Para una gran parte de la opinión pública en España, el 23F constituye un episodio de militares ultras que trataron de impedir la democracia dando un golpe de estado contra la Transición.
A partir de esta posición, el imaginario colectivo construye teorías sobre si Juan Carlos I estuvo implicado en el golpe, sobre a qué hora salió en TVE, etc., etc.
Nada más ajeno a nuestra realidad histórica que esta versión popularizada por los medios de comunicación.
Hoy podemos conocer con detalle lo ocurrido en aquellos acontecimientos. Y la mejor forma de entenderlo es enmarcarlo en el curso histórico previo que dio lugar a los sucesos. La digitalización de las fuentes permiten su consulta inmediata por parte de las personas interesadas. Para entender lo ocurrido el 23 de febrero de 1981 en España es necesario enumerar sus antecedentes y la resistencia da Suárez a entrar en la OTAN.
Del rechazo occidental al ingreso de España en la OTAN por sus carencias democráticas, al abrazo del neutralismo por Suárez y su renuncia al ingreso
España, desde los Gobiernos de Carlos Arias Navarro, había tratado de incorporarse a la OTAN, siendo rechazada su adhesión por varios países europeos por sus carencias democráticas, fundamentalmente por el Reino Unido, Dinamarca, Holanda y Noruega. Para argumentar nuestra petición de incorporación, se utilizó la Alianza Militar existente con EEUU. “Se están considerando las alternativas posibles con la Organización del Tratado del Atlántico Norte, con el convencimiento de que la decisión que se adopte deberá contar con un análisis previo de los compromisos que nuestra eventual participación en los esquemas de dicha Alianza traería consigo” (Discurso de investidura como Presidente de Gobierno de Arias Navarro el 28 de enero de 1976).
También en los primeros Gobiernos de Adolfo Suárez se mantuvo el intento de adhesión como respaldo de los países democráticos europeos a la Reforma Política de Suárez. Sin embargo, Suárez evoluciona hacia el neutralismo. En 1978 visita a Fidel Castro (fue el primer presidente de Europa occidental en visitar Cuba) titulando El País el día siguiente (10/9/1978) “Fidel Castro aplaudió a Suárez mientras descendía del avión”. En 1979 España participa en calidad de país “invitado” en la cumbre del Movimiento de Países No Alineados (Fidel Castro destacó públicamente la postura española por “no dejarse manejar por la OTAN y mantenerse independiente ante el imperialismo norteamericano”). Y en septiembre de 1979 vuelve a ser el primer Presidente europeo que recibe a Yasser Arafat, después de los sucesos de 1972.
Esta posición neutralista de Suárez culmina en la reunión de Washington con el Presidente Jimmy Carter (abril del 80), donde éste le da su apoyo a la adhesión de España a la OTAN y Suárez lo rechaza. En realidad, Jimmy Carter ya había acordado con sus socios europeos de la Alianza la entrada de España, que no se produjo por la negativa de Suárez. Esta reunión marca un punto culminante del enfrentamiento de Suárez con los intereses norteamericanos y el ingreso esperado de España en la OTAN.
Estados Unidos moviliza sus influencias en España
El 25 y 26 de junio de 1980 Jimmy Carter visita España y además de reunirse con Adolfo Suárez y el Rey, también se reúne con Felipe González.
A la pregunta de la Agencia EFE, en la entrevista que le hace, “¿Cómo valora usted en estos momentos las relaciones entre Estados Unidos y España y qué papel ve usted para España en Europa y en el mundo occidental?”, Carter respondía: “Prevemos con ilusión una acrecentada cooperación con España en muchos terrenos en los que podemos laborar juntos para afrontar los desafíos a nuestros intereses comunes”. A pesar de ser un tema de total actualidad en aquel momento no hay en la entrevista ninguna pregunta directa sobre la OTAN y España. (El País, 25 de junio de 1980).
Pocos días antes de la llegada de Carter a Madrid el Ministro de Asuntos Exteriores Marcelino Oreja realiza una entrevista en El País, titulada por el medio como “Marcelino Oreja: Podemos adherirnos a la OTAN en corto plazo«, donde afirma que el Gobierno es favorable al ingreso en la OTAN (“El Gobierno es totalmente favorable a la pronta incorporación de España a la Alianza Atlántica”) (El País 15/6/1980). Suárez remodela ese verano su Gobierno y el 8 de septiembre de 1980 Marcelino Oreja es destituido como Ministro de Asuntos Exteriores.
