Por las noticias que se reciben y publican diariamente al respecto, ese país y los que siguen la información de la tal llamada crisis migratoria están más que preocupados y angustiados por la avalancha de emigrantes centroamericanos que se les está viniendo encima. Y no es para menos… País de emigrantes desde sus orígenes y […]
Por las noticias que se reciben y publican diariamente al respecto, ese país y los que siguen la información de la tal llamada crisis migratoria están más que preocupados y angustiados por la avalancha de emigrantes centroamericanos que se les está viniendo encima. Y no es para menos…
País de emigrantes desde sus orígenes y de lo cual se enorgullecen con frecuencia, a la emigración de todo tipo estaban acostumbrados: tanto a la legal como a la ilegal en todas sus variantes, y en correspondencia con ellas, crearon todo un sistema jurídico institucional para ordenarla y darle adecuada respuesta.
Entonces, ¿cuál es la preocupación, la angustia, más aún, la consternación?
Al mismo tiempo que las provocan, los propios cables de las agencias noticiosas las explican: decena de miles de niños centroamericanos sin sus padres ni acompañante alguno están arribando a sus fronteras. Caso o hecho este que, aunque previsto individual o aisladamente por el preciosismo de sus leyes, no contemplaba tal masividad, que va en perjuicio de sus intereses, porque, como lo demuestra la historia, si hubiera sido en detrimento de esos u otros países, otro gallo hubiera cantado.
Es por esto que retrocedí algo más de medio siglo atrás y recordé a los personajes de la novela infantil «Peter Pan» del escritor escocés James Matthew Barrie que ha sido convertida en tiras cómicas, muñequitos y películas. Fue así como, junto con mi esposa recordamos a «los niños perdidos», al » país del Nunca Jamás», al «capitán Garfio y sus piratas crueles y sanguinarios» , a «la pequeña hada Campanilla» que adoptó, protegió y resguardó al personaje infantil central de la obra, que vestido como un Robin Hood niño, fue llamado Peter Pan (Pedro Pan) por su autor y que la llamada industria del entretenimiento ha hecho que perviva ya por más de un siglo después de su creación en el imaginario infantil.
Y es que a nosotros los cubanos esta emigración infantil centroamericana sin sus padres hacia los EEUU, casi nos predetermina y obliga a recordar y correlacionar lo que está sucediendo con lo que nos pasó hace más de 50 años con «la emigración» de niños cubanos enviados a ese país solos por sus padres, en una Operación organizada por la CIA y el Departamento de Estado de los EEUU y que denominaron eufemísticamente «Operación Peter Pan»
La Operación Peter Pan
Teniendo en cuenta que fuera de Cuba esta maniobra es casi desconocida, y al ser también una de las primeras agresiones organizadas contra la Isla por el potente Imperio, no resulta ocioso, justo ahora, muy brevemente, destacar lo que sucedió:
Como se sabe por testimonios y documentos revelados ya, esta fue una operación subversiva organizada por el Departamento de Estado de los EEUU, la CIA, la jerarquía de la Iglesia Católica de Miami y por organizaciones contrarrevolucionarias cubanas, al principio de los años 60.
Se basó en una campaña mediática, sustentada en prejuicios y reflejos condicionados anticomunistas, prefabricados con anterioridad al triunfo revolucionario cubano, que indujo a la fabricación y distribución de falsos rumores como el de que el gobierno de Fidel Castro preparaba una ley mediante la cual quitaría los niños a sus padres con la pérdida de la patria potestad sobre ellos, poniéndolos bajo la custodia del Estado.
Los medios de comunicación estadounidenses, en sus campañas de propaganda, se refirieron a esta Operación como «una de las mas estremecedoras historias de cubanos huyendo de su tierra bajo la represión comunista» pretendiendo presentar a los EEUU como un templo para que se refugiaran los oprimidos.
