Tres meses después de que el Tribunal Constitucional ordenara la paralización de las obras de derribo del barrio El Cabanyal y diera un plazo para presentar alegaciones, ha decidido que se mantenga esta suspensión. La sala ha rechazado en un auto algunos de los argumentos presentados desde el Gobierno valenciano, que alegaba que se debía […]
Tres meses después de que el Tribunal Constitucional ordenara la paralización de las obras de derribo del barrio El Cabanyal y diera un plazo para presentar alegaciones, ha decidido que se mantenga esta suspensión.
La sala ha rechazado en un auto algunos de los argumentos presentados desde el Gobierno valenciano, que alegaba que se debía seguir con las obras para evitar «perjuicios» en los presupuestos aprobado para lo que ellos denominan «revitalización del barrio». Segun se subraya en el auto, esta zona tiene reocnocido un interés cultural, por lo que «es portadora de valores dignos de protección».
El Cabanyal, barrio que tiene sus orígenes en el siglo XIII, creado por las cofradías de pescadores y en el que viven actualmente cerca de 21.000 personas, fue incluido por el Gobierno valenciano en un proyecto que tenía por objetivo unir Valencia con el mar a través de una gran avenida marítima.
Bajo la excusa del mal estado de las viviendas y del barrio en general, la Generalitat planeó el derribo del barrio al completo, para lo que iban a destinar alrededor de 20 millones de euros. Tras numerosas movilizaciones de los vecinos, que propusieron a la Generalitat la inversión de la décima parte de esta cantidad en una rehabilitación general del barrio, el Gobierno presentó un recurso de inconstitucionalidad el pasado mes de abril contra la ley valenciana que se creo para dar legalidad a las obras. El Tribunal Constitucional ordenó inmediatamente la suspensión de los derribos, aunque algunos ya habían comenzado a pesar del rechazo general.