En la edición del 28 de diciembre de 2006 el diario La Opinión de Cúcuta daba cuenta de un informe periodístico de la revista Cambio (edición 704) en el cual se mostraba cómo la alianza entre las AUC y políticos regionales en el Norte de Santander, centró con saña en el área metropolitana de Cúcuta. […]
En la edición del 28 de diciembre de 2006 el diario La Opinión de Cúcuta daba cuenta de un informe periodístico de la revista Cambio (edición 704) en el cual se mostraba cómo la alianza entre las AUC y políticos regionales en el Norte de Santander, centró con saña en el área metropolitana de Cúcuta. El diario reseñaba cómo el informe de la publicación indicaba la existencia de un cuartel de operaciones del comandante paramilitar conocido como ‘El Iguano’, que entre febrero de 2000 y mayo de 2004 operó en la finca «La Isla», en Guarumito, en Catatumbo (inmediaciones de Cúcuta y puerto Santander) y señala al senador de Convergencia Ciudadana, luego Uribista y ahora conservador, Carlos Emiro Barriga Peñaranda y sus hermanos Rafael y Pedro Luís como dueños del predio.
La Corte Suprema de Justicia adelanta averiguaciones contra el Clan Barriga, integrado por los «3 Apóstoles», que corresponde a los nombres de los tres hermanos Barriga Peñaranda, Carlos Emiro (senador); Rafael Barriga (alias «Toyota»); y Pedro Luís, multimillonario empresario de la construcción y de fábrica de asfalto. Para otras fuentes los Apóstoles son 5, incluido el investigado por narco-para-política, Yensy Miranda, detenido el 16 de abril de 2009 y hoy libre desde España. Cito: El Tiempo.2-03-14. Muy cercano a Suárez ha sido el senador Carlos Barriga, a quien al comienzo de la campaña para el Congreso el Gobierno pidió investigar por la cantidad de dinero que estaba gastando. /El congresista Barriga es hermano de un conocido constructor de Cúcuta, Pedro Barriga, quien según la ONG Progresar era el jefe de finanzas del ‘Bloque Catatumbo’./El senador afirma que las investigaciones sobre él y su hermano precluyeron porque nacieron de «falsos documentos».
Tales averiguaciones no han prescrito, pese a la contrarréplica del controvertido senador Barriga, de haberse basado en documentos falsos. Puesto que el historial delictivo y paramilitar del clan Barriga no reposa en papeles sino en los comportamientos de hecho muy sonados en la última década, tanto en Ocaña como en Cúcuta. El citado Clan habría estado muy cerca de las autodefensas ilegales y de grupos mafiosos, en particular del narcotraficante Luís Pérez Mogollón, alias «El Pulpo, quien fuera asesinado en lujoso restaurante en la ciudad de Cúcuta, el 3 de abril de 2012.
Según la investigación, de la Fundación Paz y Reconciliación de Guillermo León Valencia, ampliamente difundida en Colombia, «su hermano, Pedro Barriga, es sindicado de ser jefe paramilitar y narcotraficante, quien tuvo investigación por este delito en 2007. «Es socio de Jorge Iván Laverde Zapata, ‘El Iguano’, vinculado con la creación de grupos armados ilegales. Socio de Carlos Jaimes Chacón, presunto abogado del bloque Catatumbo, cuñado de Diana Patricia Monsalve Muñoz, capturada y extraditada a los Estados Unidos, en 2008, por el delito de narcotráfico. Fue fórmula de Luís Alberto Gil, condenado por parapolítica. Sindicado de sobrepasar el límite de gastos de campaña en 2006, por más de $3.000 millones de pesos colombianos.», concluyeron los investigadores.
Frente a la extradición de Diana Patricia Monsalve, su ex cuñada, señaló el senador que él se divorció hace 17 años de la hermana de Monsalve y que no tiene nada que ver con su situación.
