Ocho de cada diez españolas mayores de 65 años viven solas y cobran pensiones inferiores al salario mínimo interprofesional, según señaló hoy en A Coruña la experta en migraciones Graciela Malgesini, que participa en un curso de la UIMP. Malgesini afirmó que la población femenina es el colectivo que más sufre la exclusión social, un […]
Ocho de cada diez españolas mayores de 65 años viven solas y cobran pensiones inferiores al salario mínimo interprofesional, según señaló hoy en A Coruña la experta en migraciones Graciela Malgesini, que participa en un curso de la UIMP.
Malgesini afirmó que la población femenina es el colectivo que más sufre la exclusión social, un fenónemo que en la Unión Europea (UE) afecta a 50 millones de personas; y que esta situación se acentúa en el rural.
Así, explicó que de las cinco millones de campesinas que hay en España, un tercio trabajan la tierra igual que los hombres pero «sufren la invisibilización» por parte de las administraciones.
En la presentación del seminario «Estrategias innovadoras para la inclusión social», que se celebra en A Coruña desde hoy y hasta el próximo viernes, la experta apostó por programas contra las desigualdades, y recordó que la exclusión no sólo depende de factores económicos, sino también de elementos sociales y educativos.
Por su parte, el subdirector de Cruz Roja en Galicia, Joaquín Varela, destacó la importancia de las ONG en las políticas sociales y afirmó que las administraciones tienen que dar prioridad a situaciones sociales como el chabolismo para erradicar los asentamientos y lograr la reinserción social de sus habitantes.
Un 85% de los mayores españoles no puede pagarse una plaza en una residencia para la tercera edad
Dos de cada tres mayores de 65 años en España carecen de los recursos necesarios para pagar una plaza en una residencia geriátrica, puesto que el 85 por ciento tiene como principal y única fuente de ingresos la pensión de la Seguridad Social, según datos facilitados hoy por la Comisión Fiscal del Instituto Edad&Vida durante su participación en el Salón Inmobiliario de Madrid.
Estos bajos ingresos, que rondan los 670 euros mensuales, unidos a la creciente tasa de población mayor, son motivos claves para la búsqueda de alternativas que solucionen el problema de atención a la gente mayor.
En este sentido, la ponencia realizada por Donato Muñoz, miembro de la Comisión de Fiscal del Instituto Edad y Vida, plantea cuatro opciones a la falta de ingresos suficientes para asegurar una residencia en los años dorados: venta de la vivienda, pero manteniendo el uso de la misma, hipoteca sobre la vivienda, hipoteca inversa, y cesión temporal de la vivienda para su explotación en alquiler.