La fotografía durante la historia ha tenido papeles múltiples. Se ha utilizado como pura estética, para informar, como denuncia, para manipular hechos, etc. La fotografía ha servido para contar los hechos más importantes de la historia. Algunas fotografías han hecho cambiar opiniones a sociedades enteras. Muestras de esto son, por ejemplo, la foto de Alberto […]
La fotografía durante la historia ha tenido papeles múltiples. Se ha utilizado como pura estética, para informar, como denuncia, para manipular hechos, etc. La fotografía ha servido para contar los hechos más importantes de la historia. Algunas fotografías han hecho cambiar opiniones a sociedades enteras. Muestras de esto son, por ejemplo, la foto de Alberto Korda (1960) del Che Guevara convertida en símbolo universal de rebeldía en todas sus interpretaciones. Otro ejemplo fue la fotografía de la niña vietnamita corriendo desnuda, del fotógrafo Nic Ut, que retrató el sufrimiento y la desesperanza humana de los niños y las niñas en la guerra.
El colectivo Fotomovimiento empezamos con el 15M, como activistas en la plaza, cuando se formaron las diversas comisiones nació la de fotografía. Las personas que nos encontramos allí creímos que ya era hora de fotografiar y mostrar al mundo en qué situación estábamos. La fotografía tenía que ser un elemento indispensable en la revolución.
Arma de doble filo
La posibilidad de difusión que nos ha dado la Red es una gran ventaja. En pocos segundos, una imagen puede dar la vuelta al mundo, haciendo que cualquier persona que tenga una conexión a Internet pueda saber qué está pasando en cualquier punto del mundo. El problema puede venir por las descontextualizaciones: es necesario que quede bien claro dónde y cuándo ha sido hecha esa fotografía. Un mínimo de texto que contextualice lo fotografiado debería ser imprescindible en todas ellas.
Cuando salimos a fotografiar a la calle hemos de ser conscientes de que nuestras imágenes pueden convertirse en un arma de doble filo. Esto es así por varias razones. Hemos de tener en cuenta que las personas que ven una imagen interpretan la realidad a través de ella. Por ejemplo, un plano más o menos abierto puede cambiar completamente el sentido de lo que realmente estaba sucediendo. Al utilizar planos muy cerrados ganamos en espectacularidad, pero también estamos descontextualizando y eso puede dirigir en un sentido o en el contrario la opinión que el espectador se forme sobre el mismo hecho.
En esa misma línea de como un reportaje puede mostrar una u otra faceta de la realidad, está en la elección de la imagen. Esta es una de las armas que algunos medios de comunicación de masas utilizan comúnmente para crear opinión de forma interesada. El ejemplo clásico y habitual de esto se da cuando en una manifestación pacífica y festiva en la que al final se ha producido un hecho violento. Si la foto que publicamos es precisamente esa, estaremos utilizando la fotografía de forma muy poco ética.
Otra cosa de la que hemos de ser consciente es que una fotografía nuestra puede ser utilizada como prueba judicial, tanto a favor como en contra de determinadas situaciones. Una fotografía en la que se ve un caso de abuso policial, puede ser utilizada en un juicio para la defensa del agredido. De la misma manera, una fotografía en la que se ve a una persona o a un grupo de ellas realizando una acción comprometida, puede ser utilizada por los cuerpos de seguridad para realizar una identificación o una detención.
En resumen, si no queremos que una fotografía se torne en contra nuestra, hemos de ser conscientes de la situación y del contexto, y a la hora de publicar o elegir entre una foto u otra aplicar el sentido común y la honestidad a la hora de relatar lo que hemos visto.
Equipo de Fotomovimiento (@fotomovimiento).
Artículo publicado en el Periódico En lucha / Diari En lluita
http://enlucha.org/diari/el-