El 29 de junio ha sido una jornada de lucha en todo el estado. Aunque de forma desigual se convocaron diferentes movilizaciones contra los recortes que pretende imponer el gobierno de Zapatero. El epicentro claro es Euskal Herria dónde se convocó Huelga General por la mayoría sindical vasca (ELE, LAB, STEE-EILAS, ESK, HIRU, ENHE), CGT […]
El 29 de junio ha sido una jornada de lucha en todo el estado. Aunque de forma desigual se convocaron diferentes movilizaciones contra los recortes que pretende imponer el gobierno de Zapatero. El epicentro claro es Euskal Herria dónde se convocó Huelga General por la mayoría sindical vasca (ELE, LAB, STEE-EILAS, ESK, HIRU, ENHE), CGT y CCOO (Ver «Por la unidad de acción: El 29-J tod@s a la Huelga General en Euskal Herria»).
El mismo día 29 hubo una manifestación en Madrid contra la Reforma Laboral y el plan de ajuste del gobierno coincidiendo con la huelga del metro de Madrid los días 28, 29 i 30 de junio contra el recorte salarial del gobierno. Huelga donde los trabajadores del metro en una asamblea de 1.000 trabajadores votaron a favor del paro total sin servicios mínimos. También se han convocado manifestaciones en Zaragoza y Valencia.
En Barcelona se convocó una iniciativa novedosa: una asamblea general de trabajadores de toda la ciudad, donde se convocan trabajadores de todos los sectores y sindicatos, así como estudiantes, desempleados, etc. Iniciativa que parte de los autobuseros de TMB.
La coincidencia de estas diferentes convocatorias tiene una razón bien sencilla. La burocracia de CCOO y UGT había barajado la posibilidad de una huelga general el 30 de junio ante del fracaso de las negociaciones de la Reforma Laboral. El anunciado decreto se ha acabado convirtiendo en proyecto de ley y las cúpulas sindicales han decidido dar oxígeno al gobierno aplazando la huelga al 29 de septiembre. En vano argumentan que de este manera hay más tiempo para prepárala.
No hace falta ser adivino para ver que en verano pocas asambleas, concentraciones o acciones de las que serian necesarias para generar el ambiente de Huelga General se llevaran a cabo. Mientras tanto el Gobierno sí tiene tiempo para preparar su maquinaria de propaganda. Las televisiones continuarán funcionando en los apartamentos y los periódicos continuarán llegando a los bungalows. Nadie duda que se dedicaran a desacreditar la huelga y justificar los recortes.
Las movilizaciones no las podemos postergar o la rabia se desvanecerá. Esta necesidad de urgencia es la que acompañaba los cazerolazos del 22 de junio que se hicieron en diferentes localidades de Catalunya ante las sedes del PSC-PSOE. Esta necesidad de urgencia es la que ha hecho que la izquierda sindical y la izquierda anticapitalista no se resigne a esperar y salga a la calle el 29.
A pesar de todo esto, estas convocatorias tampoco se pueden quedar aisladas. Hay que pedir a las cúpulas de CCOO y UGT un calendario de luchas más allá de la huelga del 29-S, pero el sindicalismo combativo también tiene que ofrecer, a otra escala, un calendario de movilizaciones sostenidas. Hay que crear comités de base para la Huelga General allí donde se pueda. Hace falta hacer propuestas alternativas a los recortes de ZP por una salida anticapitalista a la crisis. Hacen falta acciones contundentes para romper con el conservadurismo imperante, para visualizarnos, para ejemplificar que sí se pueden hacer cosas contra los recortes y para caldear el ambiente para que la huelga del 29-S desborde las direcciones de CCOO y UGT.
En definitiva, hace falta hacer entender que con una sola huelga general no pararemos los ataques que estamos sufriendo. La única solución son las movilizaciones sostenidas. La negociación sin movilización nunca ha servido para nada.
Oleguer Bohigas es militante de En lluita / En lucha