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PP, PSOE, UPyD, UPN y FAC pasan adelante la ley orgánica que permite la abdicación

El Congreso da el visto bueno a la continuidad de la monarquía

Fuentes: Diagonal

En un nuevo procedimiento exprés, el Gobierno pasa el trámite del Congreso de los Diputados y asegura la abdicación de Juan Carlos I en favor de Felipe de Borbón. Sin sorpresas. La ley orgánica que hace efectiva la abdicación de Juan Carlos I ha sido aprobada en el Congreso con 299 votos a favor, 19 […]

En un nuevo procedimiento exprés, el Gobierno pasa el trámite del Congreso de los Diputados y asegura la abdicación de Juan Carlos I en favor de Felipe de Borbón.

Sin sorpresas. La ley orgánica que hace efectiva la abdicación de Juan Carlos I ha sido aprobada en el Congreso con 299 votos a favor, 19 en contra y 23 abstenciones, después de una sesión de tan sólo cuatro horas en la que ha habido tiempo para decidir sobre el procedimiento de tramitación, el debate de los distintos grupos parlamentarios, la votación de las enmiendas a la totalidad y la aprobación del texto.

A primera hora de la mañana, 311 votos a favor, 19 en contra y seis abstenciones decidían que la tramitación de la ley se haría con urgencia y mediante un procedimiento de lectura única. La votación se ha llevado a cabo tras un breve debate en el que el grupo parlamentario de la Izquierda Plural se ha opuesto a la tramitación de la norma mediante este «procedimiento excepcional», que ya ha sido aplicado anteriormente en la modificación del artículo 135 de la Constitución o la restricción de la justicia universal.

Después de un debate de tres horas, también han sido votadas las cinco enmiendas a la totalidad presentadas por el grupo de la Izquierda Plural (IU, ICV y CHA), ERC, el BNG, Compromís y Geroa Bai, que defendían, además, la celebración de un referéndum en la que la ciudadanía pueda decidir la forma política del Estado. Las enmiendas han sido rechazadas con 301 votos en contra, 26 a favor y 21 abstenciones.

El 85% de la cámara ha votado a favor de la tramitación de esta ley, requisito impuesto por el Congreso de Ministros, para la coronación de Felipe VI, que está programada para el próximo 19 de junio. Un poco antes de las 12.30h ha comenzado el trámite por el que la mayoría del hemiciclo ha dado el ‘sí’ a la Ley que allana el camino a la designación del nuevo monarca.

Antes de ese momento, el debate ha servido para mostrar las costuras del consenso constitucional, señaladas explícitamente en varias intervenciones, que han ido desde la remembranza de la llegada de Juan Carlos I a la jefatura del Estado con su jura de lealtad a los principios del Movimiento Nacional, realizada por Sabino Cuadra –que ha pedido una auditoría de las cuentas de la monarquía y hecho alusión a la actividad comercial del futuro exmonarca– hasta la petición de un referéndum constituyente para salir de un «modelo agotado», como ha denunciado el número uno de Izquierda Plural, Cayo Lara.

El actual modelo territorial también ha sido puesto en duda en varias intervenciones, que han reivindicado reiteradamente el derecho de los pueblos a decidir. «La república por la que luchamos es la primera república vasca», ha reclamado Sabino Cuadra, mientras que Olaia Fernández, representante del BNG, defendía que «aspiramos a poder articular una república propia en Galicia», y Alfred Bosch, de Esquerra Republicana de Catalunya, hacía hincapié en que «nuestra esperanza se llama república catalana».

La salida de los diputados de Amaiur que se han negado a participar en lo que han calificado como farsa y la exhibición de unos carteles con el lema «Referéndum ya» por parte de los diputados de Izquierda Plural han puesto la salsa a una sesión en la que las posiciones han seguido el guion de una película ya vista. No obstante, entre otras cosas, los diputados han escuchado que la abdicación es un «lifting político», un «fraude democrático», o la «puesta en escena que evidencia que todo estaba atado y bien atado», en el otro lado de lo que Cuadra ha calificado como trinchera, PP y PSOE han defendido la solución propuesta con apelaciones a la «tranquilidad» y «normalidad» institucional, en el caso del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el «apoyo a la Constitución», en palabras del líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. Junto a PP y PSOE, UPyD, UPN y Foro Asturias han votado a favor de la ley de abdicación, que seguirá su camino en el Senado antes de consolidarse el día 19 cuando se producirá el relevo de un Borbón a otro.

Mientras se votaba el relevo monárquico, a las 12.30h, decenas de personas se han ido concentrando en las inmediaciones del Congreso -que permanece rodeado por antidisturbios y policía montada-, convocadas por la Coordinadora 25S con el lema «Rodea el Congreso. Monarquía abolición», con la exigencia, además, de abrir un proceso constituyente.

