Decía Miguel Delibes en una reciente entrevista que existen tres tipos de cáncer: uno el que te mata, otro del que consigues curarte y un tercero que ni te mata ni del que consigues curarte. Es este último el que padece Izquierda Unida. Lejos queda ya abril de 1986, fecha de fundación de IU. Nacía […]
Decía Miguel Delibes en una reciente entrevista que existen tres tipos de cáncer: uno el que te mata, otro del que consigues curarte y un tercero que ni te mata ni del que consigues curarte. Es este último el que padece Izquierda Unida.
Lejos queda ya abril de 1986, fecha de fundación de IU. Nacía un proyecto político al calor de las movilizaciones anti-OTAN, con el Partido Comunista de España como principal fuerza, inmensamente mayoritario en militancia y recursos. Renunciaba así a ejercer su presencia en primera línea, algo que como el tiempo ha demostrado constituyó un error que todavía estamos pagando los comunistas en este país, tan solo equiparable a los pactos de la moncloa que comprometieron al partido con el régimen que debería aspirar a liquidar, y la maldita política carrillista de la reconciliación nacional. La historia muestra a la izquierda comunista que este tipo de concesiones con forma de repliegue, terminan pagándose muy caras, casi siempre con la desaparición del partido que las hace.
La aportación de otras organizaciones o corrientes, muy minoritarias, ha terminado por desaparecer. La lista es larga; Federación Progresista, PASOC, Nueva Izquierda, Izquierda Republicana, Tercera Vía, Espacio Altenativo y hasta verdes que nunca nadie conoció. Todas ellas tuvieron un papel muy concreto; criticar la supuesta hegemonía comunista, otras sirvieron descaradamente como cargas de profundidad para terminar de reventar y hundir IU desde dentro.
Analicemos el por qué y cómo se desarrollaron, qué intereses estaba detrás de estos caballos de Troya dentro de la organización.
La respuesta es clara: el principal beneficiado de todo esto, el PSOE.
Ellos aportaban los recursos necesarios y el entramado del imperio PRISA, todos sus recursos mediáticos que no son pocos para asegurar el triunfo de la operación de infiltración. El enemigo externo no descansaba. La punta de lanza, el autentico cabecilla fue el hoy portavoz del partido socialista, Diego López Garrido. El tenía sin duda el perfil adecuado para la misión. Currículum brillante, catedrático de derecho constitucional, letrado del Congreso de los Diputados, verbo fácil, era el cebo adecuado que los dirigentes de IU, ávidos de fichajes prestigiosos sin importar sus flojos principios ideológicos, picarían y comerían hasta el anzuelo. Como en todo plan de infiltración, en un principio es fundamental mantener la discreción, guardar las apariencias, hechos y declaraciones que den cobertura al aterrizaje en el objetivo, no darse a ver demasiado, ir pacientemente y sin prisas labrando su trabajo.
El intento lo merecía. Era de vital importancia para la llamada izquierda socialdemócrata española, corrupta y desprestigiada, acabar con el referente de ética y honradez de IU. La dirección de un Julio Anguita tenía honestidad y principios, pero que ante este desafío actuó con tremenda torpeza y lentitud, algo que le costo su salud y la de la organización de la que era coordinador general. La sostenida campaña de la pinza de IU con el PP, calumniosa y sin fundamento alguno, propagada interesadamente por el periódico El País y la Cadena Ser, era una parte mas del entramado dirigido a socavar IU. El contraataque de Anguita e IU fue muy poco efectivo, además por la desproporción mediática del enemigo al que se enfrentaba se unió el disparate de buscar refugio en la COPE y El Mundo, medios desde luego nada afines y que solo daban cabida a IU en la medida en que servía para desgastar al PSOE, dando a la ciudadanía una imagen cuando menos confusa, a la cual contribuyeron los cafés de Anguita con Aznar y las cenas con Pedro J. Ramírez.