Esta Operación transcurrió entre el 26 de diciembre de 1960 y el 23 de octubre de 1962. En ese período salieron de Cuba unos 14 000 niños, muchos de los cuales no volvieron a encontrarse con sus padres por lo que fueron distribuidos en diferentes establecimientos, casas de huérfanos o fueron adoptados por familias norteamericanas en el mejor de los casos.
Como proyecto inicial, se creó en Miami el Programa para niños refugiados cubanos sin acompañantes, con la idea de que pronto regresarían a Cuba, después de triunfar una invasión como la de Playa Girón..
En un hecho sin precedentes el Departamento de Estado norteamericano transfirió a una autoridad religiosa la facultad de emitir visas volantes a todos los niños cubanos entre 6 y 16 años de edad.
En febrero de 1961 Kennedy aprobó la entrega de 4 millones de dólares para enfrentar la situación surgida en la Florida. Este dinero estaba destinado, como dijo en aquella ocasión el Presidente «al problemático caso, el de los indefensos y desprotegidos niños cubanos» que, sin sus acompañantes, arriban a los EEUU… víctimas del engaño que sufrieron sus padres en Cuba, se le olvidó agregar
Fue así como, contando con el apoyo y el reconocimiento oficial por parte del gobierno norteamericano, quedaba resuelto el financiamiento de la Operación. Quedaba expedito el camino para sacar masivamente niños de Cuba.
En octubre de 1962 el gobierno de los EEUU suspendió los vuelos a Cuba, no pudiendo emigrar cerca de 150 000 familiares de esos niños, los cuales se vieron obligados a vagar por los Estados de la Unión.
Toda esta historia aquí resumida, se encuentra bien documentada y testimoniada en artículos, libros, documentales y en Internet, para quienes le interese. Pueden remitirse a ellos en búsqueda de sus detalles.
Quien lea esta breve historia, solamente por su terminología o palabras claves como emigración masiva de niños sin acompañantes a EEUU, podrá comprender la sensibilidad de los cubanos por el tema. Y si piensa un poco y relaciona el nombre que le dieron a la Operación con el lugar y el momento donde se desarrollaron estos acontecimientos podrá darse cuenta también de la maldad, del sutil, estrecho, simbólico e ingenioso vínculo que existió entre los medios de información, la propaganda y la industria del entretenimiento del imperio yanqui. Una casi perfecta e íntima correlación entre ellos en función de su política e ideología.
Conociendo el cuento de James Barrie y la historia de la Operación, ¿acaso es difícil identificar y nombrar a los personajes de la historia verdadera según sus fines e intereses? Así, conocida y revelada esta acción ¿a quienes identificaría la población con el capitán Garfio y sus malvados piratas?, ¿quiénes serían los niños perdidos?, ¿quiénes Peter Pan y Campanilla ayudando a los niños indefensos a salir de la cueva para conducirlos al país del Nunca Jamás?, ¿y cuál sería ese país? Considero obvias y más que evidentes las respuestas.
Y ahora, ante la nueva situación de la emigración masiva de niños latinoamericanos, que ni desean ni quieren, ¿qué nombre le pondrían, según su costumbre, a la nueva Operación para deshacerse de ellos y quitárselos de encima? Ahora les molestan y sus fines e intereses son, desde luego, completamente otros a los que tuvieron con los niños cubanos en la otra época de la Operación Peter ó Pedro Pan.
Por eso, y de conformidad con su psicología prepotente, y despectiva hacia nuestros pueblos de América, me atrevería a proponerles que, parafraseando también a un personaje de una tira de muñequitos (comics), de ellos, de allá por los años 50, que ahora viene a mi mente, la designaran, según su costumbre otra vez, con el nombre de Operación «Pedro Harapos» (Pete the Tramp), al cual caracterizaban como un adulto descuidado, de barba rala, que usaba un sombrero roto y escachado, con parte de la ropa hecha trizas y con parches, que a pesar de sus «picardías» reflejaba de todas maneras en el la pobreza y la miseria, de la cual también, de esta forma, se burlaban.
