Ya nos ha estado perjudicando durante 34 años, por lo que ahora lo mejor es poder conocer la realidad y que, en adelante, nos sirva como fuel para construir una arquitectura política infinitamente más combativa contra la corrupción. ¿Por qué el caso Pujol ha salido ahora? Porqué los servicios secretos catalanes se enteraron que Madrid pretendía […]
Ya nos ha estado perjudicando durante 34 años, por lo que ahora lo mejor es poder conocer la realidad y que, en adelante, nos sirva como fuel para construir una arquitectura política infinitamente más combativa contra la corrupción.
¿Por qué el caso Pujol ha salido ahora?
Porqué los servicios secretos catalanes se enteraron que Madrid pretendía destapar el caso Pujol en septiembre. Sabiendo que sería público, era mejor adelantarse y también separarlo de septiembre y noviembre.
¿Qué quiere conseguir Madrid?
Interpretan que el proceso de independencia es cosa de CiU y que el pueblo sigue mesiánicamente al Presidente, ex-Presidente y al gobierno. Pero CDC, UDC y las élites económicas no querían hacer este paso y están constantemente tratando de reconducirlo. Cataluña, en estos años y este tema, es uno de los pocos lugares del mundo donde los políticos van detrás de la ola que levanta la sociedad. Mientras otros países están hundidos moralmente por la crisis, en Cataluña, a pesar de la crisis, hay un estado de alegría colectiva porque nos estamos valorando y optando por sacar adelante una sociedad más justa y donde podamos vivir mejor todos juntos. Entonces, destapar males y vicios pasados, contribuye a creer que sí podremos limpiar y aprenderemos la lección. Después de eso, la Constitución catalana deberá ser, de todas las del mundo, una de las que más se dote y trabaje contra la corrupción. Es decir, que no tenemos que hacer como los países latinoamericanos, donde los procesos de independencia no se hicieron para el pueblo, sino para las oligarquías locales, de ascendencia española, que no querían enviar tributos en España, sino quedarse todo el dinero y disfrutar de todo el poder. Esta independencia es la que puede llegar a interesar a CiU, pero no al grueso de la sociedad. El caso Pujol nos impulsa a estar en guardia para no continuar siendo una sociedad dominada enteramente por la élites, como lo són la mayoría.
¿Qué efecto tendrá?
¿Qué queremos decir cuando decimos que CiU y Pujol son de derechas?
Pues no es una simple opción política, no quiere decir que son del equipo de color azul. Quiere decir que sus valores se estructuran en torno al objetivo de favorecer las clases ricas y acomodadas, abogando por mantener los privilegios y la dominación que ejercen sobre las clases populares y empobrecidas. Sabiendo que la derecha tiene estos valores, ¿es de extrañar que actúen, en un caso así, para hacer que un poderoso saque beneficio de su posición?
¿Sólo es dinero de una herencia?
Ya lo dirán los juzgados, pero todo hace sospechar que hay dinero con otras procedencias. Los paraísos fiscales sirven para esquivar los impuestos, pero también para ocultar la procedencia de ingresos no justificables… ¿Quizás las famosas comisiones del 3% (que parece que realmente eran del 5%…)?
Cuando decimos que no es bueno que alguien esté mucho tiempo en el poder, ¿qué queremos decir?
No es que quede mejor que haya alternancia en los cargos de poder sino que, ser el que tiene la paella por el mango durante demasiado tiempo, hace que surjan propuestas y tentaciones de corrupción. Por eso es abominable la monarquía. Imaginaros, si Pujol ha sido corrupto con 23 años en el poder, ¿cuanto no lo será el rey, que fue proclamado sucesor oficial de Franco el 22 de julio de 1969, hace 45 años? Si no sabemos más de su corrupción es por la protección constitucional, legal y mediática de la que ha disfrutado, que por suerte ha comenzado a hundirse con las redes sociales.
¿Es, el fraude de Pujol en sí, lo más destacable?
Creo que lo más importante es la caída de un falso mito y la caída del velo que cegaba muchos catalanes: Pese a cierta aparente bonhomía comparando con otras geografías, la realidad es que la sociedad catalana es demasiado clasista, sobre todo en cuanto a su clase alta. Esta «casta« (la palabreja está de moda) socioppvergente, situada en todas las esferas de relevancia del país, además de chupar los recursos y oportunidades fraudulentamente, hacen de tapón al verdadero talento social de este país. Deben caer los muros y el proceso independentista -con el aumento de la autoestima por parte del pueblo y con la quebrantamiento del status quo- es el mejor escenario, en siglos, para hacerlo. Nunca como ahora veremos abrirse la ventana de oportunidades para que se plantee cómo queremos vivir y cómo queremos organizarnos socialmente. Esperemos que, todos los que tenemos valores de izquierdas, ¡sepamos estar en nuestro sitio y apretar fortísimo en la dirección correcta!
Jordi Oriola Folch, realizador audiovisual
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