La nueva normativa grava de forma injustificada la generación propia de energía limpia y obstaculiza la lucha contra la pobreza energética, como se recoge en las alegaciones presentadas desde el Área de Medio Ambiente y Movilidad. Igualmente debería contemplar una modalidad para favorecer las instalaciones de generación de energía eléctrica de titularidad pública a partir […]
La nueva normativa grava de forma injustificada la generación propia de energía limpia y obstaculiza la lucha contra la pobreza energética, como se recoge en las alegaciones presentadas desde el Área de Medio Ambiente y Movilidad. Igualmente debería contemplar una modalidad para favorecer las instalaciones de generación de energía eléctrica de titularidad pública a partir de fuentes propias. Además bloquea el tránsito hacia un nuevo modelo energético urbano a través de una regulación compleja, desincentivadora y que penaliza económicamente las iniciativas para el empleo de energías limpias.
El Ayuntamiento de Madrid, a través de su Área de Medio Ambiente y Movilidad, presentó alegaciones contra el proyecto de Real Decreto de Autoconsumo Eléctrico, que impide la consecución de los objetivos municipales y contradice las directrices establecidas por la Unión Europea en lo que a política energética se refiere.
Las alegaciones, que la concejala Inés Sabanés presentó el pasado 24 de junio, responden a los retos y compromisos ambientales del Ayuntamiento: la calidad del aire, la lucha frente al cambio climático y la búsqueda de soluciones a la pobreza energética. Para ello «es imprescindible transformar el tradicional modelo energético, en el que la ciudad actúa como mero consumidor final de energía, hacía un escenario en el que la producción urbana a partir de fuentes renovables, la gestión inteligente y la eficiencia adquieran un papel relevante», asegura Sabanés.
El proyecto de Real Decreto de Autoconsumo Eléctrico supone una barrera para el desarrollo de estas políticas municipales encaminadas a reducir la dependencia energética de la ciudad y fomentar la generación distribuida basada en fuentes de energía renovables, tal y como refleja el Plan de Uso Sostenible de la Energía y Prevención del Cambio Climático-Horizonte 2020. Actualmente el 97,4 % de la energía consumida en la ciudad procede de fuentes externas y las energías renovables representan menos del 0,5 % del consumo total de la ciudad (Fuente: Balance energético de la ciudad 2012).
Asimismo, es importante señalar que el Proyecto de Real Decreto de Autoconsumo Eléctrico no contempla de forma diferenciada las iniciativas impulsadas por la administración pública destinadas al aprovechamiento de recursos energéticos propios y renovables. El Ayuntamiento de Madrid ha realizado importantes inversiones para la valorización energética de residuos urbanos y el aprovechamiento del biogás de vertedero y de la digestión de lodos de depuración, contemplando otras fuentes renovables actualmente desaprovechadas, como el potencial energético de infraestructuras subterráneas urbanas. Ninguna de estas realidades y proyectos tendrá viabilidad con una regulación como la que refleja el texto.
Detalle de las alegaciones
A continuación se detallan las alegaciones particulares del Ayuntamiento de Madrid respecto a los principios generales sobre los que se fundamenta el texto del Proyecto de Autoconsumo:
– En los artículos 11 y 18 referidos a la liquidación y facturación se hace referencia a la ley 24/2013 que establece que cualquier modalidad de autoconsumo tendrá obligación de contribuir a los costes y servicios del sistema por la energía autoconsumida. Este hecho implica gravar de forma injustificada la generación propia de energía limpia.
– La propuesta de Real Decreto obliga a los consumidores con tarifa regulada (Precio Voluntario del Pequeño Consumidor o el bono social) a renunciar a esta en caso de utilizar una instalación con autoconsumo, limitando las posibilidades de aplicación de generación propia en las estrategias de lucha contra la pobreza energética.
– La propuesta de Real Decreto no favorece el necesario desarrollo de pequeñas instalaciones fotovoltaicas en entornos urbanos, eliminando de forma indirecta la posibilidad de empleo de sistemas de acumulación (baterías) sin establecer de forma complementaria mecanismos de balance neto.
– La regulación del autoconsumo debe contemplar una modalidad que favorezca las instalaciones de generación de energía eléctrica de titularidad pública a partir de fuentes propias (residuos, infraestructuras urbanas, aguas residuales…) a fin de incentivar las políticas municipales de ahorro y eficiencia energética cuyos beneficios ambientales repercuten en el conjunto de la sociedad.
El Ayuntamiento de Madrid a través del Área de Medio Ambiente y Movilidad solicitó que se admitieran y se tuvieran en cuenta las alegaciones anteriores en la redacción final del Decreto.