El virus ya estaba inoculado, solo había que esperar a que hiciera efecto. A todo esto se sumó una corte de dirigentes que se auparon con distintos puestos en la organización, con el único afán de conseguir un cargo público desde el que repetir los comportamientos de los otros, de aquellos a los que decíamos querer sustituir para hacer políticas de izquierda y revolucionarias, pero que al llegar allí reproducían miméticamente los comportamientos y componendas con el sistema capitalista, nuestro enemigo declarado, pero que terminó ejerciendo sobre ellos una atracción irresistible en la que la mayoría terminaron cayendo. La lista de nombres es larga, solo citare unos pocos para su vergüenza: Cristina Almeida, Pablo Castellanos, Rafael Ribó, Anxo geluco Guerreiro… a los que se suman insignificantes dirigentes locales que no merecen ser nombrados pero que entre todos y en conjunto hicieron su papel y terminaron por lastrar a la organización en su crecimiento sostenido desde su creación. A ello tenemos que añadir la pasividad-complicidad de quienes tenían que haber defendido a IU de este ataque interno, ignorando el peligro que representaba, y en dirección contraria a las medidas que se tenían que tomar se dio protagonismo a estos individuos, se les concedieron papeles protagónicos como representantes de Izquierda Unida, se aplicaron coeficientes multiplicadores para aumentar su presencia en los órganos de dirección para crear una pluralidad fingida, que ellos ni siquiera buscaban, ya que su fin último era la destrucción de IU. Y andando el tiempo Nueva Izquierda terminó por constituirse en partido dentro de IU, llegando a celebrar incluso algunos congresos fantasmas en el que juraban los conjurados que no terminarían en el PSOE, para el cual trabajaba de manera descarada, que lo único que buscaban era dar un giro a IU. Un giro para empujarla por el barranco.
El cáncer se extendió y la metástasis saltaba en Cataluña con Iniciativa per Cataluña, con permanentes deslealtades, que ya había hecho su trabajo y liquidado convenientemente al «incomodo y anticuado» PSUC, y el asalto a las direcciones regionales de IU por parte de los dirigentes de la pantalla de partido creada, el Partido Democrático de la Nueva Izquierda (que ironías de la historia, terminaría disolviéndose dentro del PSOE, origen y fin de la operación). Galicia, Cantabria, Castilla la Mancha, cayeron de su lado, en otras comunidades contaban con importante implantación y altavoces, cacareando a los cuatro vientos lo malísimo que era el PCE y lo necesario que era acabar con el maximalismo de Anguita, la teoría de las dos orillas, el sorpaso, y todo aquello que no significase una sumisión al PSOE, la casa común de la izquierda como vieja teoría que Nueva Izquierda asumía plenamente.
Y cuando se quiso intervenir para frenarlos, ya era demasiado tarde. Había llegado para ellos la hora de actuar descaradamente, de buscar la expulsión para finalizar en esta etapa su trabajo. Ya no era necesario guardar las formas. El pacto autonómico de IU Galicia (controlada por nueva izquierda) con el PSOE, en secreto y a espaldas de la dirección federal, el apoyo encadenado en plan golpista de Iniciativa per Cataluña, Nueva Izquierda e «independientes diversos» precipitaron los acontecimientos. Lo ocurrido allí es de manual para estudiarlo como formación entre los militantes revolucionarios, como ejemplo de asalto y destrucción de una organización de izquierda (IU Galicia en este caso). Al PSOE gallego le salió perfecto el plan. Merece que nos detengamos unas líneas a explicar los hechos:
• Mayo de 1997: Ángel Guerreiro «geluco» coordinador de IU Galicia llama por teléfono para comunicarle que al día siguiente firma en Santiago un pacto con el PSOE de Galicia para concurrir en listas conjuntas a las elecciones autonómicas de aquel año. Todo esto sin consulta previa a los militantes, ni a la dirección federal, ni negociación de programa… nada… sólo a cambio de dos puestos de salida en las listas del PSOE, uno de los cuales por supuesto seria para él
• Ante tal despropósito el coordinador general de IU, Julio Anguita, trata de llamar a geluco a la cordura, de comunica que las cosas no se pueden hacer así, que dicho pacto va en contra en el fondo y en la forma de la política de IU aprobaba en sus asambleas, y le advierte de las graves consecuencias que puede tener para la organización si se empeña en llevar adelante este pacto.
• Geluco le comunica a su vez que no hay marcha atrás. Evidentemente la firma era ya solo algo formal. El acuerdo ya era una realidad y Guereiro no estaba dispuesto a ceder ni soltar su posible acta de diputado en la lista del PSOE.
