El Defensor del Pueblo Andaluz acaba de hacer público un Informe Especial sobre Chabolismo en Andalucía, para mostrar su «sensibilidad» por este problema. Ocho años después de que en 1997 se aprobara el Plan de Erradicación del Chabolismo en Andalucía, la presencia de asentamientos de esta naturaleza continúa siendo parte de la realidad social de […]
El Defensor del Pueblo Andaluz acaba de hacer público un Informe Especial sobre Chabolismo en Andalucía, para mostrar su «sensibilidad» por este problema.
Ocho años después de que en 1997 se aprobara el Plan de Erradicación del Chabolismo en Andalucía, la presencia de asentamientos de esta naturaleza continúa siendo parte de la realidad social de Andalucía.
Extracto del Informe especial:
Desde 1997, se han «suprimido» los de Playa de la Misericordia y Puente de los Morenos, en Málaga, y en Sevilla, San Diego, Perdigones y Los Bermejales, y algunas chabolas que estaban ubicadas en distintos lugares de Andalucía.
En el asentamiento chabolista de El Vacie, según los datos que hemos obtenido, en la actualidad 130 familias residen en las viviendas prefabricadas y anexos, sumando un total de 630 personas. A ellas habría que añadir las familias que viven en las 39 chabolas, que albergan a 135 personas. En relación con estos últimos alojamientos, es preciso resaltar que en 1999 había sólo 9 chabolas, y que al tiempo de realizar este Informe Especial, su número ascendía a 39. Por otro lado, es preciso destacar que del total de 765 personas que constituyen la población del asentamiento, más de 200 son menores.
En cuanto al asentamiento de Torreblanca, el segundo gran asentamiento de Sevilla, situado desde hace años en el término municipal de Alcalá de Guadaíra (antes lo estuvo en el de Sevilla), estaría formado, según los datos del Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, por 63 chabolas, habitadas por 243 personas, de las que 81 son menores en edad escolar.
Respecto de Los Asperones, en Málaga, el asentamiento está compuesto por 150 viviendas provisionales, ubicadas en las fases I y III, con una población de 677 personas, y 31 en la fase II, con una población de 169 personas, y un número indeterminado de alojamientos de otro tipo, muchos construidos anexos a las viviendas prefabricadas y algunas chabolas, lo que hace que el número de viviendas y/o alojamientos ascendía, en la actualidad, a más de 200. Por tanto, en estas viviendas se alojan 846 personas, entre las que hay una presencia muy importante de población joven, de las que 186 son menores.
En cuanto al asentamiento de Vélez-Málaga, se trata de un núcleo, según el Ayuntamiento, de 22 chabolas , aunque muchas de ellas presentan un aspecto que podría permitir su calificación de infravivienda, de ahí que los estudios que se realizaron en su día ofrecieran distintos datos sobre la entidad del asentamiento. Parece ser, que se trata de un núcleo de población sobre el que a medio plazo está prevista una intervención que traerá consigo su erradicación.
También tenemos que destacar que, de acuerdo con las diferentes actuaciones que hemos llevado a cabo en este Informe Especial, hemos podido conocer que existen pequeños grupos de chabolas dispersos en la provincia de Sevilla, el mayor de ellos existente en San Juan de Aznalfarache, en los bajos del puente de la carretera que une a este municipio con Sevilla, compuesto por más de 10 chabolas, ocupadas por población inmigrante -la mayoría de nacionalidad rumana-, a las que habría que añadir algunas familias españolas.
Existen, también, algunas chabolas aisladas en el entorno de la barriada Padre Pío-Amate, en el barrio de San Bernardo, en la ciudad de Sevilla, o las que en su día fueron viviendas prefabricadas en la Avenida de La Paz y que, poco a poco, van tomando el perfil de chabolas.
Por otro lado, en este Informe Especial, hemos dedicado unas páginas a lo que hemos denominado el «nuevo chabolismo», refiriéndonos con ello a los núcleos chabolistas en los que reside parte del colectivo inmigrante, y que se encuentran dispersos por distintos puntos de Andalucía, como Lucena (Córdoba); Níjar, Roquetas de Mar y El Ejido (Almería) o la zona de Mazagón (dependiente del municipio onubense de Palos de Frontera). Algunos de estos asentamientos alberga hasta más de 200 inmigrantes, como el de Mazagón, o el que recientemente ha ardido en Níjar.