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Un joven checheno, solicitante de asilo, podría ser extraditado a Rusia donde ya fue detenido y torturado

El caso Gasayev

Fuentes: osservatoriocaucaso.org

Un joven checheno se encuentra en la cárcel en España sobre la base de una orden de detención rusa y corre el riesgo que se le extradite a Rusia. La sociedad civil se moviliza con un llamamiento en su favor. Murat Gasayev es un checheno-ingushetio de treinta y cinco años cuya solicitud de asilo político […]


Un joven checheno se encuentra en la cárcel en España sobre la base de una orden de detención rusa y corre el riesgo que se le extradite a Rusia. La sociedad civil se moviliza con un llamamiento en su favor.

Murat Gasayev es un checheno-ingushetio de treinta y cinco años cuya solicitud de asilo político en España, presentada en 2005, se ha transformado en detención y encarcelación sobre la base de una orden de detención rusa. Murat corre el riesgo ahora que se le extradite a la Federación Rusa donde en 2004 ya había sido detenido y torturado. La acusación se basa en el testimonio de un conocido que retiró posteriormente sus declaraciones afirmando que había facilitado el nombre de Murat bajo tortura. La Federación Rusa busca a Murat Gasaev por cometer actos de terrorismo contra unos edificios gubernamentales en Ingushetia entre el 21 y el 22 de junio de 2004.

En aquellos tiempos, Murat se había ido a Nazran. Unos meses después de los enfrentamientos – según lo que declaró a los tribunales españoles y a la Corte Europea de los Derechos Humanos de Estrasburgo – cinco hombres de la fuerzas especiales que llevaban el rostro oculto detuvieron a Murat durante tres días en la sede central del Servicio Federal de Seguridad en Ingushetia donde lo torturaron antes de subirlo a una furgoneta y dejarlo en un descampado en las afueras de la ciudad. Posteriormente, Idris Matiev, un jóven que conocía a Murat sólo de vista, fue obligado a confesar que había tomado parte en un ataque terrorista junto a Gasayev y otros cuatro hombres. Más tarde se desdijo de tales acusaciones: según lo que afirma su abogado, así como la organización rusa de derechos humanos Memorial, se le obligó a firmar una confesión ya que durante el interrogatorio se le amenazó con violar a su esposa. De este caso también se había ocupado Anna Politkovskaja en el periódico Novaja Gazeta. Sin embargo, dicha circunstancia no parece interesar a las cortes españoles, así como los numerosos testimonios que demuestran que el día de los actos terroristas, Gasayev se encontraba en su domicilio, y tampoco el hecho de que toda su familia esté perseguida y que muchos se hayan ido o pedido asilo en el extranjero.

La organización rusa de los derechos humanos Memorial ha documentado muchos casos de personas que han sido declaradas culpables de delitos relacionados con el ataque de junio de 2004. Memorial ha encontrado datos que sugieren la utilización durante las investigaciones (dirigidas por la unidad de investigación de la Dirección General de la Fiscalía del Estado en el distrito federal sur) de métodos de torturas y amenazas, además de la negación del acceso a un juicio con las debidas garantías. A lo largo de los últimos años, Amnistía Internacional ha entrevistado también a varias personas cuyas declaraciones coinciden con las conclusiones de Memorial y que se refieren a casos de hombres de origen checheno o ingushetio acusados y condenados por delitos relacionados con el terrorismo, a partir de «confesiones» y testimonios extraídos bajo tortura.

No obstante las numerosas denuncias (como afirma, en marzo de 2007, Nurdi Nukhazhiev, el Responsable de los Derechos Humanos en Chechenia) y a pesar de que el clima en la República Chechena resulta más sereno, son raras las investigaciones que permitan castigar a los responsables de torturas, de tratos inhumanos y degradantes, lo que ha generado un clima de impunidad y de inseguridad en la región. A principio de 2008, la Audiencia Nacional ha aprobado la solicitud rusa de extradición de Murat Gasayev, en base a las garantías ofrecidas por las autoridades rusas, según las cuales Gasayev no será condenado a muerte, ni encarcelado sin derecho de defensa, y podrá recibir las visitas del Comité de Naciones Unidas contra la Tortura durante su detención.

La Asamblea General de la ONU y el Relator Especial ONU sobre las cuestiones de la tortura han evidenciado más de una vez, que estas «garantías diplomáticas» no eximen a los Estados de sus obligaciones en virtud del derecho internacional de no enviar a ninguna persona a un país en el que corra el riesgo de ser sometida a tortura o a violaciones de derechos humanos. La expulsión hacia países que suelen aplicar torturas como medio para arrancar falsas «confesiones» en el Tribunal va en contra de la Convención Europea de prevención de la tortura y otros tratos o penas inhumanos o degradantes, que España también ha firmado y que está en vigencia desde 1989.

El Comité Europeo para la Prevención de la Tortura (CPT) ha expresado varias veces una fuerte preocupación por el uso de tortura, de tratos inhumanos y degradantes y de detención ilegítima a manos de las autoridades en Chechenia. Además la Corte Europea de Derechos Humanos de Estrasburgo dispone de muchos antecedentes de condena de la Federación Rusa por casos de torturas en Chechenia.

En el caso de Gusayev, el recurso presentado en Estrasburgo en febrero no ha cambiado la situación: las medidas cautelares que impedían legalmente la extradición de Gasayev han sido revocadas.

En toda esta situación, el papel del Estado español no resulta muy claro. Según algunas fuentes parece que existe un dossier secreto de las autoridades españolas que contiene información sobre Gasayev y su vida (sus relaciones sociales y su fe religiosa) en los meses anteriores a su detención, basado en escuchas telefónicas.

En los meses anteriores, en favor de Murat han intervenido famosos defensores de derechos humanos como Svetlana Gannushkina, Oleg Orlov, presidente de la organización humanitaria rusa Memorial, Ella Pamfilova, presidenta del consejo presidencial para el desarrollo de la sociedad civil y de los derechos humanos, el defensor de los derechos humanos Said Emin Ibragimov en Estrasburgo y la Federación Internacional de Helsinki.

Amnistía Internacional se está movilizando en todo el mundo, la sección española ha alcanzado en pocos días más que 35.000 firmas, y también Estados Unidos, Alemania y Noruega. Además está promocionando una acción urgente dirigida al Ministro de Justicia español Mariano Fernández Bermejo, a la Vicepresidenta del Gobierno español María Teresa Fernández de la Vega y a las diferentes embajadas españolas.

Un amigo de Murat está difundiendo el mismo llamamiento en Italia y cuenta, con amargura: «Murat está en la cárcel ya desde hace más de un año acusado de terrorismo y otras absurdidades, mientras que él, en realidad, ha huido de Ingushetia porque en aquella época, jóvenes como él terminaban en la cárcel después de las torturas. Quien ha estado en Chechenia conoce muy bien, cómo ocurren estas fechorías».