1.700 trabajadores a la calle -hombres y mujeres-, decenas de miles de afectados -en su mayoría emigrantes-, junto a la necesidad de que el erario público destine cinco millones de euros para solventar el caos empresarial de Air Madrid, son las tres consecuencias de la decisión de la Compañía aérea de suspender sus vuelos. El […]
1.700 trabajadores a la calle -hombres y mujeres-, decenas de miles de afectados -en su mayoría emigrantes-, junto a la necesidad de que el erario público destine cinco millones de euros para solventar el caos empresarial de Air Madrid, son las tres consecuencias de la decisión de la Compañía aérea de suspender sus vuelos.
El cierre patronal afecta también a los 1.700 empleados, aunque la compañía se hará cargo, de momento, de las nóminas de sus trabajadores pese al cierre patronal, todo indica que la gran mayoría de los empleados se irá a su casa, ya que tenían un contrato basura. El abogado de la empresa Pascual Pérez Ocaña declaró el viernes en conferencia de prensa que «Air Madrid se ha visto obligada a suspender los vuelos por la alarma social creada a raíz de las distintas actuacione del Ministerio de Fomento. Es por ello, que trasladamos al Ministerio de Fomento la responsabilidad ante los pasajeros».
Air Madrid considera que Fomento «ha hecho uso arbitrario e injusto de sus atribuciones, que la han situado de hecho, aunque todavía no de derecho, en una imposibilidad absoluta de desarrollar con la normalidad requerida su actividad». En aras de evitar perjuicios a los pasajeros la empresa facilitó ayer la relación de los mismos a la Dirección General de Aviación Civil, para que se haga cargo de los mismos.
El Ministerio de Fomento, tras criticar duramente la decisión unilateral de la aerolínea, aprobó destinar cinco millones de euros para alquilar cuatro o cinco aviones de gran capacidad para solucionar el problema del traslado de los pasajeros que ha dejado en sus destinos Air Madrid, la mayor parte de ellos en Latinoamérica.