Del #tomalaplaya a las marchas indignadas, los ritmos de la protesta salen del foco mediático pero no de las redes virtuales y presenciales.
«Esto es como Gandhi, pero con internet». Javier Toret, miembro de Democracia Real Ya en Barcelona, acude a esta frase para describir el 15M. Su autor es un comerciante pakistaní: Toret le había preguntado su opinión sobre un movimiento que en pleno verano sigue mostrando una fuerte capacidad de contagio.
«En nuestra marcha camina el primer acampado del 15M», bromea por teléfono Juan Bordera, a su vez uno de los 12 primeros caminantes de las marchas indignadas que confluirán en Madrid el 23 de julio. De forma natural, Carles, un vecino de la localidad valenciana de Carcaixent, se unió a la marcha con la credencial de haber acampado en la plaza de su pueblo en protesta por su despido. Allí plantó su tienda dos semanas antes de que las famosas 40 primeras indignadas acamparan en Sol.
Como Carles, otro acampado solitario difundía su apoyo a la marcha indignada: «Soy Ginés Rodríguez, el extrabajador del grupo Tavex que estuvo en huelga de hambre durante 22 días», anunciaba en el blog de las marchas indignadas. «Cuando la marcha este que parte de Valencia se una con la que sube de Alicante me uniré a ellos con otros compañeros para marchar hacia Madrid como un indignado más con la injusticia global».
A tres semanas de la fecha de llegada, las marchas indignadas suman kilómetros y participantes. Sólo en Valencia, se están organizando autobuses desde diez barrios distintos para el día de la llegada. Ocho rutas más se sumarán a la convocatoria desde diferentes puntos del territorio: nada mal, para un movimiento que, después de la demostración de fuerza del 19J, había pisado el freno con la consigna #tomalaplaya difundida en las redes sociales.
«Nosotros no tenemos ninguna duda de que este movimiento va a seguir hacia delante», aseguraba Xavi, de la acampada de Terrassa (Barcelona), durante su intervención en una mesa redonda sobre el 15M celebrada en el centro social malagueño La Casa Invisible. «Pero evidentemente no podemos hacer una manifestación de 50.000 o 100.000 personas cada semana», reflexionaba.
Espacios de anonimato
Tras semanas de sobreexposición mediática, el movimiento perfecciona sus herramientas en los espacios de anonimato que, en expresión del editor Amador Fernández-Savater, cobijan la politización contemporánea. Alberto, del nodo sevillano de Democracia Real Ya (DRY), explicaba también en la Invisible la integración de sus «laboratorios de investigación» en uno de esos espacios, la red social N-1.
Estos centros de trabajo colaborativo para el desarrollo de propuestas se construyen en la red con aportaciones legales, históricas y de comunicación política. «En su mayoría son brillantes ideas», celebraba Alberto, que esperaba tener suficiente trabajo avanzado como para presentar media docena de propuestas bien trabajadas para el final del verano. «Es lo bueno del parón. Ahora tenemos tiempo para pensar, leer y escribir», remachaba.
Algunas de las ideas y materiales para estas dos páginas se han tomado de la mesa redonda celebrada en la Invisible el 25 de junio. Los participantes contestaron a las preguntas del recuadro.
PREGUNTAS
1.¿De dónde venimos? ¿Cómo empezó el proceso?
2.¿Dónde estamos? ¿Qué hemos aprendido?
3.¿Cuáles son los próximos pasos?
JAVIER TORET. DEMOCRACIA REAL YA-BARCELONA, AGENCIA ‘LA EX’ Y UNIVERSIDAD NÓMADA
1.»Se trataba de aprovechar las capacidades de la gente que está en las redes sociales para desviar esa energía y construir un plan. Un amigo nos invitó a un grupo de Facebook donde estaban los grupos Promovilización ciudadana. Allí había un montón de gente que no se conocía, gente muy diversa y de muchos sitios, y empezó a crearse una ilusión y un plan colectivo para atacar o hackear la democracia con ese nombre. Yo veía el nombre Democracia Real Ya y decía ‘qué aburrimiento’. Pero no veas cómo curraban. Se creó una ilusión colectiva: podíamos hacer algo con una visión estratégica. La mayoría era gente que no venía de la militancia, y debemos ser muy autocríticos al respecto».
2.»Ahora tenemos un momento para repensarnos y reactualizarnos. El volver a creer que podemos cambiar las cosas está generando una mutación muy fuerte en nuestras vidas, en ese sentido creo que los pasos que ha dado el movimiento son de no retorno. Hemos aprendido del 15M su capacidad de cohesión, de no disolverse, de no dejar que la ciudadanía se contagie de pasiones tristes. Todo esto ha tomado cuerpo en nuevas formas de autoorganización que cuestionan la dictadura partitocrática. En toda Europa, movimientos como Uk Uncuts o Juventud Sin Futuro encarnan esas multitudes precarias que se levantan ante el secuestro de la democracia».
3.»Para el 15 de octubre estamos lanzando una convocatoria global de movimiento y es importante construirla colectivamente. Este proceso político transformador no es un sprint sino una carrera de fondo, que hay que trabajar con una visión estratégica a medio-largo plazo: tenemos que descansar, tenemos que tomar la playa, tenemos que intentar disfrutar también del proceso. O sea, esto no es un ritmo infinito, es muy importante entender esa dimensión de la energía de este movimiento, y cómo puede extenderse, cómo puede profundizarse, qué papel tienen nuestros colectivos en eso.
UN PARTICIPANTE. DEMOCRACIA REAL YA-SEVILLA.