Fuente: https://www.diagonalperiodico.net/panorama/23175-congreso-da-visto-bueno-la-continuidad-la-monarquia.html

La Policía impide el Rodea el Congreso y amedrenta a la prensa

Los diputados del Congreso comenzaban a votar en voz alta la ley orgánica que regula la abdicación de Juan Carlos I y abre la puerta al reinado de su hijo Felipe. Mientras, a pocos metros de allí, en la proximidades de la fuente de Neptuno, un grupo de periodistas esperaba la llegada de los manifestantes que estaban convocados a las 12:30 por la Coordinadora 25-S para pedir la abolición de la monarquía. La Policía Nacional blindaba la zona antes de que los ciudadanos hicieran acto de presencia. La zona se llenaba de gentes apostados en las vallas que cortaban el paso a las Cortes, decenas de furgones a lo largo del paseo del Prado y una unidad de policía a caballo patrullando la zona.

Los primeros manifestantes llegaron poco después de la hora acordada. Eran cuatro personas con banderas republicanas atadas al cuello. Se colocaron ante el cordón policial y antes de articular palabra un par de agentes los obligaron a abandonar la zona y les indicaron que tendrían que dirigirse al paseo del Prado en dirección a la estación de Atocha. Los manifestantes, aunque a regañadientes y mientras criticaban que «esto no se puede hacer en una democracia», obedecieron a las autoridades sin oponer resistencia. Mientras se alejaban comenzaron a gritar una consigna que se repitió a lo largo de la concentración, «¡Viva la República!». Dos mujeres que también estaban cerca de las vallas y que no tenían ningún elemento identificativo, aplaudieron los vítores. También fueron obligadas por la Policía a abandonar la zona.

Hasta aquí duró la tranquilidad para manifestantes y periodistas. Después de expulsar a estas dos últimas personas, un grupo de unas diez manifestantes se sentaron ante la Policía, y los reporteros, cámaras y fotógrafos se arremolinaron para captar las imágenes y declaraciones. Los agentes no tardaron en interponerse entre protestantes e informadores y obligaron a la prensa a retroceder y alejarse del foco de los concentrados, que seguían sentados en el mismo lugar.

Comenzaron aquí los momentos de tensión entre los periodistas que se quejaban de que los agentes impedían ejercer su trabajo pese a estar claramente identificados, muchos de ellos incluso con el chaleco autorizado por Interior y la FAPE. Cuando tanto la mayoría de manifestantes como periodistas habían sido apartados hasta la esquina del paseo del Prado, un par de policías comenzó a arrastrar hacia la pared, cogido por la parte trasera del cuello, al fotorreportero Jaime Alekos, que estaba tomando fotografías a las personas que habían quedado rezagadas tras el avance del cordón policial. A las 12.50, solo los clientes que estaban en la terraza de las cafeterías pudieron continuar en el lugar.

En un momento de tranquilidad, uno de los integrantes de la Coordinadora 25-S, megáfono en mano, comenzó a denunciar que «ahora mismo se está dando un doble golpe de Estado, uno dentro del Parlamento, poniendo a un rey sin que nadie lo vote, y otro fuera, porque no nos permiten ni manifestarnos». El portavoz no pudo acabar su argumento: la policía volvió a ampliar lo que según ellos era un «perímetro de seguridad necesario», desplazando a prensa y manifestantes a empujones. Periodistas de las cadenas de televisión 13TV y Canal Sur se quejaban del trato que estaban recibiendo por parte de los agentes.

La policía siguió desplazando al grupo de personas, formado casi a partes iguales por manifestantes y periodistas, en dirección a Atocha. En ese momento un policía se lanzó sobre una chica que grababa la actuación con su teléfono móvil, la agarró por el brazo y tras un forcejeo y un intento de huida, acabó siendo apartada del grupo e identificada.

El cordón de seguridad seguía ampliándose, obligando a los asistentes a alejarse de las cercanías de Neptuno, hasta que a las 13.15 los agentes se plantaron a la altura del Ministerio de Sanidad y el museo del Prado. El mismo portavoz que había intentado hablar antes volvió a coger el megáfono para recordar que «la Audiencia Nacional ya ha sentado jurisprudencia con dos sentencias que dicen que el derecho a manifestación está por encima de la obligación de comunicarlas, por lo que esto que nos están haciendo es ilegal«. Después de él tomó la voz uno de los periodistas que estaban cubriendo el evento. «La prensa tenemos que decir basta a actuaciones como ésta. Nos están tomando el pelo, si no somos libres no somos prensa, y un cordón policial como éste no tiene ningún motivo justificado».

Después de esto, la poca gente que había conseguido reunirse frente a las vallas de Neptuno y que ahora estaban frente al Prado comenzaron a abandonar el lugar. «Si este va a ser el primer síntoma del reinado de Felipe VI, aviados vamos», se lamentaba uno de los más mayores mientras se alejaba.

Fuente: http://www.lamarea.com/2014/06/11/la-policia-impide-el-rodea-el-congreso-y-amedrenta-la-prensa/