Unas semanas antes, un mando de la base militar de Araka (Vitoria-Gasteiz), convocó una reunión con diferentes representantes municipales y de entidades locales menores trebiñesas y les anunció su decisión unilateral de llevar a cabo unas maniobras militares en la zona, así como el emplazamiento de cuatro campamentos repartidos en la ermita de San Formerio, […]
Unas semanas antes, un mando de la base militar de Araka (Vitoria-Gasteiz), convocó una reunión con diferentes representantes municipales y de entidades locales menores trebiñesas y les anunció su decisión unilateral de llevar a cabo unas maniobras militares en la zona, así como el emplazamiento de cuatro campamentos repartidos en la ermita de San Formerio, los pueblos de Uzkiano, Argote y la Urbanización de Uralde, donde se instalaría también el puesto de mando.
El jefe militar informó de que se trataba de preparar el relevo de los efectivos del Ejército español desplegados en Kosovo y que sus similitudes con Trebiñu les llevó a decidir la realización de su entrenamiento en nuestra zona.
Algunas de las representaciones trebiñesas en la reunión le mostraron su inquietud por la intención del despliegue militar en las campas de Uralde por su cercanía a una urbanización de 88 viviendas unifamiliares y ser la zona natural de esparcimiento, ocio y relación vecinal, similar a la plaza en cualquier otra localidad. Los militares se limitaron a quitar importancia aduciendo que el campamento estaría constituido por un par de tiendas y algún vehículo ligero como ambulancias.
El despliegue militar se desarrolló desde el amanecer del día 14 de noviembre y para el mediodía se pudo apreciar toda su envergadura. En Uralde ocuparon unos 3.000 m² de las campas con tiendas de campaña, vehículos blindados y ligeros bajo lonas de camuflaje. También ocuparon el aparcamiento colectivo de la urbanización con más de una docena de vehículos ligeros. Toda la zona estaba rodeada por patrullas militares con equipamiento de combate y otras lo hacían por las calles de la propia urbanización.
El resto de los campamentos se instalaron a no menos de un kilómetro y medio de Uzkiano y Argote y el de la Ermita de San Formerio está en un cerro aislado.
Los ejercicios militares se efectuaron a lo largo y ancho de la práctica totalidad de Trebiñu, un territorio de más de 200 Km², cerca de cincuenta núcleos de población y unos 2.000 habitantes, con una carretera fundamental que lo recorre de Este a Oeste y otras dos de Norte a Sur.
El entrenamiento se ha hizo en base a ejercicios reales de control de poblaciones, desplazamientos de vehículos y personas. Utilizaron para ello blindados BMR de tres ejes con neumáticos que se desplazaron o apostaron por carreteras y pueblos. En algunos casos llegaron a solicitar la documentación a civiles y en otros pasaron datos a efectivos especiales de la Guardia Civil que se encargaban de la búsqueda y control de personas o vehículos «sospechosos».
La respuesta social Comenzó con una asamblea abierta el día 5 de noviembre en la que participaron algo más de 30 personas que rechazó el despliegue militar y solicitó por escrito con 28 firmas las realización de plenos extraordinarios en los dos ayuntamientos de este enclave. También se acordó la realización de una concentración de protesta que se desarrolló el mismo día del inicio del despliegue de tropas en la Urbanización de Uralde. Las personas concentradas fueron rodeadas por patrullas militares con equipamiento de combate. Fueron constantemente filmadas y fotografiadas así como sus vehículos por tres o cuatro militares. La Guardia Civil estaba presente pero en segundo plano. Acudieron reporteros gráficos de la prensa que pudieron recoger las imágenes de militarización de la urbanización de Uralde.
Durante los días del despliegue militar fue constante la presencia de soldados armados en establecimientos hosteleros y muchas las personas que les solicitaron que sacaran las armas de los mismos.
El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Condado de Treviño difundió un comunicado el jueves día 17 protestando por la ocupación militar de la urbanización de Uralde, la alteración de la normalidad de la vida del municipio por el constante patrullar de vehículos militares por carreteras y pueblos y por la realización de estos ejercicios sobre la población trebiñesa. Al día siguiente este comunicado se propuso como resolución para ser aprobada en el Pleno Ordinario del Ayuntamiento. Contó con los cinco votos de la Candidatura Independiente que lo gobierna. Los tres concejales presentes del PP -que tiene cuatro en este Ayuntamiento- dividieron sus votos entre dos abstenciones y uno en contra. Uno de los concejales del PP dejó constancia de su oposición al despliegue militar en la urbanización de Uralde.
El Ejército español se ha entrenado con ejercicios reales sobre la población civil trebiñesa, en una zona afectada por el contencioso de la incorporación a Alava que se mantiene desde hace más de tres siglos y por el conflicto vasco. Blanco, en botella y de vaca.
* Javier Ruiz. Activista social trebiñés.