basta!

Fuentes: Rebelión

El sábado 14 de abril del 2007 se cumple el 76 aniversario de la proclamación de la II República. Es una fecha histórica pero también reivindicativa, que cobra especial importancia por la situación que vivimos de creciente crispación social, de descrédito de la política y de crisis institucional ante la ofensiva impulsada por los neofranquistas […]

El sábado 14 de abril del 2007 se cumple el 76 aniversario de la proclamación de la II República. Es una fecha histórica pero también reivindicativa, que cobra especial importancia por la situación que vivimos de creciente crispación social, de descrédito de la política y de crisis institucional ante la ofensiva impulsada por los neofranquistas del PP. Una ofensiva que lleva al gobierno de Zapatero a mirar siempre a la derecha e instrumentar unas políticas neoliberales y de involución democrática que están en abierta contradicción con las movilizaciones que sirvieron para aupar al poder a los socialistas en las pasadas elecciones generales.

Es necesario, en consecuencia, exigir a Zapatero y a los dirigentes de las principales organizaciones progresistas que ya basta de ley de Partidos y de cualquier otra complicidad con el PP, que ya basta de reforma laboral, de negar la memoria histórica y de conculcar el derecho de los pueblos de España a la libre autodeterminación porque ello contraviene a la Monarquía. Los hechos siguen mostrando una vez tras otra que, ante las provocaciones y el chantaje permanentes de la derecha más reaccionaria y ante la rígida defensa del actual marco constitucional, son la democracia y nuestras libertades como trabajador@s y como ciudadan@s las que más se resienten.

Por eso mismo es por lo que necesitamos forjar la más amplia unidad para luchar por una verdadera democracia y libertades, es decir por la III República. Reivindicar la República porque ésta, después de 30 años de monarquía otorgada, aún representa la única posibilidad de convivencia libre y democrática de los pueblos del Estado español, y la única salida de los trabajadores y trabajadoras para acabar -en particular- con los escandalosos beneficios de la banca y de las grandes empresas, con la especulación inmobiliaria y el expolio medio-ambiental, con la corrupción generalizada en las instituciones, con las deslocalizaciones, la desregulación laboral, el paro, los despidos y el deterioro incesante de las condiciones de vida y de las pensiones a que nos aboca el neoliberalismo.

La Constitución actual concede al rey un papel que no es el de mera figura decorativa, pues se le encarga, entre otras cosas, de sancionar las leyes, designar el candidato a la presidencia del gobierno y nombrarlo, así como ejercer la jefatura suprema de las fuerzas armadas que han de proteger la «integridad» territorial del régimen monárquico. Pero, con ser importante, la reivindicación de la República no significa sólo defender el carácter electivo de la jefatura del Estado, también implica la gran tarea pendiente desde hace 30 años de consumar la «ruptura democrática», de quitarnos de encima el pesado fardo de las viejas instituciones heredadas del franquismo, instaurando el derecho a la libre elección y revocación de los cargos electos a todos los niveles; el derecho a un Estado realmente social, laico, soberano e independiente de la regionalización que fomenta la Unión Europea, así como a una solución justa, pacífica y democrática de nuestra realidad plurinacional.

En definitiva, la conmemoración el 14 de abril de la República tiene, por derecho propio y por las circunstancias políticas expuestas, una actualidad reivindicativa y una urgencia política inapelables. Como se viene gritando en cada vez más manifestaciones y pronunciamientos a lo largo y ancho de nuestra geografía: «España, mañana, será republicana».