Para entender la posición de Suárez es importante también reseñar que, en 1980, tras haber presentado España su candidatura en 1977 para entrar en la Comunidad Económica Europea (CEE) (la actual Unión Europea-UE), esa entrada se está retrasando fundamentalmente por la posición de algunos países. Podría entenderse una posición negociadora española negando la entrada en la OTAN para forzar la admisión en la CEE, pero también podría entenderse, tal y como hace la prensa de la época, un retraso en la adhesión a la CEE para forzar a España a entrar en la OTAN. Sirva de ejemplo la primera pregunta que El País le hace a Marcelino Oreja en la entrevista citada: «¿No es ello –el retraso en la adhesión a la CEE- consecuencia … de la confusión que aparenta incluir una política exterior española pendulante hasta ahora entre el atlantismo y la no alineación?»
A partir de septiembre de 1980 se produce la desestabilización sistemática y prolongada de la UCD y el acoso a Adolfo Suárez. Un hito importante sería la pérdida de apoyo de Suárez por su grupo parlamentario, espoleado contra el Presidente por el diputado de la UCD Miguel Herrero de Miñón. Comienza en ese momento la campaña oficial de desestabilización y derribo de Suárez a la que los poderes fácticos intentarán aglutinar a todos los sectores. Suárez no va a integrar España en la OTAN y la única solución es sacar a Suárez de la Moncloa.
Ronald Reagan sucede a Jimmy Carter en la Casa Blanca y los acontecimientos se aceleran en España
En noviembre de ese año 1980, Ronald Reagan gana las elecciones americanas y sustituye con una política mucho más agresiva y militarista al demócrata Jimmy Carter.
A partir de ese momento, con la OTAN como trasfondo, se profundiza el proceso de desestabilización de la UCD y arrecian las presiones que culminan con la dimisión del Presidente Adolfo Suárez el 29 de enero de 1981. En el mensaje televisivo afirmó: “No quiero que el sistema democrático sea, una vez más, un paréntesis en la Historia de España”.
“Washington está impaciente por que España ingrese en la OTAN y el Rey tiene que ver a Reagan a mediados de febrero”, decía a continuación El País el 1 de febrero de 1981.
Pocos días después, entre el 6 y el 9 de febrero de 1981, se celebró el 2º Congreso de la UCD en Palma de Mallorca. Un Adolfo Suárez acosado y dimitido consigue resurgir de las cenizas y, con la ayuda de Agustín Rodríguez Sahagún, ganar el Congreso contra todo pronóstico. Como indicó la prensa extranjera: «Suárez, después de un corto período, volverá a la cabeza del partido y del Gobierno«. (El País, 11 de febrero de 1981).
Pero era evidente que las posiciones de Adolfo Suárez y de una parte de la UCD, hacían inservible ya este partido para los intereses norteamericanos que exigían la entrada inmediata de España en la OTAN.
El 23 de febrero de 1981
El 23 de febrero de 1981 se produce el golpe de estado organizado por EEUU y los poderes fácticos para desmantelar la UCD, situar a los socialistas en el Gobierno y meter a España en la OTAN.
La participación de los socialistas en la preparación del golpe está ampliamente documentada y difundida, a partir de la archiconocida reunión celebrada en Lérida entre Enrique Múgica y el general Armada. Igualmente está bien conocida la relación entre Alfonso Armada y Juan Carlos I, eran amigos y Armada padrino de Juan Carlos y Secretario de la Casa Real durante años.
El documento “Panorámica de las Operaciones en marcha” remitido por el CESID a Suárez en noviembre de 1980 detallaba las opciones para destituirle que estaban analizando los poderes fácticos con el partido socialista y cómo, tras descartar las de menos consenso socialista (moción de censura en el Congreso de los Diputados o golpe de un militar al estilo de Gaulle), se preparaba la solución Armada presidiendo un gobierno de concentración nacional con todos los partidos excepto los nacionalistas.
La participación de EEUU también quedó de manifiesto en el juicio. Como puede leerse en el Archivo de la Transición, el capitán Gómez Iglesias, condenado por el golpe, detalló la reunión del comandante José Luis Cortina (uno de los cerebros del golpe) con el embajador norteamericano en Madrid Terence Todman días antes del golpe.
Con posterioridad y a través de las memorias publicadas por el coronel Arturo Vinuesa, hemos conocido la reunión en Logroño, el 14 de febrero de 1981, del general Armada con el embajador norteamericano en Madrid Terence Todman. El anfitrión de esta reunión entre Armada y el embajador norteamericano sería poco después ampliamente recompensado en el gobierno de Felipe González.
