El pasado 10 de mayo se agotó toda nuestra pesca de este año 2010. Toda. Eso, con detalle, es lo que explica el informe ‘El día de la dependencia en la pesca’ que la red de organizaciones Europa OCEAN2012 y la entidad New Economics Foundation presentaron la semana pasada. En él se establece a partir […]
El pasado 10 de mayo se agotó toda nuestra pesca de este año 2010. Toda.
Eso, con detalle, es lo que explica el informe ‘El día de la dependencia en la pesca’ que la red de organizaciones Europa OCEAN2012 y la entidad New Economics Foundation presentaron la semana pasada. En él se establece a partir de qué día de cada año el consumo nacional de productos marinos supera el volumen de extracción pesquera (incluyendo la acuicultura) en las aguas nacionales, pasando así a depender de la pesca proveniente del exterior. Para España la fecha en cuestión, decíamos, fue el 10 de mayo, o dicho de otra manera el nivel de autosuficiencia es únicamente de un 40%. Aún peor, esta fecha se ha adelantado más de un mes en los últimos 15 años.
Este alto nivel de dependencia exterior deriva de nuestro volumen de consumo (somos el segundo país europeo con mayor consumo por persona: 41,2 kg/habitante/año) acompañado de la sobreexplotación de nuestras aguas. Si tuviéramos una gestión más responsable y evitáramos la sobreexplotación, los stocks en las aguas europeas se podrían recuperar y disminuir la dependencia exterior, asegurando así a su vez un futuro digno a quienes viven de la pesca artesanal europea y evitando el saqueo de recursos en otros países.
Ahora que se está revisando la Política Pesquera Común, tenemos una oportunidad de oro para ponernos manos a la obra. De entrada podemos mejorar la gestión facilitando un acceso prioritario para los métodos de pesca y pescadores y pescadoras con un mejor comportamiento ambiental, social y de cumplimiento legislativo, como ya hacen en algunas zonas de EEUU, Suecia, Francia, Escocia o Papúa Nueva Guinea, entre otros; podemos promocionar la cogestión pesquera para que los pescadores tengan un rol decisivo en la gestión del recurso, como ya se hace en la reserva de Lira-Carnota «Os Miñarzos»; y podemos ¡incluso! hacer caso a los científicos cuando establecen cuotas máximas.
Como se decía recientemente en un seminario especializado «el problema de la sobrepesca no es un problema de falta de recursos sino de mala gestión y de gobernanza». Conocemos bien el problema, sabemos cómo afrontarlo, y en pocos años podemos ver los resultados, ahora lo que hemos de conseguir es la voluntad y decisión de querer cambiarlo.
Gustavo Duch Guillot y Miquel Ortega, Coordinador político en España de la campaña OCEAN2012.