«De todas las enseñanzas que la vida me ha proporcionado; la más acerba, más inquietante, más irritante para mí ha sido convencerme de que la especie menos frecuente sobre la Tierra es la de los hombres veraces» [José Ortega y Gasset] Ya muchos sabrán por mi artículo «NUEVO ATAQUE A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN […]
«De todas las enseñanzas que la vida me ha proporcionado; la más acerba, más inquietante, más irritante para mí ha sido convencerme de que la especie menos frecuente sobre la Tierra es la de los hombres veraces» [José Ortega y Gasset]
Ya muchos sabrán por mi artículo «NUEVO ATAQUE A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN EN LA EMISORA MUNICIPAL DE LA ALDEA», que se puede leer en las páginas web www.elguanche.net, www.magec.info y www.rebelion.org, mi particular experiencia con esta emisora y con el que se define como máxima autoridad de la misma don Tomás Pérez Jiménez, a su vez, presidente-alcalde del consistorio aldeano por el PSOE.
No quisiera cansarlos con cuestiones que, aparentemente, pudieran parecer más bien personales que de interés general. Pero he ahí la sutil paradoja, que sin dejar de ser, evidentemente, motivos personales, también pueden ser de interés general, es decir, que no sólo me afectaría a mí, sino que por ese ATAQUE A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN nos afectaría a tod@s como ciudana@s libres según recoge no sólo la Constitución española, sino la Declaración Universal de Los Derechos Humanos.
El artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos recoge que cualquier ciudadano tiene libertad a expresarse y a opinar libremente, mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
Además, como ya escribí en el primer artículo, La Constitución española, en su artículo 20, que hace referencia precisamente a la Libertad de expresión,En su apartado 1. Se reconocen y protegen los derechos:
a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción.
b) A la producción y creación literaria, artística, científica y técnica.
c) A la libertad de cátedra.
d) A comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión. La Ley regulará el derecho de cláusula de conciencia y al secreto profesional en el ejercicio de estas libertades.
En primer lugar quiero decirles que después de más de tres meses «de vacaciones» (estas fueron las palabras exactas del señor alcalde cuando me «despidió» de la emisora municipal de La Aldea), todavía estoy esperando una explicación de los motivos que motivaron mi «expulsión».
Yo sé que aquí, en La Aldea de San Nicolás, nos conocemos tod@s por suerte o por desgracia (yo creo más bien que por suerte, pero esa es mi opinión), y que no soy un santito y que nunca he pretendido serlo. Lo que no me pueden recriminar, de ninguna manera, es que yo en mi vida privada elija esta o aquella forma de relacionarme conmigo, con mis amig@s, y con mi entorno. Así lo recoge el artículo 17 de la Constitución española, en el apartado 1: «Toda persona tiene derecho a la libertad y a la seguridad. Nadie puede ser privado de su libertad (…)
Además, el artículo 23 de la Constitución española, dice en el apartado 1: LOS CIUDADANOS TIENEN DERECHO A PARTICIPAR EN LOS ASUNTOS PÚBLICOS, DIRECTAMENTE O POR MEDIO DE REPRESENTANTES (…)
Dejando estas cuestiones claras quisiera decirles que lo que me motiva a seguir escribiendo sobre este tema, no está inspirado por el odio, el rencor, así como tampoco me empuja la frustración o la venganza, simplemente, lo juro por los huesos de mis antepasados, lo que me empuja a seguir tratando este, para mí delicado asunto, es un sentimiento que se mueve entre la indignación y la impotencia.
En el artículo que les mencioné anteriormente explica más o menos mi relación con la Emisora Municipal de La Aldea cuando el PSOE gana las elecciones en el año 2003. Recuerdo ahora la tremenda emoción que me produjo -y no solo a mí- la lectura del pregón de ese mismo año por Manolo Almeida.
(Aunque en más de una ocasión yo he declarado que soy republicano e independentista, pensé/sentí que el PSOE se hiciera con el Gobierno Municipal era ya un buen paso hacia mis más profundos e inamovibles ideales…de Justicia, Libertad y Dignidad… ¿Qué puedo pensar ahora?).
Por otro lado, tango que decir para que no haya ningún tipo de equívoco o malinterpretación, pues creo que en el primer artículo no quedó suficientemente claro, que no estoy reclamando ningún tipo de remuneración por mi «trabajo» desinteresado en dicha emisora.
Desde el primer momento que empecé a «trabajar/colaborar durante tres años» en la radio ese tema quedó suficientemente aclarado: «no hay dinero». Y así lo acepté. Los que sentimos y amamos una actividad, sea cual sea ésta, me podrán entender que yo «trabajara» sin cobrar ni un euro. Además, pensaba/sentía que tenía una deuda con mi pueblo y la mejor manera de devolver algo -aunque fuera a través de un programa de radio- creía que con eso pagaba parte de lo que yo había recibido de éste.
Todo estaba más o menos bien, hasta que me entero que el Ayuntamiento había contratado a una periodista. ¿De dónde apareció el dinero así de pronto?
¿Esta periodista está contratada como un cargo de confianza o como una simple periodista? ¿En verdad era necesario contratar más personal para los Medios de Comunicación Locales? ¿Con el personal que había no era suficiente? ¿O es que los que están contratad@s carecen de la preparación adecuada para desarrollar las funciones necesarias que se exigen para llevar a cabo con seriedad, rigor, independencia y veracidad su trabajo?
Ahí están las preguntas, que cada cual las conteste según su entendimiento, que cada quien las responda según su interés.