El blog Política y Comercio EE.UU.-Cuba ha reportado que la designación de Cuba como terrorista tiene muchas consecuencias, incluyendo el alto costo de las llamadas telefónicas a Cuba. También hemos declarado que las iniciativas del presidente Obama de expandir las telecomunicaciones a Cuba no fructificarán hasta que se elimine la designación de terrorista. Una noticia […]
El blog Política y Comercio EE.UU.-Cuba ha reportado que la designación de Cuba como terrorista tiene muchas consecuencias, incluyendo el alto costo de las llamadas telefónicas a Cuba. También hemos declarado que las iniciativas del presidente Obama de expandir las telecomunicaciones a Cuba no fructificarán hasta que se elimine la designación de terrorista. Una noticia reciente ilustra el problema.
Hace poco se reportó en el grupo de noticias de Cuba en Yahoo ( [email protected] This e-mail address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it ), que un exiliado cubano llamado Nilo Jerez obtuvo en 2005 una decisión judicial contra el gobierno cubano por una cantidad de $50 millones de dólares debido a supuestos daños por maltratos recibidos en la década de 1970, cuando vivía en Cuba. El Sr. Jerez, quien está representado por la firma de abogados Patton Boggs, está tratando de cobrar mediante una orden judicial de información al Partido Comunista de EE.UU., el cual ellos creen que está aliado o relacionado con el gobierno cubano.
Por eso es importante considerar que el hecho de que Cuba esté en la lista de países patrocinadores del terrorismo provoca la aplicación de otra ley importante, la Ley de Seguro de Riesgo de Terrorismo. Esa ley hace dos cosas: elimina la inmunidad soberana de un país en caso de reclamaciones judiciales privadas en Estados Unidos, y permite a los demandantes cobrar de las cuentas retenidas o debidas a países de la mencionada lista, si esas cuentas se encuentran en Estados Unidos..
Es así como 3l Sr, Jerez tuvo éxito en su reclamación al gobierno cubano y por qué está buscando cuentas cubanas en EE.UU. para cobrar. Es también una explicación de por qué cualquier negocio de telecomunicaciones potenciales con Cuba no tendrá éxito. Si Cuba no puede cobrar con toda seguridad por llamadas de larga distancia o por telecomunicaciones que se le adeuden a consecuencia de transacciones licenciadas por la OFAC con una compañía norteamericana, no hay un incentivo para que los cubanos se dediquen a esas transacciones.
Mientras Cuba permanezca en la lista, si una compañía norteamericana le debiera dinero a una compañía telefónica cubana por servicios de telecomunicaciones, ese dinero podría ser incautado o embargado por una reclamación judicial. La industria de telecomunicaciones no puede ignorar el impacto negativo que tiene esta situación. Ella niega tanto a los norteamericanos como a la compañía telefónica cubana la oportunidad de aprovecharse del mercado natural de larga distancia que existe entre ambos países y los millones de dólares en ingresos y empleos que se crearían si existieran comunicaciones normales. Además, ayuda a crear las condiciones que convierten a Cuba en uno de los lugares más caros a llamar desde Estados Unidos. Los derechos humanos de los que tienen familiares o amigos en Cuba están siendo violados por otro insidioso muro económico levantado por nuestra equivocada política hacia Cuba. En estos momentos hay muchos en este país que quieren llamar a amigos y familiares en Cuba, pero no pueden darse el lujo de hacerlo de manera regular y normal.
Estos no son los resultados que queremos en nuestra política exterior. Tampoco es el tipo de cambio de liderazgo que el candidato Obama prometió si era elegido. El presidente Obama tiene el poder para eliminar esta equivocada designación de Cuba..
Decimos que deseamos más comunicación con el pueblo de Cuba. ¿Cuándo hará el presidente una revisión objetiva de esta fracasada política? Sr. Presidente, si usted desea crear empleos, especialmente en la Florida, elimine la designación de terrorista y apoye los esfuerzos congresionales por eliminar la prohibición a todos los norteamericanos de viajar a Cuba.
* El autor es abogado.