Cuarenta millones de pesos en imágenes parecen una exageración si se trata de plasmar los logros de un gobierno que duró un año y que para llegar a los cuatro reglamentarios deberá navegar en un mar de escombros, heces y cadáveres. Pero si se piensa bien, quizás no sería un mal ejercicio revisar los […]
Cuarenta millones de pesos en imágenes parecen una exageración si se trata de plasmar los logros de un gobierno que duró un año y que para llegar a los cuatro reglamentarios deberá navegar en un mar de escombros, heces y cadáveres.
Pero si se piensa bien, quizás no sería un mal ejercicio revisar los logros que han hecho de este uno de los más extraños, cortos y dramáticos gobiernos de la post dictadura, el que se farreó, no es poca cosa, el hecho histórico de haber tenido la primera presidenta, ni más ni menos que dos veces.
La ambición sigue rompiendo el saco
La derecha, ladrona, sinvergüenza, terrorista, sucia y desvergonzada, sin tener título moral alguno para criticar, se ha dirigido a lo aparentemente abultado de los dineros destinados por secretaría para financiar ese trabajo audiovisual.
Es cierto que es harta plata, pero si se atina enfocando el azimut adecuado no lo sería tanto si de verdad abordara los reales aportes históricos de la debacle de la Nueva Mayoría y de su líder.
No importa si es un documental o es una pieza de archivo, como nos viene a aclarar el vocero veraniego que por alguna misteriosa razón despachó a la Ministra Pascual, hecho que demuestra que la amariconada arremetida anti PC de Auth dio resultado.
Un gasto enorme como ese habría que dimensionarlo en su verdadero aporte a la educación cívica y política del futuro. Nos atrevemos a proponer algunos titulares.
En primer lugar, destaca lo que la escasa imaginación de la rasca prensa nacional bautizó como Caso Caval. Esta sinvergüenzura aportó como pocas situaciones conflictivas para demostrar que la otrora presidenta inalcanzable en su nube celeste era vulnerable. Lo que hasta ese evento de nepotismo más descarado, aún se ponía en duda.
Ese escándalo, que aún no da muestras de agotarse, demuestra que tu peor enemigo puede estar en el patio de tu casa, haber retozado en tus faldas y haberse alimentado de tus mamas celestiales. Cuidado.
Y aunque más temprano que tarde todo va a quedar cubierto de una espesa impunidad, lo sucedido es un dato importante para los futuros ciudadanos.
Otro aporte a tener en cuenta es la escasa capacidad predictiva de los asesores presidenciales que dan la impresión de ser perfectos analfabetas políticos. Aquel que le dijo que asumiera haberse enterado por la prensa del lío de magnitudes estelares que se le venía con su hijo y nuera, debería ser despedido y deportado a Siberia. Si es que no fue una decisión de la propia mandataria, lo que empeoraría las cosas.
Que la soberbia nunca es buena cuando no es suficiente, lo demostró el alud en el cual resbaló el Ministro del Interior que estaba llamado a ser el legítimo heredero de Bachelet. Y el pobre Rodrigo Peñailillo, que ya se empinaba como un nuevo pillo de la casta dirigente entrenando un desplante propio de los prepotentes, se enteraría por la tele que estaba entre la pila y el agua bendita.
El documental/archivo debiera mostrar que se está bien solo hasta antes de entrar al horno, como lo atestigua el pavo
La manipulación, la mentira, las medias verdades, las ofertas sin salidas, los dobleces, las trampas lingüísticas, el carerrajismo desatado, entre otras herramientas, se transformaron en útiles medios para decir que la Constitución no va a ser cambiada por una democrática y que de haber cambios, estos serán en la superficie de ese engendro pinochetista.
Como todo el que quiera ver, verá, intención de cambiar la Constitución en la que se sienten tan a gusto todos, no ha habido, no hay ni habrá. Todo un aporte a la ciencia de la manipulación y el chamullo.
Y ese aporte al cinismo más descarado de los últimos tiempos deberá ser un tema que aborde la cineasta suertuda que se tropezó con esos cuarenta milloncitos.
Pero quizás lo que un documental con trazas de ser un archivo, sería el mejor aporte, es relevando la idea de que siempre se puede hacer un cagada más, un plus, un bonus track, un metro más para desarreglar lo que ya no tiene arreglo.
Así, haya sido por la propuesta de su equipo de analfabetas asesores o por sus propia decisión, el viaje de Bachelet a Temuco le puso el ingrediente que faltaba para que el facherío DC se inoculara una buena dosis de estímulo a sus intentos de poner a la coalición gobernante en una situación de crisis, aderezada con grandes dosis de sus enfermizo anticomunismo, para lograr mejores posiciones en el horizonte electoral por la vía del chantaje.
Auto gol presidencial de media cancha que merece ser destacado en la memoria o lo que sea que se va a grabar.
Finalmente, el que se haya destapado la cloaca de sinvergüenzas que se han vendido a los empresarios pinochetistas, con perdón del pleonasmo, no puede ser adjudicado a la gestión inútil del gobierno, recordemos que todo partió casi por accidente por una causa de la que ya nadie recuerda.
El resto, la pretendida gratuidad educacional, la reforma laboral pro patrones, la reforma a la educación superior que no se sabe qué es, la reforma tributaria que empeoró las cosas, podrían tener o no un espacio en el documental /archivo.
Pero no serviría de nada.
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