Esta sería ahora la Operación homóloga de la Peter Pan, pero al revés y con otros fines y, desde luego, con los protagonistas principales ahora completamente invertidos le agrego además..
Veamos los principales hechos y noticias tomadas de las agencias de prensa internacionales. que comienzan a conformar la historia de la misma.
Operación «Pedro Harapos»
– Se calcula por fuentes del gobierno norteamericano en unos 57 000 menores los que han sido detenidos por la Patrulla de Fronteras en lo que va del presente año fiscal (ello no incluye las hasta ahora 39 mil madres con menores en el mismo periodo) , que comenzó en noviembre del pasado año; o sea, esa cifra se ha originado en 8-9 meses.
– El Secretario de Seguridad Nacional de los Estados Unidos, Jeh Jonson, declaró que en mayo solamente viajaron 9 700 niños sin compañía de sus padres.
– El Presidente B. Obama ha solicitado al Congreso la astronómica cifra de $3 700 millones de dólares, como fondo de emergencia para enfrentar la crisis.
– Una ley que permitiría a Obama deportar más fácilmente a miles de niños centroamericanos parecía cobrar impulso en el Congreso.
– Esta ley permitiría a Washington deportar a esos niños tan rápido, como lo hace con los de México. La ley estadounidense permite que los niños mejicanos sean enviados rápidamente a su país.
– La ley de trata de víctimas, promulgada en el 2008, plantea que los niños que provienen de países que no limitan con los EEUU, deben recibir protecciones legales adicionales antes de ser deportados.
– Obama propuso dar al Departamento de Seguridad Nacional una nueva autoridad para procesar el retorno y traslado de niños sin acompañantes de Guatemala, El Salvador y Honduras.
– El Departamento de Justicia anunció nuevas medidas para enfrentar el problema migratorio de menores no acompañados, que incluye trabajar con el gobierno mexicano para investigar y procesar a traficantes.
– En Tele Sur Noticias mostraban como esposaban, con las manos a la espalda, a los niños emigrantes y las denominadas «hieleras», cubículos donde los ubican después de detenidos, donde cabe una sola persona y se mantiene la luz encendida durante todo el día sin apagar
– Los gobernantes de la superpotencia están considerando enviar la Guardia Nacional, drones, más agentes fronterizos armados y construir más campos de detención ante la grave amenaza de niños y madres desesperados.
Por último:
– El cadáver del niño guatemalteco Gilberto Francisco Ramos Juárez, de 15 años, quién murió en el desierto de Texas en su intento por reencontrarse con su familia en Estados Unidos, fue repatriado este viernes a su país. Los restos del menor fueron recibidos por Francisco Ramos, padre del menor
Ante estos sucesos verdaderamente trágicos, un cubano de barrio, con su filosofía callejera, exclamaría: «el que la hace la paga». Un místico, de seguro haría referencia a un Karma, que debe penar la nación para depurar los hechos «sucios» cometidos contra otra nación o país con anterioridad; mientras que un analista histórico social diría, entre otras cosas, que estamos ante un efecto boomerang de la situación política y social que se le quiso crear a Cuba con la Operación Peter Pan, que ahora se les revierte con creces y los puede llevar a un verdadero atolladero, originada por los problemas, directos e indirectos, que ellos mismos han creado en esos países y que hacen que esos niños, sus madres y familiares, huyan de la violencia, de las drogas y de la miseria, en busca del «sueño americano».
La crisis migratoria de los niños cubanos fue creada artificialmente por una cuestión política ideológica. Las leyes estadounidenses continúan estimulando artificialmente la emigración de los cubanos hacia ese país por la misma cuestión e incluso, los privilegian con relación a otros ciudadanos de América Latina. Para unos sí, para otros no.
De este modo, ¿no han puesto en práctica una nueva forma de discriminación que va contra los Derechos Humanos?
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.