¿Qué pasó entonces el 23F para que Armada no fuese Presidente del gobierno?
Fue el teniente coronel de la Guardia Civil Antonio Tejero quien al inicio de la tarde del 23 de febrero de 1981 entró en el Congreso de los Diputados, tomó el edificio con un numeroso cuerpo de guardias civiles y situándose en el hemiciclo con la pistola en la mano y disparando gritó a los diputados el famoso “¡Todos al suelo!”. Una cámara de TVE quedó encendida y todo el mundo pudo ver el vergonzoso espectáculo que Tejero representó en el hemiciclo.
Cuando el general Armada llega al Congreso para presentar su proyecto de concentración nacional, en el camino al hemiciclo le relata a Tejero la composición del nuevo gobierno. Tejero, atónito, le replica a Armada que él no había dado un golpe para poner a los comunistas en el gobierno, impidiéndole que entre en el hemiciclo y que se dirija a los diputados.
Refugiado Armada en el Hotel Palace frente al Congreso van pasando las horas sin que Tejero decline en su actitud hasta que, ya entrada la noche, alguien decide seguramente desde Washington que ya se ha hecho suficientemente el ridículo y se suspende la operación. Lo que ocurre a partir de ese momento nos lo han contado muchas veces, la alocución del Rey, etc., etc. Menos recordado es que tardarían hasta el día siguiente en llegar a un acuerdo con Tejero para su salida del Congreso.
Este es el relato que, aquellos días, hizo el diario español ABC de la entrada del general Alfonso Armada al Congreso de los Diputados tras pronunciarle el “santo y seña” “Duque de Ahumada” al teniente coronel Tejero en la puerta: “Armada no sube al podio del Parlamento para hacer el “pronunciamiento”, como Tejero tenía previsto …Se entrevistan ambos militares en un despacho. Y justo en esa conversación salta la controversia: el “golpe” de Tejero no es el “golpe” de Armada. “Para que Carrillo se siente en el Gobierno no he dado yo este golpe” dirá el vehemente coronel de los poblados mostachos. No hay acuerdo” (ABC. Pilar Urbano. 27/2/1981). (La puerta estaba abierta y la conversación a gritos fue escuchada por la doctora Carmen Echave que anotó en su agenda los nombres de los ministros que proponía Armada).
El gobierno de concentración nacional para el que el general Armada no pudo pedir la investidura el 23 de febrero de 1981
Alfonso
Armada,
Presidente del Gobierno
Felipe
González,
Vicepresidente para Asuntos Políticos
José
Mª López de Letona (banquero),
Vicepresidente Asuntos Económicos
Gregorio
Peces-Barba
(PSOE),
Justicia
Enrique
Múgica
(PSOE),
Sanidad
Javier
Solana
(PSOE),
Transportes
Jordi
Solé Tura
(PCE),
Trabajo
Ramón
Tamames
(PCE),
Economía
Manuel
Fraga
(AP),
Defensa
Pío
Cabanillas
(UCD),
Hacienda
José
Luis Álvarez Álvarez
(UCD),
Obras Públicas
Miguel
Herrero y Rodríguez de Miñón
(UCD),
Educación
Agustín
Rodríguez Sahagún
(UCD),
Industria
Carlos
Ferrer Salat
(Presidente
de la CEOE), Comercio
Luis
María Ansón
(Director
de la Agencia EFE), Información
Antonio
Garrigues Walker
(abogado),
Cultura
José
María de Areilza,
Asuntos Exteriores
José
Antonio Sáenz de Santamaría
(general
del ejército), Autonomías
Manuel
Saavedra Palmeiro
(general
del ejército), Interior.
Pero, a pasar de todo, el golpe triunfó y España entró en la OTAN
El mismo 25 de febrero de 1981 Leopoldo Calvo Sotelo lo anunció en su discurso de investidura y España, antes de acabar el año, comunicó a la Alianza su intención formal de adherirse al Tratado de Washington. El ingreso se realizó el 30 de mayo de 1982.
Suárez salió de UCD y fundó el Centro Democrático y Social (CDS). La UCD pasó en las elecciones de 1982 de 168 a 11 diputados.
Cuatro años más tarde, gobernando ya los socialistas, se celebró el Referéndum de la OTAN. El diseño trampa de la pregunta y la utilización por el gobierno de la única televisión existente en la época (TVE) se enmarcaron dentro de las múltiples irregularidades cometidas por el partido socialista de Felipe González para mantener a España en la OTAN.
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