1.»A principios de marzo éramos diez chavales y dijimos pues bueno, vamos a hacer una manifestación. Una cosa importante es que ninguno teníamos un largo bagaje en el activismo. Eso ha sido malo porque nos faltaba un poquito de experiencia de algunas cosas, y bueno porque la mente en blanco está deseando llenarse de información de los demás, de metodologías, de experiencia, porque ha sido un proceso contínuo de desaprendizaje y de aprendizaje. La idea era decir esto no es una organización, es un ente, con un manifiesto inclusivo, positivo, precioso, que todo el mundo firmaría, unas exigencias que todo el mundo más o menos comparte».
2.»Ahora la cosa se está esparciendo por los barrios, y en esos barrios vamos confluyendo todos los brazos, las cabezas, los actores, y desde ahí vamos tejiendo la red. Hemos comprendido que esto es una cuestión de mucha gente, muchos actores, que cada uno tiene una temporalidad diferente y un espacio geográfico de actuación diferente y correlativamente una metodología de acción diferente. Al final todos se complementan y si hay algún malentendido, lo que tenemos que hacer es fortalecer los canales de comunicación. Con eso iremos poco a poco en ese proceso de esparcimiento- convergencia, no tenemos un referente histórico en el que mirarnos, estamos haciendo el cuadro con el boceto ahora mismo».
3.»Estamos creando un Estado constituyente permanente que se contrapone con ese Estado constituido con mecanismos de representación que han quedado caducos. Uno de los objetivos es la efectiva ocupación del espacio político: pasar de elegir a un representante que vote por ti a proponer directamente política en su conjunto, con estas leyes, esta dotación presupuestaria y esta manera de aplicarlas. Para ello es necesario crear una conciencia crítica y política que supere las antiguas realidades sociales, generar nuevos usos que pasen por la información en red y por la pedagogía».
UNA PARTICIPANTE. PLATAFORMA ESTADO DEL MALESTARMÁLAGA.
1.»La primera convocatoria fue en Madrid y a partir del fin de semana siguiente fuimos 50 ciudades. En Málaga al principio sólo estuve yo, pero a partir de ahí se creó mucha ilusión porque además era una manera nueva, éramos gente que nunca habíamos participado en movimientos sociales, nos considerábamos la clase media, que habíamos caído en un hoyo que ni nos imaginábamos, y empezamos a salir a la calle, y lo que pasó es que cada vez salía más gente, y se montó la plataforma de coordinación ciudadana, y una cosa que nos pareció interesante es que había mucha discusión política, pero en Malestar se decía ‘no, aquí lo importante es sacar a la gente a la calle’, y creo que eso es lo que unió a la gente, la idea de movilizar a la gente en la calle y partir de ahí hacer política».
2.»Si hay algo que hemos aprendido es el término ‘cuidadanía’, me parece perfecto para definir lo que tenemos que seguir trabajando, que eso para mí ha sido la dimensión que ha tomado al ser un grupo con tanta gente, con tantas ideas, con tantos intereses, que es lo que nos puede unir, el cuidado, el respeto. Yo creo que ahora estamos más concienciados con esos cuidados, con que esos grupos tienen que estar activos pero sin quemarse».
3.»Me parece muy importante la idea de soltar el testigo, vimos que soltándolo otras personas lo cogían y lo pasaban a otro lado. Primero fue Malestar, las plataformas, la convocatoria del 15, y luego las acampadas y las manifestaciones, siempre había alguien que seguía. Esto te permite también ir para atrás, ir para alante, y descansar un poco, y te permite trabajar mucho más. Si es que yo decía ‘me voy’, y cuando vuelvo de sacar al perro ya han hecho una web, esto es la empresa más potente que nunca he visto, la gente queriendo hace mucho más que cobrando. Esto lo ve la Coca Cola y no se lo cree».
CELIA. PARTICIPA EN EL CENTRO SOCIAL MADRILEÑO PATIO MARAVILLAS
1.»Yo por mi parte no había vivido de esta manera este imaginario de la victoria, no sé si en la vida o desde hace muchísimo tiempo. Para que se quedaran los 40 frikis que se quedaron la primera noche en Sol hacía falta creérselo. [En los movimientos sociales de Madrid] llevábamos seis años o siete haciendo unas manifestaciones aburridísimas en las que nadie se sentía a gusto, que todo el mundo sabía que tenían unos límites clarísimos y que no llegaban a ningún lado».
2.»El movimiento ha introducido un vocabulario completamente novedoso, que ha tenido un efecto de performatividad muy fuerte, es decir cuando en las manifestaciones había un cartelón con la palabra ‘respeto’, que puede ser un concepto que más o menos nos identifiquemos con él, igual nos sentimos un poco indiferentes, pero ha cambiado de forma real las relaciones que se producían en las plazas y en los barrios, eso es una novedad alucinante. El15M ha supuesto una nueva forma de agregación que multiplica la potencia que tiene cualquier tipo de movimiento, porque no es simplemente individual o colectivo, sino que permite que determinados grupos de colegas, incluso a través de las redes sociales, y de forma individual, las plazas, los centros sociales, los barrios, se pongan en torno a una misma cosa».
3.»El reto es ver de qué forma nos dotamos para potenciar la inteligencia colectiva. Tienen que ser formas que no la aplanen, porque normalmente cuando la complejidad es muy alta, los esquemas simplificadores cortan los brazos y las piernas de los movimientos, el reto es cómo nos organizamos de una manera que no nos recorte. Ahora viene por delante el verano, y hay que tener las pausas bien determinadas y aplicar la potencia en los puntos de presión donde estemos, y seguir trabajando en la elaboración de un repertorio propio del movimiento, que yo creo que con la inteligencia y las capacidades técnicas que están dentro es bastante factible».
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/El-15M-sigue-su-carrera-de-relevos.html