• El acuerdo se consuma. El consejo político federal de IU, máximo órgano entre asambleas, en un acto acertado para mi, decide presentar su propia candidatura para defender la independencia y el programa de IU en las elecciones. El daño de Geluco, que se presenta con el PSOE, bajo las siglas PSOE-Esquerda de Galicia (formada por Geluco y amigos) es un hecho, recibe el apoyo de Nueva Izquierda e Iniciativa per Cataluña (reiterando lo que hicieron en su día apoyando a Euskadi Eskerra en el País Vasco), algo gravísimo si tenemos en cuenta que estas organizaciones pertenecían a Izquierda Unida, organización que presentaba en Galicia su propia candidatura con Manuel Peña. Ellos se desmarcan, y piden el voto para PSOE-EdeG. La auténtica IU en solitario sufre la perdida de votos, por la confusión creada por el traidor de Ángel Guerreiro. El objetivo esta cumplido. Izquierda Unida en Galicia ha sido destruida.
• En las elecciones de 2001 el PSdeG- PSOE no quiso reeditar el pacto (la Roma del PSOE tampoco paga a traidores) y la fantasmagórica Esquerda de Galicia presenta en solitario a Anxo Guerreiro como candidato a la presidencia de la Xunta de Galicia. Solo sacarían 2000 votos, Guereiro dimitió y EdeG terminó desapareciendo. Fin de la historia.
Con un PCE maniatado y automutilado, con un Julio Anguita desbordado por el curso de los acontecimientos, hicieron que la respuesta a la desesperada fuera ya tardía y del todo ineficaz. Esas medidas debieron tomarse mucho antes. Se revoca la admisión del Partido Democrático de la Nueva Izquierda en IU (lo que significaba su expulsión), Iniciativa per Cataluña después de infinitas deslealtades dejaba de ser el referente de IU en Cataluña, y las federaciones dirigidas por Nueva Izquierda fueron saliendo de la organización, haciendo todo el daño que pudieron y más, hasta el último minuto. La cirugía llego tarde. El cáncer extirpado iba a dejar secuelas.
El daño histórico ya estaba hecho y los desperfectos tremendos.
Federaciones enteras hundidas, otras muy tocadas, otras desaparecidas, en algunas se llevaron hasta las siglas y hubo que salir corriendo a registrar nombres similares por los distintos territorios por lo que pudiera pasar. Y Anguita que no podía mas, debilitado físicamente y cansado de llevar el barco inicia su retiro dejando primero la Secretaria General del PCE y luego la coordinación de IU.
Se abre entonces una nueva etapa, si cabe más desastrosa y terminal, en la que nos encontramos. Ante la retirada precipitada de Anguita, el candidato a las elecciones generales en 2000 será el nuevo secretario general del PCE, Francisco Frutos, que entre bastidores y a espaldas de la militancia, y con el apoyo entusiasta de Gaspar Llamazares, llega a un acuerdo con el PSOE para concurrir conjuntamente al Senado y con una propuesta unitaria al Congreso. Ni los dirigentes de Nueva Izquierda lo hubieran soñado.
El resultado; IU fagocitada por el PSOE, los votantes le dan la espalda masivamente perdiendo dos tercios de sus diputados y sin obtener ni un solo senador. Los mítines conjuntos, los abrazos de Frutos y Almunia en el palacio de cristal del retiro rodeados de la corte de ideólogos de la casa común, intelectuales a sueldo de PRISA, y cantantes oportunistas, no sirvieron para evitar un nuevo desastre en votos, presencia social y destrucción del perfil propio y alternativo de la formación. Sale de esta época el nuevo gurú de IU, Gaspar Llamazares, con el apoyo del propio Anguita, Frutos y todos los dirigentes de la etapa anterior, salvo la siempre honrosa oposición de Ángeles Maestro y afines.
