El colectivo Toma la Huelga, surgido al amparo del movimiento del 15-M, y la Coordinadora 25-S, organizadora de las acciones que llaman a rodear el Congreso, han convocado para el próximo miércoles día 14 noviembre una nueva protesta en las inmediaciones del Parlamento para, por un lado, secundar la huelga general y por otro, volver […]
El colectivo Toma la Huelga, surgido al amparo del movimiento del 15-M, y la Coordinadora 25-S, organizadora de las acciones que llaman a rodear el Congreso, han convocado para el próximo miércoles día 14 noviembre una nueva protesta en las inmediaciones del Parlamento para, por un lado, secundar la huelga general y por otro, volver a mostrar su rechazo al Gobierno y a los Presupuestos Generales del Estado.
No obstante, a diferencia de las anteriores acciones celebradas en torno al Congreso, en esta ocasión los indignados tienen intención de permanecer toda la noche en los alrededores , con el objetivo de recibir a los diputados el día 15 a su llegada al Congreso y mostrarles su rechazo a las políticas del Gobierno.
Según explicó uno de los portavoces de la Coordinadora 25-S a Europa Press, la decisión fue consensuada por los colectivos organizadores en una asamblea celebrada el pasado miércoles. «Vamos a esperar a que lleguen sus señorías», señaló.
«El 14-N rodeamos el Congreso desde las 19:30 horas hasta el 15-N para dar los buenos días a sus señorías» es el mensaje que ya están difundiendo a través de las redes sociales. Según el portavoz consultado, del número de asistentes dependerá el modo de organizarse a la hora de pasar la noche en los alrededores del Congreso, ya que sí son una «masa» considerable, tratarán de repartirse en los diferentes accesos a la Cámara Baja.
En cualquier caso, esperan que al no haber fijado una hora de finalización de la protesta -algo que sí hicieron en anteriores convocatorias- los asistentes secunden su iniciativa y permanezcan toda la noche en las inmediaciones del Congreso para recibir a los diputados, que al día siguiente acudirán al Congreso para participar en el pleno previsto.
Al igual que en las anteriores protestas, los organizadores no tienen intención de comunicarle a la Delegación del Gobierno la protesta por los cauces oficiales . Tal y como recuerda el portavoz, consideran que la difusión de sus planes a través de los medios y las redes sociales es suficiente para que el departamento dirigido por Cristina Cifuentes tenga conocimiento de sus planes y tome las medidas necesarias para garantizar tanto la circulación como el derecho de manifestación.
Por otra parte, los indignados, que ya participaron en la pasada huelga del día 29 de marzo con sus propias acciones, han decidido sumarse a la marcha convocada por los sindicatos alternativos que saldrá desde la plaza de la Beata María Ana de Jesús a las 18 horas y terminará en Neptuno, a escasos metros del Congreso de los Diputados. Una vez allí, tratarán de rodearlo de nuevo bajo el lema No debemos, no pagamos a partir de las 19.30.
«Huelga destituyente»
«Tomamos la huelga para decir que es nuestra, de las personas desahuciadas, en paro, sin papeles, de quienes no tenemos contrato y quienes producimos riqueza pero jamás cobramos», afirma el colectivo Toma La Huelga en un comunicado publicado en su página web. «Rodeamos el Congreso porque esta huelga no es laboral, es destituyente», explicaba asimismo en un mensaje difundido a través de su cuenta de Twitter.
Por su parte, la Coordinadora aseguraba en otro comunicado publicado en su web que «la huelga es de los trabajadoras y trabajadores, de las ciudadanas y ciudadanos, no sólo de las organizaciones que la convocan». «La huelga general es una potente herramienta de protesta y movilización contra el poder económico y político», añaden.
A través de su cuenta de Twitter la Coordinadora también se está encargando de difundir la convocatoria bajo las eqtiquetas #OcupaElCongreso en Madrid.
La del próximo 14 de noviembre será la sexta protesta que se celebre en los alrededores del Congreso para tratar de rodearlo. La primera acción, que tuvo lugar el 25 de septiembre se saldó con 35 detenidos y 64 heridos, mientras que las celebradas a finales de octubre para rechazar los PGE acabaron sin incidentes y se desarrollaron en un ambiente más relajado.