Otro de los dirigentes que es mencionado en la lista de congresistas que tienen alguna relación con redes ilegales, es el representante a la Cámara, Juan Carlos García Gómez. Fórmula del cuestionado senador de la República Carlos Barriga P. Partidarios de su candidatura retuvieron ilegalmente y encerraron con candado en una cancha de fútbol, en el barrio Puente Barco de Cúcuta, el pasado viernes 30 de enero, a un grupo de jóvenes que hacían campaña a otro candidato, a uno cien metros de la sede política del comilón del señalado senador Barriga.
El Alcalde de Bogotá Gustavo Petro reveló la existencia de archivos del desaparecido DAS sobre una investigación que sindica al clan Barriga de haber manejado las finanzas del Bloque Catatumbo y a la vez denunció a los dos hermanos Carlos y Pedro Barriga, que por medio de la empresa Ingeniería Icos, reservaban el trasfondo del negocio de la contratación de obras civiles, con la firma Retromáquinas, entre sus propiedades.
A su vez, El representante a la Cámara, Iván Cepeda Castro, declaró que los hermanos Barriga hicieron parte del proceso violento vivido en Cúcuta y Norte de Santander. Esta acusación tan grave podría arrojar luz para conocer la Verdad Histórica sobre la violencia y dolor que se ciñó sobre la Provincia de Ocaña en el Alto Catatumbo, a partir del año 2004; en la zona Metropolitana de Cúcuta y en el Medio Catatumbo, con la incursión de la masacre en La Gabarra, en el año de 1999, cuando las huestes paramilitares pasaron orondas, en camiones, frente a las instalaciones del Batallón Santander, vía a Cúcuta. Desde entonces se afirma que los narcos locales- ufanados porque también los llamen oligarquías locales- constituyeron los contactos logísticos para que los paramilitares del primitivo primate Jorge Iván Laverde («el Iguano») entraran a sembrar el odio, la desolación, el terrorismo al Catatumbo. Acorde con las teorías lombrosianas, un individuo como el tal Iguano, al que se atribuyen más de tres mil asesinatos y la incineración de victimas aún vivas en hornos de cocimientos de ladrillos, no estaría en el rango de status de humano y su suerte ha de ser la de reclusión vitalicia en cárcel psiquiatrica. Es aterrador preguntarse que resultaría de sus socios, el tenebroso Clan Barriga!.
La Revista Cambio en su edición 704, indica el hallazgo de un cuartel de operaciones del comandante paramilitar Jorge Iván Laverde, conocido como «el Iguano», que entre febrero del 2000 y mayo de 2004 operó en la finca La Isla, en el corregimiento Guaramito -entre Cúcuta y Puerto Santander-, y señala al senador Barriga Peñaranda y a sus hermanos Rafael y Pedro Luís como dueños del predio.
«Durante un lustro funcionaron centros de tortura y exterminio en fincas de la región, y se practicó el ocultamiento de los cadáveres de las víctimas en fosas comunes. Testigos sostienen que existen fosas con entre tres y cincuenta cadáveres en diez municipios del Departamento como Villa del Rosario, Patios, Puerto Santander, Tibú, El Tarra, Convención, Ocaña y Chinácota. Las fuentes aseveran que allí estarían enterrados los restos mortales de al menos mil quinientas personas, y que muchos de los cadáveres de desaparecidos fueron arrojados a los ríos que atraviesan el Catatumbo». La oleada paramilitar en El Catatumbo nortesantandereano, dejó cerca de once mil campesinos (as) asesinados. Más de ciento treinta mil desplazados y pasan de ochocientos los desaparecidos registrados.
El condenado alcalde paraco de Cúcuta, Ramiro Suárez Corzo, mentor del clan Barriga
Fue tal el poderío de la extrema derecha narcoparamiltar en Cúcuta, durante los dos gobiernos del ex presidente Uribe, que no se movía una hoja de voluntad oficial sin el control directo del presidiario ex alcalde. El protector de las campañas de Ramiro Suárez y unos hermanos Florez de Apertura Liberal, fue «el Pulpo» Luís Pérez Mogollón; estos a su vez protectores y protegidos del senador Carlos Barriga y su Clan. También cercanos al senador conservador y en trance de repetir Juan Manuel Corzo, apoyando las gobernaciones de Luís Miguel Morelli y de otro solapado pupilo de la misma alcaldada, Edgar Díaz Contreras del partido conservador y actual gobernador del Norte de Santander. ¡Todos a una, como en fuente ovejuna!. Se ratifica lo que he leído: «toda alianza de un partido conservador tradicional con las fuerzas de extrema derecha será una garantía de derrota moral, además de política».
