Según la encuesta realizada por 40dB, el rechazo a la ratificación y la necesidad de cambios en la Carta Magna es mayor entre quienes no han podido elegirla. El descontento que muestra la encuesta con la actual Carta Magna debe leerse en el marco del «clima de escepticismo político que existe en España», señala el profesor Ángel Cazorla
El apoyo entre los votantes de la Constitución en 1978 fue casi unánime. A la pregunta “¿aprueba el Proyecto de Constitución?” respondieron afirmativamente un 91,81% de los votantes, que suponían un 58,97% del censo electoral. Si la población que no había nacido o era menor de edad entonces pudiera haber participado en este referéndum, ese respaldo disminuiría. Con el paso del tiempo, la Carta Magna ha perdido respaldo y gana críticas, si miramos las respuestas a la encuesta sobre la monarquía impulsada por la Plataforma de medios independientes y realizada por 40dB que ha salido a la luz esta semana.
La encuesta dada a conocer esta semana plantea dos preguntas a los encuestados. Una es para los mayores de 59 años: “¿Recuerdas qué votaste en el referéndum para la Constitución española de 1978?”. La otra es para quienes están por debajo de esa edad. “Si hubieras podido votar para la ratificación de la Constitución española de 1978, ¿qué habrías votado?”. Los primeros recuerdan haber dicho “sí” en un 58,2% de los casos, mientras que solo un 3,8% dijo “no”. Los más jóvenes, desde la perspectiva de hoy, consideran que la apoyarían en un porcentaje más bajo (un 48,4%), mientras que la rechazarían un 10,5%. Es decir, el rechazo a la Carta Magna aumenta considerablemente entre quienes no estaban presentes en el censo electoral del 78.
Podemos inducir el apoyo a la Constitución ha disminuido con el paso del tiempo y sobre todo que aumenta su rechazo entre los menores de 59 años. Los datos van en este sentido, aunque estas respuestas sobre la ratificación de la Carta Magna no deben equipararse por completo a la aprobación o rechazo de su contenido. “Lo más obvio es pensar que quien vote por la ratificación esté de acuerdo, pero hay muchos más elementos de por medio. Por ejemplo, puede que mucha gente hubiera apostado por el “sí”, pero ahora no la apoye de la misma manera”, apunta a Cuarto Poder Daniel V. Guisado, politólogo especializado en análisis de datos. Además, puede haber otras distorsiones en estas respuestas, como la disonancia cognitiva, que opera especialmente con el paso de los años. Algunos votantes de la Constitución pueden no reconocer lo que votaron en 1978 porque entra en conflicto con sus ideas actuales.
Como en otros momentos de esta consulta sobre monarquía y república, observamos una brecha generacional evidente. En todos los partidos de la encuesta se refleja esa distancia, aunque es de mayor magnitud (casi 20 puntos) en Unidas Podemos. Sus votantes más mayores recuerdan haber apoyado la Constitución en un 59,2%, mientras que solo el 38,2% de los electores de menos de 59 años la votarían. Los morados son quienes registran un apoyo más bajo a la ratificación de la Constitución seguido de Vox, que curiosamente tiene la menor diferencia entre ambos tramos de edad. Los más mayores recuerdan haber votado que sí en un 68,4% y fueron los que más la rechazaron en aquel momento (un 9,6%), mientras que los más jóvenes votarían que sí 66,5% y la rechazarían en un porcentaje casi igual, un 9,5%.
La modificación de la Constitución es un clamor popular, según los datos de esta encuesta. La mayoría de los preguntados (3.000 en las distintas comunidades autónomas) está de acuerdo en realizar cambios a la Carta Magna. Aunque la consulta no lo recoge, seguramente los cambios que se consideran necesarios variarían dependiendo de la ideología o formación política votada. Un 71,9% se muestran a favor de que sea reformarla, frente a un 13,8% que lo rechaza y un 14,2% que no lo tiene del todo claro. De nuevo hay una lectura generacional. Los jóvenes son quienes piden más este cambio, mientras que entre los mayores de 55 y 65 años, que vivieron el momento del referéndum del 78, son quienes más se resisten a las modificaciones.
El descontento que muestra la encuesta con la actual Carta Magna debe leerse en el marco del «clima de escepticismo político que existe en España», señala el profesor de Ciencia Política de la Universidad de Granada y miembro del Centro de Análisis y Documentación Política y Electoral de Andalucía (CADPEA), Ángel Cazorla. La encuesta muestra en varios momentos «la desafección y la pérdida de confianza en las instituciones, así como la erosión que la monarquía está sufriendo», remarca el experto.
Recordemos que, según esta encuesta que da una ajustada victoria a la opción republicana, los ciudadanos dan al funcionamiento de la democracia en España un suspenso, con un 4,5 de media. Añadamos también que, de media, suspenden todas las instituciones como el Parlamento, la Monarquía, los Partidos Políticos o la Iglesia Católica. Solo aprueban las Fuerzas Armadas, con un 6,2 de media, un dato cuanto menos curioso. La Constitución tampoco parece salvarse de esta oleada crítica.
La Encuesta sobre la Monarquía es una iniciativa impulsada por la Plataforma de Medios Independientes (PMI), que agrupa a 16 cabeceras, entre las que se encuentra cuartopoder. Para poder realizar la mayor encuesta hecha nunca en España sobre la monarquía, la PMI organizó una recaudación de fondos que logró completar en un solo día. La encuesta financiada por 1965 donantes se encargó a 40dB., el instituto de opinión dirigido por Belén Barreiro, expresidenta del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas). El proyecto surgió tras la solicitud de estos medios al CIS de una encuesta sobre la monarquía, un asunto sobre el que el organismo lleva más de cinco años sin preguntar.