Por primera vez desde el franquismo se prohíbe una manifestación obrera en Canarias. Nos encontramos ante una nueva agresión a los derechos de los trabajadores: la caravana convocada en Playa del Inglés (sur de Gran Canaria) por el Frente Sindical Obrero de Canarias (FSOC) ha sido prohibida por la delegación del gobierno español. La explicación […]
Por primera vez desde el franquismo se prohíbe una manifestación obrera en Canarias. Nos encontramos ante una nueva agresión a los derechos de los trabajadores: la caravana convocada en Playa del Inglés (sur de Gran Canaria) por el Frente Sindical Obrero de Canarias (FSOC) ha sido prohibida por la delegación del gobierno español.
La explicación de la Delegación colonial ha sido «se trata de una zona turística en la que no se ve adecuado este tipo de manifestaciones», manteniéndose en sus trece a pesar de las intensas gestiones realizadas por miembros de la dirección del FSOC, que llegó a proponer cambiar la caravana por una concentración. La respuesta siguió siendo la misma, con el añadido del comentario de que «al Señor Delegado no le gustan este tipo de manifestaciones».
La organización sindical continúa en este momento realizando gestiones ante la delegación y el Ayuntamiento, a la vez que los servicios jurídicos del sindicato estudian las acciones judiciales a las que diese lugar esta visión particular de la Delegación del Gobierno de observar las libertades democráticas .
El delegado del Gobierno metropolitano no permite que se evidencie la situación que atraviesa Canarias y el pueblo trabajador canario ante nuestros visitantes extranjeros (muchos de ellos trabajadores europeos que se manifiestan sin problemas los primero de mayo).
Unidad del Pueblo, a través de su Secretario Nacional, Teodoro Santana, ha exigido el cese fulminante del Delegado español.
«La cosa comprensible desde el punto de vista del sistema colonial, ya que contradice la imagen idílica que vende», ha declarado Santana. «Se trata, en definitiva, de que los muros de hormigón de la industria turística sirvan a la vez de contención e impidan que pueda verse alterada la ordenada y ridícula vida que el Delegado español, su gobierno y su sistema muestran al mundo».
Por su parte, el Secretario de Organización del FSOC, Daniel Casal, ha decorado que «Segura Clavel no tiene empacho en violar un derecho fundamental con tal de esconder tras esos muros de hormigón el paro, la pobreza, la desigualdad de la mujer, la precariedad laboral y los abusos de las patronales que tan apasionadamente protege».
Teodoro Santana ha añadido que «no parece probable, sin embargo, que lo que no consiguió el fascismo lo vaya a conseguir este patético esbirro colonial: acallar la voz de las trabajadoras y de los trabajadores canarios».