El que sean cinco y no tres los Apóstoles del Clan Barriga constituye primordial importancia para la justicia y esclarecimiento de la Verdad Histórica. Personalmente me remonto a treinta y tantos años atrás cuando era vox populi en la Provincia de Ocaña que los osados hermanos Barriga eran prósperos «empresarios» en el negocio de carros traídos desde Venezuela. Obvio que ilegalmente. Seguramente el alias de «Toyota» de unos de ellos, provenga de ese origen. Desde entonces, el conocido contrabandista JUAN EL ZORRO, lideraba en Cúcuta el llamado Cartel del Terminal, de la red de carros robados. Ese sujeto también fue mentor de «el Pulpo», Luís Pérez Mogollón y otro con el alias de «Pamplona». Primando la síntesis en el contenido del presente escrito, aún continúa en la impunidad la investigación por la inundación de automotores venezolanos y otros al interior del país desde la Secretaría de Transito del Municipio de Ocaña, todos ellos legalizados con números de Placas Municipales de registro del desaparecido Municipio de Armero (1987). El sociólogo Alfredo Molano, sostiene que el auge del narcotráfico en Colombia se gestó en las redes de contrabandistas tanto a nivel nacional como internacional. Tesis irrefutable hasta el momento.
Una dolorosa referencia
El 16 de junio de 1995, fue asesinado en la ciudad de Cúcuta a las siete y treinta de la mañana el abogado defensor de presos políticos y dirigente de izquierda, el Dr. Javier Barriga Vergel. El imperativo ético por mi ex alumno de Derecho Civil en la Universidad Libre de Cúcuta me llama a citarlo, como quiera que fue primo hermano del controvertido personaje senatorial, hoy comentado.
La sentencia dictada el día 18 de enero de 2012 por el Magistrado Consejero Ponente, Jaime Orlando Santofimio Gamboa, condenó a la Nación colombiana, al Ministerio de Defensa y Policía Nacional para el pago por daños y perjuicios materiales y morales a su compañera e hijos. Condenó a dos autores materiales (ex policías) y aun esta impune la condena a los autores intelectuales.
En un allanamiento en Bogotá, al «comandante» del Bloque Capital de las Autodefensas paramilitares, de nombre EMIRO PEREIRA, en la Zona Norte exclusiva en Bogotá, en su casa de residencia con capacidad para parquear veinte automotores, con lujosos acabados y piscina climatizada, en el nicho de su caja fuerte encontraron los investigadores que existían listas con muchos nombres, algunos de ellos marcados con una cruz. Entre esos nombres figuraba el de JAVIER BARRIGA VERJEL, marcado con una cruz al frente. Cuando fue interrogado por esa extraña lista, dijo que esos signos eran asteriscos y no cruces negras. Ese personaje mandó a matar a los investigadores del CTI que participaron en el operativo en su contra y al menos uno de ellos está en refugio en Norteamérica y el abogado de la causa contra el paraco fue abaleado en Bogotá. Una demostración que siempre trabaja de la mano el narcoparamilitarismo con la inteligencia militar. Entre otras cosas, estos asertos no aparecen relacionados en la sentencia de condena citada.
Ahora queda la decisión popular del voto conciente para que las actuales elecciones al Senado y Cámara, no sean una farsa más, en un país dominado por el terrorismo narcoparamiltar y estatal. Clamo porque la Verdad Histórica triunfe en Colombia, desgarrada por la guerra civil en la que la primera victima es la Verdad y la familia colombiana.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.