Gaspar Llamazares se puede decir sin duda a equivocarnos el nuevo caballo de Troya, la persona llamada a terminar la labor de hacer desaparecer IU, reduciéndola a la mínima expresión, vaciándola de contenido de izquierda alternativa y opuesta al entreguismo del PSOE, del que es portavoz en materia de interior. Lava constantemente la cara al gobierno al que sirve fielmente. Se hace acompañar en esta etapa individuos como Juan Francisco Mendi, y la llamada tercera vía, que colaboro en anteriores etapas con nueva izquierda, y que no se fueron al PSOE, ya que recibieron la consigna de continuar infiltrados en IU. Ha colocado al lado de Rubalcaba a asesores con carné de IU, como el murciano Pedro Antonio Ríos, que aboga sin tapujos por listas conjuntas con el PSOE. Ha derogado las medidas tomadas en la época de Julio Anguita, ya no estamos en la orilla opuesta al PSOE, ya somos sus compañeros de cama, se rehabilita ha Iniciativa per Cataluña como referente de IU en Cataluña, si haber rectificado ni un ápice su política, con todo el daño intencionado que hicieron a IU. Se apuesta por convertirnos en engendro llamado Izquierda Verde, ahora somos eco socialistas. Todo vale menos ser comunista, al PCE hay que enterrarlo porque molesta y el comunismo esta desfasado. Que ruina. El PCE que lo dio todo por IU, sedes militantes, patrimonio ideológico, lucha heroica de camaradas durante años. Eso ya no vale. Según Llamazares y los suyos tenemos que desaparecer. Los comunistas molestamos en la IU de Llamazares, nos quieren gasear, liquidar, aburrirnos y que nos vayamos…pero no les vamos a dejar que se salgan con la suya. En esta etapa IU se ha debilitado, ha perdido a buena parte de su militancia más válida, cansados de las componendas de Llamazares y los suyos. Se han ido a otras formaciones o en el peor de los casos a su casa, ha profundizado el proceso de descomposición territorial, algunas federaciones se han convertido en partidos que funcionan al margen de IU, en muchos casos en contra de sus principios. Ha conseguido que la presencia de IU en muchas comunidades haya desaparecido casi por completo, y ha conducido a la organización a un sometimiento al PSOE difícil de entender por la ciudadanía, que no ve la utilidad de apoyar a IU si es lo mismo que el PSOE. El panorama con una iu totalmente desdibujada y sin perfil propio no puede ser peor. Ante esto Llamazares se perpetua de manera ilegal al frente de IU, pisotea los estatutos, los incumple de manera descarada. Se puede decir que a día de hoy los objetivos del plan de interceptación y destrucción de IU están prácticamente cumplidos.
¿Pero valdría la pena hablar de este pasado sin proponer una alternativa para el futuro?
Rotundamente NO. Necesitamos más que nunca la construcción de un referente político y social para la izquierda revolucionaria y alternativa de este país. Y no podemos retrasarnos en la labor. No podemos enredarnos en errores del pasado y perder décadas en conseguirlo. No valen formulas de toma de toma conciencia colectiva que serian demasiado lentas. Además la sociedad no las demanda. Necesita de referentes políticos, de nuevos liderazgos que no estén lastrados de vicios del pasado y puedan constituirse en verdaderos impulsores con su ejemplo de las nuevas luchas que es necesario afrontar. No se puede postergar más el proyecto, el frente de izquierda o cualquiera que sea su nombre es más necesario que nunca. Valga todo lo anterior para no repetir fallos ni ser ingenuos. Para no caer de nuevo en los mismos errores. Para actuar con decisión y sin demora. Los hechos del pasado que ahora vemos con claridad son lecciones que no debemos olvidar sino queremos vernos abocados a fracasar una y otra vez. Ellos cuentan con infinitos recursos y oportunidades, nosotros no. No disponemos de 100 años para recuperarnos. En la tarea tienen que converger todos aquellos que crean en ella de verdad, son nuestro mayor capital. Recuperar a toda esa gente, sembrar de nuevo la ilusión de que es posible una izquierda revolucionaria y alternativa en este país ,es y sigue siendo una tarea que merece que todos nos impliquemos, para decir como un día dijo Fidel «luchar por una oportunidad para la Humanidad, es muy justo luchar por esto, y por eso debemos emplear todas nuestras energías, todo nuestro esfuerzo, todo nuestro tiempo, para poder decir y podamos decir en la voz de millones o de cientos de miles de millones ¡Vale la pena haber nacido! ¡Vale la pena haber vivido!»
* José Manuel Aláez Fernández fue militante de Izquierda Unida y del Partido Comunista de España hasta el año 2001.